El pirómano
Decía Palinuro
ayer:
y eso que
todavía no ha entrado en acción el aparato Borrell. Acaba de
hacerlo, en la televisión y en plan bronca, agrediendo y mintiendo. Todos los
catalanes, y él lo es, saben que Catalunya no está al borde de ningún
enfrentamiento civil. Él, en concreto, sabe que la única violencia en Catalunya
viene de los nacionalistas españoles oriundos o que allí se desplazan. Y lo
sabe porque es uno de los que los alientan cuando se manifiesta con ellos y con
lo más reaccionario de la España franquista.
Lo sabe de sobra
cuando sostiene que los actos públicos del bloque nacional español, con
Societat Civil Catalana a la cabeza no han generado violencia alguna, siendo
así que hay docenas de vídeos que muestran lo contrario y también puede mirarlo
en los libros de Jordi Borràs, testimonios gráficos inapelables de un tiempo y
un país.
Por lo demás,
estas provocaciones públicas a cargo de matones ultraespañoles, las bandas
"descontroladas", solo se hacen ver a base de armar camorra, esa que
sirve al ministro para vender la idea del "enfrentamiento civil". En
cuanto convocan a algo, se reúnen dos docenas, todo lo más cuarenta abanderados
del Imperio, como los que ayer fueron a dar la matraca a TV3, a pedir que la cierren. Definitivamente,
esos grupos y bandas de provocadores no son un verdadero riesgo de
enfrentamiento civil de una población que ha dado muestra de una convivencia
pacífica ejemplar. Y todavía lo serían menos si no estuvieran funcionando los
vínculos mas o menos ocultos entre los "incontrolados" y los que los
controlan. No, no hay más riesgo de enfrentamiento civil que el que traigan
unos gobernantes autoritarios y represores, dirigidos por un pirómano, quien ya
amenazaba hace unas fechas con que llegaremos a las manos.
Borrell no es un político adecuado para un gobierno que pretenda, como
dice, dialogar con Catalunya. Su intransigencia, su
visceralidad y su altanería, que concentra todo el anticatalanismo de la vieja
guardia socialista, darán al traste con los esfuerzos reformistas de sus
compañeros de equipo, algunos de los cuales le parecerán vendepatrias por lo
dialogantes.
Es el caso que el
nacionalismo español, incapaz hasta la fecha de abordar el conflicto catalán
con inteligencia y sentido democrático se encuentra ahora con una duplicación
de tarea que no por esperable ha de resultar menos complicada para la
conducción del Estado. Ayer también, una cadena humana de más de cien mil personas cubrió los 220 kms que
separan las tres capitales vascas, en demanda del derecho a
decidir de los vascos. Los vascos que se han hecho catalanes. La vía catalana
que llega a Vasconia.
Catalunya no ha
estado nunca al borde de un enfrentamiento civil y quienes sí lo estuvieron,
los vascos, han dejado atrás esa etapa y se han sumado al carro de la revolución
catalana. O han puesto el suyo en marcha pari passu para que
no se pique nadie. Y el movimiento vasco trae pinta de ser tan transversal como
el catalán. Esa cadena organizada por la plataforma Gure Esku Dago ("está
en nuestras manos") tiene el apoyo de todos los partidos nacionalistas,
incluido el PNV así como de las instituciones vascas. Es un movimiento tan
amplio, profundo y coordinado como el catalán.
Si en el gobierno creen que cabe seguir con la respuesta represiva judicial y unos retoques (por lo demás imposibles) de la Constitución es que no saben en dónde están. Esto no es una crisis de funcionamiento con unos conflictos de partidos sin más alcance. Es una crisis constitucional que pone en cuestión la estructura misma del Estado. Y no va a arreglarse con más policía, más represión, más jueces y menos todavía teniendo que dividir las fuerzas en el doble frente vasco-catalán.
En estas
condiciones todo cuanto se diga del gobierno de Sánchez, incluso lo que el
mismo gobierno dice al hablar de su duración, será a beneficio de inventario de
unas elecciones generales anticipadas inevitables. Un panorama interesante,
teniendo en cuenta que el govern tiene cuatro años por delante...en principio.
Verdad es que el central puede axfisiar de tal modo al catalán que fuerce
elecciones anticipadas en Catalunya. Pero también lo es que el independentismo
puede hacer caer el gobierno socialista igualmente votándole en contra o
absteniéndose.
En esas elecciones
generales la cuestión interesante que se plantea al independentismo catalán es
si participar en ellas o no. Pero eso será un poco más adelante y mientras se
va viendo cómo toman los herederos del Imperio la segunda amenaza separatista.
Etiquetas: Cataluña., País Vasco., República
Catalana.
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