ATLAS DE LA ESPAÑA SUICIDA
Según escribe Manuel Ansede en un artículo titulado "Los enigmáticos puntos negros de suicidios en España", una frase de moda entre los profesionales de la salud pública dice que “tu código postal es más importante para tu salud que tu código genético”. Y aparentemente el axioma se cumple de manera estremecedora en el caso de los suicidios. Un vistazo a un mapa de mortalidad histórica por esta causa en España muestra zonas de alto riesgo de suicidio en Asturias, Galicia y la frontera entre Málaga y Granada, en el caso de las mujeres.
En cuanto a los hombres, estos puntos negros del suicidio se repiten en Málaga, Asturias y el norte de Galicia, mientras que el centro de Madrid destaca por su bajo riesgo, según el Atlas de Mortalidad 1984-2004, uno de los más completos hasta la fecha. “¿Por qué? Esa es la pregunta que todos intentamos responder”, admite el psiquiatra José Alameda.
Una de las explicaciones que barajan los expertos es la llamada
geografía de la riqueza y de la pobreza. Los mapas de mortalidad
muestran, por ejemplo, una brutal desigualdad norte-sur en España,
con las enfermedades cardiovasculares, los infartos cerebrales, la
diabetes y la hipertensión cebándose con las regiones más empobrecidas.
¿Ocurre lo mismo con el suicidio?. En 2012 se quitaron la vida en España 3.539 personas, hombres en el 77% de los casos. Y
el patrón geográfico se repite más o menos con precisión respecto a los
registros históricos. Además, el número de fallecidos supone un 11,3% más que el año anterior, según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística, y muchos expertos vinculan este repentino aumento a la crisis económica. Sin embargo, los datos de Alameda no cuadran. “La
miseria perjudica seriamente la salud, obviamente, y también la salud
mental, pero se tiende a caer muy rápidamente en el sensacionalismo de
asociar crisis y suicidios”, explica el psiquiatra, que acaba de
dirigir un estudio que analiza la evolución de la mortalidad por
suicidio en Andalucía entre 1975 y 2012. Según sus datos, desde aquel
año las muertes por suicidio han crecido en todos los grupos de edad y
sexo, salvo en las mujeres ancianas. No obstante, en las últimas décadas
se observan tendencias ascendentes en los jóvenes, pero estables o descendentes en el resto.
Antidepresivos. Para
sorpresa de los autores, el fuerte aumento del uso de antidepresivos en
la última década no ha ido asociado a un descenso general de los
suicidios. “Tampoco el dramático aumento del desempleo en los últimos
años ha supuesto un incremento de la mortalidad por suicidio en
Andalucía. Al inicio de la crisis económica, en 2008, se produjo un
aumento de la mortalidad por suicidio en los hombres de edad laboral,
que se ha atenuado en los últimos años a pesar del aumento del
desempleo”, explican los investigadores en su estudio, que se publica en Gaceta Sanitaria. «Aquí la crisis no supone un cambio dramático, porque aquí hay crisis siempre». Alameda dirige la Unidad de Salud Mental del Hospital Universitario Virgen Macarena
de Sevilla. Desde allí, detalla, atiende a pacientes de 46 municipios,
en los que las cifras del paro se sitúan desde siempre por encima del
40%. “Aquí la crisis no supone un cambio dramático, porque aquí hay crisis siempre”, opina. Por eso, su equipo busca otras explicaciones. “A
veces los factores causales del suicidio son inimaginables, como
ocurrió en el caso de la cantidad de litio en el agua potable”,
argumenta el psiquiatra. Varios estudios, en países como Japón y
Austria, han apuntado que pequeñas concentraciones de litio en el agua
potable tienen un efecto protector sobre la población. “El litio
estabiliza el ánimo en trastornos bipolares y reduce la mortalidad por
suicidio”, asegura el experto. Pelea científica. El propio Alameda explica
que otros estudios previos en el conjunto de España sí han encontrado
una asociación entre el aumento del desempleo y el de los suicidios. Un
reciente trabajo de James López Bernal, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres (Reino Unido), atribuyó un incremento del 8% en la tasa mensual de suicidios en España a la crisis económica,
sobre todo al desempleo. Sin embargo, otros expertos rebatieron hace
unas semanas esas cifras, en una carta enviada a la revista de la
Asociación Europea de Salud Pública. En su misiva, los investigadores, encabezados por Julián Librero, del Centro Superior de Investigación en Salud Pública,
argumentaban que las tasas de mortalidad por suicidio en España han
disminuido sin interrupción entre 2006 y 2011, con la excepción de un
incremento del 6,9% entre 2007 y 2008 en el caso de los hombres y entre
2010 y 2011 en las mujeres. En concreto, el descenso de los suicidios
fue destacable en 2010. “La
asociación entre la crisis económica y la mortalidad por suicidios en
España está lejos de ser probada. Hay que tener cautela y evitar
alarmarse por alertas tempranas que, pese a que podrían ser buenas para
proteger a los presupuestos sanitarios de peligrosos recortes, no
reflejan hechos comprobados”, advertían los autores. EL SUICIDIO EN CANARIAS. Por su parte, Foro Social Canario por la Salud y la Sanidad Pública
ha reclamado a la Consejería de Sanidad del Gobierno regional la
elaboración de un Plan de Prevención del Suicidio específico para el
ámbito de la comunidad autónoma canaria.
Parta justificar su petición el Foro expone los datos ofrecidos por los médicos forenses, según los cuales Canarias, con una media de treinta al mes, es la comunidad con las cifras más elevadas de suicidios del Estado español, junto con Andalucía. "Estos datos - afirman - van sin duda asociados a la pobreza, especialmente relevante en ambas comunidades". Para el Foro, el enorme número de suicidios registrado guarda igualmente relación con la "falta de recursos suficientes para conocer la morbilidad de las conductas suicidas, así como de programas de prevención del suicidio, como desde hace años recomienda la OMS, en el ámbito de la atención primaria, las escuelas, los medios de comunicación, prisiones y familias".
Parta justificar su petición el Foro expone los datos ofrecidos por los médicos forenses, según los cuales Canarias, con una media de treinta al mes, es la comunidad con las cifras más elevadas de suicidios del Estado español, junto con Andalucía. "Estos datos - afirman - van sin duda asociados a la pobreza, especialmente relevante en ambas comunidades". Para el Foro, el enorme número de suicidios registrado guarda igualmente relación con la "falta de recursos suficientes para conocer la morbilidad de las conductas suicidas, así como de programas de prevención del suicidio, como desde hace años recomienda la OMS, en el ámbito de la atención primaria, las escuelas, los medios de comunicación, prisiones y familias".
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