(*) Salim Lamrani es Doctor en Estudios Ibéricos y Latinoamericanos de la Universidad Paris Sorbonne-Paris IV, Salim Lamrani es profesor titular de la Universidad de La Reunión y periodista, especialista de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos. Su último libro se titula Cuba, ¡palabra a la defensa!, Hondarribia, Editorial Hiru, 2016.
Durante
décadas, los grandes canales de televisión y radio de Miami en idioma
español, han dado espacio exclusivo a quienes condenan y atacan a la
Revolución cubana (1) (2).
Son horas, cada día, de discurso único en informativos, tertulias o programas de entrevistas (3). Por ello, resulta
curioso que la participación –excepcional y anecdótica- de un defensor
de la Revolución cubana en un debate televisivo en Miami, fuera
presentada como modelo para el “periodismo plural” que –nos dicen- falta
en Cuba. “Es
mi deseo que este sea el primero de muchos debates entre el castrismo y
la oposición. No solamente aquí, en la ciudad de Miami, sino
especialmente dentro de Cuba (…) Espero ciertamente que este tipo de
debate pueda ser en Cuba, que lo podamos hacer en Cuba próximamente”.Así
repetía este mensaje, una y otra vez, la periodista María Elvira
Salazar, en el canal Mega TV, al conducir un debate entre el “disidente”
José Daniel Ferrer y el periodista de izquierdas Edmundo García (4).
Un
debate que constituyó una victoria aplastante y sin paliativos de este
último, a pesar de luchar contra dos contrincantes: su oponente Ferrer y
la propia moderadora del programa.
El primer golpe de Edmundo García fue refutar el carácter supuestamente “independiente” de la llamada “disidencia” cubana, presentada en el programa casi como un movimiento “filantrópico”. “¿Cómo
puede Vd. alquiler buses, llevar a la gente a la playa, darle comida a
las viudas, ayudar a los niños? (…) Eso cuesta dinero, ¿cómo lo hace?”.
“De varias fuentes –respondió Ferrer-. Una, de una organización de acá (Miami), llamada Fundación Nacional Cubano Americana”. “La Fundación Nacional Cubano Americana –aclaró entonces Edmundo García-
recibe dinero del Gobierno de EEUU y así lo canaliza a Vds. Por tanto
es dinero del Gobierno de EEUU, algo totalmente ilegítimo. Si eso que
Vd. recibe allá, en Cuba, que le envía el Gobierno de EEUU, fuera al
revés, si alguien mandara dinero para acá, a través de una organización,
siendo procedente de un gobierno cualquiera, el ruso, el chino o el
cubano, iría a la cárcel. E iría a cumplir la prisión completa por 30,
40 o 50 años. Porque eso se llama delito de mercenarismo” (5).
No
pudiendo desmentir el financiamiento de la “disidencia” cubana por
parte de la Casa Blanca, José Daniel Ferrer acabó reconociendo y justificando este hecho: “Recibimos dinero de toda nación del mundo libre que, sin condiciones, nos lo envíe”.
Pero Edmundo
García no solo demostró que la citada Fundación Nacional Cubano
Americana es la pantalla para camuflar el envío de fondos de Washington a
los grupos que, en Cuba, responden a sus intereses. También que el
terrorismo practicado por dicha Fundación (6) –creada, recordemos, por el presidente Ronald Reagan (7)- convierte en papel mojado el supuesto “pacifismo” de la “disidencia” cubana. “La
Fundación Nacional Cubano Americana ha estado detrás de proyectos de
actos hostiles, terroristas, contra Cuba. Incluso llegó a pagar una
página en el Herald, cuando estaban explotando las bombas en La Habana y
falleció Fabio Di Celmo, para decir que era una conspiración de los
militares cubanos. ¿Cómo te puedes relacionar tú con una organización
que ha tenido un prontuario terrorista, incluso reconocido por ellos
mismos?”.
El segundo golpe de Edmundo García fue desmontar la supuesta “brutalidad policial” mediante “golpizas” en Cuba. “¿El no estar de acuerdo políticamente con un gobierno –atacó la presentadora- se merece una golpiza?” García respondió desvelando las propias contradicciones de María Elvira Salazar: “Yo
te hice una apuesta, en el último programa de televisión que hicimos.
Les dije a tus productores que trajeran un video donde hubiera una
golpiza. Que trajeran uno solo. Y no fueron capaces de traerlo. Tuvimos
un siguiente programa de televisión y tampoco pudisteis mostrarlo”.
El programa emitió, durante el debate, dos videos de policías cubanos interviniendo en sendos tumultos callejeros (8). Pero las
imágenes, de pésima calidad, lejos de demostrar la existencia de
palizas o brutalidad, obligaron a la presentadora a corregir sus
palabras. “Con lo que han mostrado –espetó García-
ha quedado muy mal José Daniel, porque ahí no hay ninguna golpiza.
Absolutamente ninguna golpiza”. “Edmundo, ya te dije que la palabra
golpiza la dejamos a un lado. (Diremos) arresto”, se corrigió la presentadora.
Pero
esta rectificación de la moderadora no hizo cambiar el discurso de José
Daniel Ferrer, quien aseguraba que el video, puesto a cámara lenta,
descubriría a policías “partiendo costillas y cabezas”. “Si
Edmundo se pone los espejuelos (gafas) y ponemos (el video) a cámara
lenta, va a ver a un policía, con un objeto contundente, partiendo
costillas y cabeza”. Este dislate servía a Edmundo García para
dar la puntilla final al mito de la supuesta “represión policial” en
Cuba, al hablar de su contrapunto… en EEUU. “Si
aquí en EEUU, en la Convención Demócrata o Republicana, tú te tiras en
el piso ante la solicitud de arresto de un agente del orden, ahí sí hay
golpizas” (9).
Durante el programa, Edmundo
García dio otras muestras de maestría en la comunicación. Al explicar,
por ejemplo, el porqué de la emigración cubana a EEUU (10). “¿De quién es la culpa de que se monten en las balsas, de la Ley de Ajuste Cubano, o del Gobierno de Cuba?” –preguntó María Elvira-. “Hay dos razones fundamentales –respondió Edmundo-.
Una, la Ley de Ajuste Cubano, que es un atractivo que solo existe para
los cubanos que viven en Cuba, y que, además, es muy hipócrita, porque
tiene un acápite de `pies secos, pies mojados’. Y, por otra parte, el
proceso natural del mundo moderno, el del Sur emigrando hacia el Norte.
Porque no hay diferencia entre un emigrado dominicano y uno cubano. No
hay diferencia entre un emigrado mexicano y uno cubano. (…) Existe una
Ley (de Ajuste) que constituye un atractivo, un imán. No es que lo diga
yo, lo dicen los jefes de estado de América Latina, de Centroamérica: se
dan cuenta de que las crisis (migratorias) que se han dado son por la
Ley de Ajuste Cubano. Y nadie va a acusar de ser comunista a la
Canciller de Colombia”.
Mientras, el
“disidente” José Daniel Ferrer serían repitiendo sus disparates
aprendidos, llegando a comparar al Gobierno cubano… ¡con el de Hitler!“Recordemos
que en Cuba estamos en presencia de un régimen que solo tiene parecido
con el actual régimen de Norcorea. (…) Y también tiene mucho parecido
con el régimen de Adolf Hitler en Alemania y el de Benito Mussolini, al
que Fidel Castro imitó durante años”. “Este debate no es serio –se enfadó García-. No es serio que él esté comparando al Gobierno cubano con Hitler o Mussolini. Es una falta de respeto al Holocausto”.
Las
protestas desde Miami, días después del debate, contra el canal Mega
TV, por haber ofrecido este espacio a un defensor de la Revolución
cubana, demuestran hasta qué punto fue aplastante la victoria de Edmundo
García (11) (12) (13) (14). ¿Se atreverán a invitarlo de nuevo,
siquiera –como ahora- una vez por año? ¿O la subida de audiencia que
garantiza, en cada aparición, este periodista cubano emigrado, no
justifica el peligro que representa dar espacio a sus incómodas
reflexiones (15)?
“Miami
es como una escuela de cuadros. Cuando yo ví el terrorismo que se
planifica contra Cuba; cuando vi personas, con las que Vd. tiene
relaciones, y han estado vinculados a actos terroristas contra Cuba y
contra la población civil cubana, que han preparado atentados, que han
introducido enfermedades como el dengue hemorrágico en Cuba, y hoy son
`pacifistas´, ahí es donde realmente me di cuenta que Miami era el lugar
equivocado de la extrema derecha. Y esas personas son quienes, hoy en
día, les apadrinan a Vds. (Edmundo García)”
Movimientos sociales y sindicatos paralizaron el país en rechazo a las medidas tomadas por el régimen de Temer.
La Central Única de los Trabajadores (CUT) y otros sindicatos brasileños realizaron ayer jueves concentraciones en la mayoría de los estados de Brasil para rechazar las reformas laborales del nuevo presidente del país, Michel Temer.
La CUT convocó a otras organizaciones que componen los frentes populares a formar parte de lo que denominaron “Día Nacional de la Paralización y Movilización de las Categorías”, para protestar contra la pérdida de derechos laborales y la reforma del sistema de pensiones impulsada por el régimen de Temer.
Se estima que al menos unas 260.000 personas salieron a las calles bajo el grito de 'Fuera Temer', exigiendo el respeto a sus derechos y en rechazo a lo que califican como un 'régimen golpista'. Los exmandatarios, Dilma Roussef y Lula da Silva, se dieron cita y participaron en varios actos convocados por las organizaciones populares.
Las marchas han incluido a obreros, estudiantes, profesores, periodistas, enfermeros, trabajadores sociales, entre otras agrupaciones. En varias ciudades la policía utilizó gases lacrimógenos para reprimir a los manifestantes.
João Pedro Stedile, miembro de la coordinadora nacional del Movimiento Sin Tierra -MST- , precisó que los participantes consideran la movilización como una actividad preparatoria para una huelga general en el país.
El próximo 29 de septiembre los metalúrgicos brasileños realizarán también un paro contra los despidos y en defensa de sus derechos. Estas acciones son convocadas mientras se desarrolla la huelga nacional de los bancarios y se anuncian nuevas medidas en Petrobras, sector que también anuncia una huelga para el jueves de la próxima semana.
Cuando se lee que México acumula –hasta el 31 de diciembre pasado– 26.898 personas desaparecidas, la mayoría de edades comprendidas entre 15 y 19 años, uno se pregunta por qué no se levantan las voces de los famosos que, en bloque cerrado condenaron en 2014“la represión del régimen venezolano contra la oposición pacífica”.
Se echan en falta las voces de los “comprometidos”Alejandro Sanz, Antonio Banderas, Carlos Baute, Rubén Blades, Juanes, Ricardo Montaner, o los llamamientos de las cantantes norteamericanas Cher o Madonna.
Pero, sobre todo, se echa de menos el activismo de artistas mexicanos como “Fher” —el líder de Maná– o las cantantes Paulina Rubio o Ana Gabriel, tan críticos con la situación venezolana.
Por ninguna parte se les escucha la más leve manifestación por los espeluznantes datos que ofrece el informe anual del Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas, enviado al Senado mexicano.
Según el citado informe, trasferido al órgano político por el secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, de los 26.898 casos de personas no localizadas, 19.714 corresponden al sexo masculino, y 7.184 al femenino.
Con excepción de Baja California Sur– destaca el computo- el número de personas que permanecieron como desaparecidas o no localizadas tiende a ser mayor en las entidades federativas del Norte del país y, en menor medida, en algunos estados del centro o centro norte.
En dicho informe, se señala también que la mayor proporción de desaparecidos corresponde a personas jóvenes, de entre los 15 y 19 años, seguida por los que contaban con entre 20 y 24 años, en el momento de la desaparición.
Si atendemos al contraste apreciable entre la actitud “preocupada” de los famosos en su papel como “activistas políticos” contra el proceso bolivariano de Venezuela, y su silencio frente al sangrante genocidio mexicano, salta a la vista que la coordinación de entonces, y el silencio cómplice de hoy, no son, precisamente, expresiones de coherencia moral y política. Y, desde luego, tampoco una simple casualidad inocente.
¿Por qué llaman abuso policial a lo que es terrorismo de Estado?
Paco Aznza Telletxiki
El diccionario que tengo ahora a mano atribuye a la palabra terror el significado de “miedo, espanto y pavor”. De la palabra terrorismo dice lo siguiente: “Dominación por el terror. Sucesión de actos de violencia ejecutados para infundir terror”. Pero no es el propósito de esta nota promover el debate sobre lo que es o no terrorismo. Tan sólo pretende denunciar el doble rasero que, de interesada manera, utilizan muchas personas —autodenominadas pacifistas y demócratas hasta la saciedad— cuando hablan de violencia; y es que, dependiendo de quién la ejerce o la ha ejercido, la llaman de dos maneras muy diferentes.
A las muertes y daños materiales ocasionados por ETA, los “pacifistas” y “demócratas” del Estado español les llaman terrorismo. Sin embargo, para las muertes y daños materiales provocados por los aparatos del Estado (entiéndase: colocación y explosión de bombas, secuestros, persecuciones, asesinatos, torturas —no pocas de ellas con resultado de muerte—, etc.), los mismos “pacifistas y demócratas de toda la vida” utilizan el término de abusos policiales. Esa manera tan hipócrita e insultante de llamar blanco, o como mucho gris, a lo que realmente es negro se puso en uso a partir de que ETA anunciara el cese definitivo de su actividad armada; hasta entonces ni siquiera hablaban de los “abusos” cometidos contra militantes revolucionarios y personas sin ningún vínculo político —que contra éstas últimas también se ha ejercido mucha violencia— por parte de quienes, se supone, estaban dedicados a salvaguardar los derechos humanos de todos sus gobernados.
De una u otra manera, ha sido tanta la violencia ejercida por el Estado a lo largo de todos estos años que, por más que se empeñen, resulta imposible ocultarla debajo de la alfombra de su flamante “democracia”. La llamada Transición no fue tal, y mucho menos pacífica; en menos de cinco años —entre 1976 y 1980— los siniestros aparatos del Estado —con o sin uniforme— generaron más de cien asesinados, miles de heridos y torturados. Antes y después de los años señalados también abundaron los “abusos”; los llamados GAL, por ejemplo, que dejaron su buen reguero de sangre y muerte en los ochenta, cuando gobernaba Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba era portavoz del gobierno.
Pero no importa, a pesar de que el terror causado por el Estado ha sido ingente y prolongado en el tiempo, los “pacifistas y demócratas de toda la vida” no tienen ningún problema en rebajarlo a la categoría de “abuso” o “exceso”, palabra, esta última, que también utilizan para restar importancia a hechos tan graves.
La justicia de este país tampoco ha estado a la altura de las circunstancias. Mientras cientos de presos políticos —así los reconocen diversos organismos internacionales, incluida la ONU a través de sus relatores— siguen en las cárceles cumpliendo condena por su actividad armada, ningún “abusador” permanece entre rejas, ya que, gracias a los favores de sus “jefes”, la estancia de los pocos que llegaron a ingresar en prisión siempre fue efímera. Felipe González —el llamado señor X de los GAL, al que tanto le “preocupa” por los derechos humanos en Venezuela— por ejemplo, firmó indultos a varios torturadores, encubrió a otros muchos para que no sufrieran condena y, en vez de apartarlos de sus cargos, ascendió a no pocos individuos implicados y condenados por estas y otras prácticas “abusivas”.
Cuando, además de reconocer el daño causado, ETA dio pasos de innegable importancia en busca de una solución al problema existente, los responsables de los “abusos policiales” no reconocieron el suyo, y aún permanecen inmersos en su arrogante inmovilidad. No les bastó el cese definitivo de la actividad armada, anunciado por ETA en octubre de 2011, y su disposición a un desarme verificable. Para justificar su estrategia inmovilista que hoy todavía mantienen, dijeron que sólo se sentarían a hablar cuando aquella se disolviese; una exigencia bastante estúpida, por cierto, porque, disuelta la organización, ¿a quién van a dirigir la palabra?
Da la impresión de que el gobierno desea la desaparición de ETA, pero no del problema que provocó el nacimiento de ésta hace ya más de medio siglo. Ya que en los últimos tiempos se habla tanto de disolución, y ante la tamaña incapacidad demostrada por todos los gobiernos de la “democracia española” para hallar una solución al citado problema, quizás sería bueno que, además de ETA, también se disolviera el Estado.
Uno de los mayores reclamos de Nueva York es la sede de las Naciones Unidas, pero Felipe VI no se conformó con el pack turístico, sino que tenía que despacharse con un discurso y hacerse la foto. El clásico japoneseo de las altas autoridades al que solo le faltó un selfi. Esta vez, ni más ni menos que ante más de cien jefes de Estado y ochenta jefes de Gobierno. Sabido es que la ONU es una organización fallida, como esos estados que dejamos al invadirlos y expoliarlos, como el mundo que habitamos… Pero no había razón para más desprestigio.Cambiar el mundo en los próximos quince años Eso sí, Felipe VI ha demostrado que de tartamudear nada, aunque la ocasión merecía tartamudeos, sudores y tembleques. No se amedrentó por nuestra infamia y pidió, como un Zapatero cualquiera, “actuar como un solo mundo” y transformarlo “en los próximos 15 años” para “librarlo de la pobreza extrema y del hambre que todavía hoy afligen a buena parte de la Humanidad”. Si no le conociera, hasta lloraría de emoción al creer que El Preparao es un gran humanista. No lo es. Y como no lo es, no puede realizar aseveraciones tan gruesas cuando visitó Arabia Saudí en su primer año de mandato y tuvo que anular otro viaje en el segundo año de reinado por la presión mediática. Es comúnmente aceptado que El Preparao va más sobrado de conocimientos e inteligencia que El Campechano, por lo que se supone que no es necesario recordarle lo complejo que resultaría cambiar el mundo de la mano de los sauditas. Este país lleva años cometiendo obscenos crímenes de guerra en Yemen y nosotros, sus amiguitos,les estamos vendiendo todo lo necesario para ello. Si a ello le añadimos que en la fanática dictadura se decapitaron a más de doscientas personas en los últimos dos años por delitos tales como homosexualidad, adulterio o ateísmo y que se han encontrado armas españolas en casi todos los últimos conflictos internacionales (Libia, Yemen o Siria), las palabras se convierten en un grotesco insulto.
Ciertamente, es una broma de muy mal gusto presentarse como promotor del desarrollo a la vez que se apoya a un régimen con estrechos vínculos con el Estado Islámico, más de 5.000 cadáveres en Yemen, muchos de ellos civiles, y varios miles de decapitados y encarcelados en su propio país.Refugiados Y siguió, total, las palabras se las escriben: “Estamos aquí para comprometernos, en nombre de nuestros pueblos, a transformar el mundo”. Si semejantes palabras las hubiera pronunciado el monarca sueco habrían supuesto un momento de reflexión en mitad de la sangrienta vorágine que supone la silenciosa guerra mundial que ya cuenta con más de 65 millones de desplazados. Pero no las hizo él. Suecia ha acogido a 163.000 refugiados desde 2015, dedica un 1% del PIB a los mismos y el 16% de los habitantes de dicho país nacieron en el extranjero. Llegaron al límite de sus posibilidades e hicieron todo lo que pudieron, y si se vieron forzados a reducir el flujo migratorio se debió al repugnante comportamiento de la mayoría de Europa, España incluida. Un sueco no tiene nada que reprochar a su estado y puede sentirse orgulloso, pero Suecia no es España ni Carlos Gustavo es Felipe VI ni su monarquía es machista como la nuestra (la heredera es Victoria de Suecia) ni fue restaurada por un sanguinario dictador fascista. España solo ha acogido a 480 refugiados de los más de 17.000 a los que se comprometió, por lo que si el compromiso al que se refiere Felipe VI es semejante, el mundo no se cambia ni en quinientos años. Si a ello le añadimos que Suecia tiene 9,5 millones de habitantes y España 46,7 millones, el esfuerzo sueco sería comparable a que España hubiera acogido a 800.000 refugiados… Así pues, el discurso de Felipe VI no es más que un chiste borbónico, uno más de los muchos que acumula la historia, ante un auditorio responsable de lo que acontece. Al mundo le iría mucho mejor si la alocución se hubiera pronunciado en una prisión, al menos existirían más posibilidades de cumplirse los vaticinios realizados. Papá Juan Carlos I y la ‘princesa’ Corinna cambiarán el mundo Felipe, ya crecido, como el amigo que se toma tres cervezas de más y se convierte en el amo de la fiesta, se lanzó: “Lo vamos a cambiar entre todos y para todos. La agenda para el cambio que hoy adoptamos es fruto de una negociación entre iguales y recoge la voz de millones de ciudadanos. Son ellos quienes nos han dicho lo que esperan de nosotros. Lo hacen en nombre de la generación que está ahora viendo la luz y que cumplirá 15 años en el año 2030”. Entre todos no sé, pero seguro que el mundo no lo cambian entre papá Juan Carlos I y suamiga entrañable Corinna ejerciendo de intermediarios en las ventas de más de 250 carros de combate a Arabia Saudí (ambos). Papá Juan Carlos I debió pensar que sería una buena forma de cambiar el mundo que los sauditas contaran con más de doscientos cincuenta carros de combate Leopard y el ministro Morenés que contarán con todo el arsenal de su bazar.Por desgracia, parece que papá Juan Carlos I no podrá cambiar el mundo porque se encuentra perdido en el glamour de los hoteles y restaurantes más exclusivos (a costa de todos nosotros). Las debilidades reales “Nadie es inmune a las debilidades de un modelo de crecimiento que ahora hemos de corregir y perfeccionar preservando sus fortalezas y eliminando sus excesos”, fue la guinda del pastel. Otro insulto más a la decencia si tenemos en cuenta el tugurio corrupto en el que vivimos, la lamentable situación de las Fuerzas Armadas, la mera existencia de la justicia militar, la ley mordaza, los recortes en derechos y libertades o gastos sociales, los medios de comunicación menos fiables de Europa, el segundo país del mundo con más desaparecidos… ¿No existen suficientes excesos en España? Aunque la ONU sea una organización fallida y desprestigiada, no merecen una patochada tan lamentable como la acontecida, para eso están los circos y, si fallan estos, los medios de comunicación españoles. Luis Gonzalo Segura, es exteniente del Ejército de Tierra, miembro del Colectivo Anemoi. En la actualidad, su principal fuente de ingresos son las ventas de Código rojo, ¡CONSÍGUELA AQUÍ FIRMADA Y DEDICADA!. “Código rojo le echa huevos al asunto y no deja títere con cabeza. Se arriesga, proclamando la verdad a los cuatro vientos, haciendo que prevalezca, por una vez, algo tan denostado hoy en día como la libertad de expresión” (“A golpe de letra” por Sergio Sancor). El Colectivo Anemoi recomienda las novelas “Código rojo” (2015) y “Un paso al frente” (2014). Un hito histórico en la lucha democrática en el seno de los ejércitos. Puedes seguirlo en Facebook móvil,Facebook internet,luisgonzalosegura.com y Twitter (@luisgonzaloseg).
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De acuerdo con el fallo del Tribunal, la alimentación forzada, universalmente reconocida como una forma de tortura, es una herramienta legítima para usar contra los huelguistas.
Eliakim Rubinstein, miembro del Tribunal Supremo de Justicia. (Yonatan Sindel / Flash90)
En los dos últimos meses tres palestinos han estado en huelga de hambre durante su detención administrativa sin juicio. Los tres son los hermanos Mahmud Balboul (jefe de policía), Muhammad Balboul (dentista), y Malk al-Qadi (periodista). El domingo el Tribunal Supremo de Israel dictaminó legítima la ley de la alimentación forzada, que permite a las autoridades israelíes alimentar a la fuerza y en contra de su voluntad a prisioneros en huelga de hambre si su estado de salud pone en peligro su vida, y que dicha ley es capaz de equilibrar el interés público sobre la santidad de la vida y el daño a la dignidad humana y la libertad de expresión. En otras palabras: los magistrados del Tribunal Supremo aceptaron la posibilidad de se alimenta a los tres huelguistas a la fuerza. Muhammad y Mahmoud Balboul fueron detenidos en una incursión de soldados israelíes en su casa en junio y fueron en detención administrativa después de que agentes del Shin Bet lograran "quebrar" a su hermana de 14 años, quien también pasó tres meses en la cárcel. Su padre fue asesinado por soldados israelíes hace más de 10 años. El portavoz del ejército que “ambos estaban involucrados en actividades militares graves poniendo en peligro la seguridad de la zona". Malk al-Qadi, un periodista de 20 años de edad, comenzó su huelga de hambre el 15 de julio para protestar por su detención administrativa. Al-Qadi fue detenido el 23 de mayo, interrogado y puesto en detención administrativa después de que el Shin Bet decidiera no acusarlo. El viernes pasado su madre fue convocada al Hospital Wolfson de Holon, donde se encuentra hospitalizado, después de que, supuestamente, entrase en estado de coma. El portavoz del ejército aún no ha respondido a las preguntas sobre los motivos de su detención. "Tenemos delante un tema complejo por sus aspectos humanos, morales y legales", escribe en el fallo el magistrado Noam Solberg. "La santidad de la vida, la seguridad del Estado, el derecho a la autonomía, el derecho a la igualdad, la libertad de expresión, la responsabilidad del Estado sobre sus prisioneros, todos estos factores se conjugan en este caso. "Los jueces escribieron más de 100 páginas para explicar por qué la alimentación forzada, una práctica reconocida por las instituciones médicas en todo el mundo como una forma de tortura, en realidad está bien. En su sentencia los jueces israelíes ponen a disposición una serie de argumentos sobre por qué debe alimentarse a los huelguistas a la fuerza. En primer lugar, escriben, la persona en huelga de hambre no es un "paciente común", sino más bien una persona que, conscientemente, pone su vida en peligro para el propósito de la protesta o para ejercer presión sobre el Estado. En segundo lugar, según los jueces, no se puede saber si la persona que está en huelga de hambre lo hace por propia voluntad o si se enfrenta a la presión de hacerlo. En tercer lugar, hay implicaciones que van más allá de la cuestión personal de quien está en huelga de hambre. En cuarto lugar, la responsabilidad de la salud del prisionero pertenece al Estado. Ley fundamental: dignidad y libertad humanas, escriben los jueces, obliga al Estado no sólo a asegurar la inviolabilidad de la vida, también coloca la responsabilidad activa en el Estado para proteger a todos los seres humanos. En quinto lugar, el Estado debe proteger la seguridad pública, y si el preso muere como consecuencia de su huelga de hambre, esto puede conducir a dañar la seguridad del Estado. Sin libertad de expresión La alimentación forzada consiste en atar al prisionero y colocar por la fuerza un tubo flexible en su esófago, ya sea a través de la boca o de la nariz. Muchas veces el tubo "no alcanza" el estómago y el alimento líquido termina derramándose en los pulmones. Esto sucedió en el caso de los cinco prisioneros palestinos alimentados a la fuerza que murieron a manos de los médicos israelíes. La Declaración de Malta –firmada también por Israel- acerca de la huelga de hambre, prohíbe inequívocamente la alimentación forzada y establece que su práctica equivale a tortura. Y también está prohibida por la Declaración de Tokio de 1975. Aunque la Declaración de Malta permite la "alimentación artificial" de un preso que ha perdido el conocimiento, lo hace sólo hasta que el prisionero vuelve y puede indicar claramente su deseo al médico. Desde el momento en que el médico sabe que el paciente quiere seguir en huelga de hambre, el profesional no lo puede tratar, incluso si cuesta su vida. El fallo de la justicia también contempla los argumentos expuestos por las organizaciones de derechos humanos que apelaron la decisión de forzar la alimentación de los hermanos: Mizan, Yousef Al-Sadiq (que desde la presentación del recurso ha sido declarada organización ilegal), Médicos por los derechos humanos, Israel, el Comité público contra la Tortura en Israel, HaMoked, centro para la defensa del individuo y Yesh Din. Los tres jueces se centran en la afirmación de que la ley deriva más de la ponderación de los factores de seguridad y menos sobre el estado real de los huelguistas.
Manifestantes en Ramallah salieron en solidaridad con el palestino en huelga de hambre, Bilal Kayed, agosto de 2016. (STR / Flash90)
"A partir de la historia de la enmienda", escribe el magistrado Menachem Mazuz, "está claro, sin ninguna ambigüedad, que la consideración respecto a la huelga de hambre de los presos, y especialmente los prisioneros de seguridad, el bienestar público y la seguridad fueron una de las principales consideraciones que llevaron a iniciar la modificación en primer lugar". En este caso los jueces respaldan la posición adoptada por el legislador: "Dado que el daño potencial a la seguridad pública depende del daño a la vida del prisionero en huelga de hambre, entonces cualquier forma de evitar la huelga de hambre salvando la vida del prisionero mediante el tratamiento adecuado (aunque sea forzado) aborda el interés de proteger la seguridad pública". También se pidió a los jueces que fallasen acerca de que, a pesar de que la huelga de hambre de los hermanos es una herramienta de expresión, poner fin a la misma no es una violación de su libertad de expresión, ya que es un derecho del que no gozan los presos. "El daño se centra en la violación de la posibilidad de huelga de hambre o en la violación de la libertad de expresión y de protesta, que en todo caso son limitados en el caso de los presos", escribe Mazuz. "La seguridad ha sido el único o principal objetivo", escribió el juez Eliakim Rubinstein, "podríamos haber puesto en duda si la alimentación forzada se debe utilizar... la seguridad pública y el Estado, por importantes que puedan ser, y son importantes, no serían suficientes como para justificar un daño fundamental como es la alimentación forzada". Una sangrienta historia de la alimentación forzada Los jueces también se mostraron satisfechos con la complejidad del proceso para obtener el permiso para la alimentación forzada: un dictamen médico sobre la posibilidad de que la huelga de hambre está poniendo en peligro la vida del prisionero. El comisionado del Servicio de Prisiones de Israel, con la aprobación del fiscal general es quien también debe decidir si desea activar al Tribunal de Distrito para recibir el permiso para tratar al paciente sin su aprobación. También debe opinar sobre el tema el comité de ética del hospital y el prisionero o sus representantes también deben ser tenidos en cuenta (tienen el derecho de apelar la decisión del Tribunal de Distrito al Tribunal Supremo), etc. A pesar de que según la Asociación Médica Mundial y varias convenciones y declaraciones de numerosos países de todo el mundo la alimentación forzada es una forma de tortura, los jueces dictaminaron que las declaraciones de Tokio y Malta "no representan la situación legal presente en el mundo o en Israel, sino que representan posturas éticas en particular. Tal vez son el resultado de las prácticas crueles de los países entre los que no nos encontramos, gracias a Dios". Sin embargo en ninguna parte de su decisión los jueces mencionan los nombres de Rassam al-Hilweh y Ali Ja'afri, que murieron en la prisión de Ramle después de que los miembros del Servicio de Prisiones de Israel introdujeran a la fuerza un tubo que llegó a sus pulmones en lugar de a sus estómagos usándolo para introducir margarina, huevos y leche en sus cuerpos. Tampoco mencionaron los nombres de Abed al-Qadr, Abu al-Fahm, Mahmoud Faritig o Hassin Namr Abidat, los cuales murieron en las cárceles israelíes como resultado de la alimentación forzada. Otra cuestión que los jueces discutieron fue la voluntad de tratamiento coercitivo utilizado basado en la ley judía: la palabra "judío" aparece 20 veces en la decisión y la palabra "hebreo" (ley hebrea) aparece 11 veces. Rubinstein ve en la palabra "judío" la autodefinición de Israel como el derecho del pueblo judío a la libre determinación, incluida la capacidad de defenderse de los que tratan de destruirlo desde fuera. Lo que los jueces olvidan es que casi todos los huelguistas de hambre hasta la actualidad no han sido judíos y no tienen ninguna inclinación a comprobar lo que dice el islam sobre el tema. Los tres detenidos administrativos en cuestión siguen en huelga de hambre. Y si bien el Estado ha decidido congelar temporalmente su detención, esto se hizo sólo en el papel. Todavía tienen prohibido salir del hospital y cuando se restablezca la orden administrativa, una vez más, entrará en vigor para continuar su detención. Noam Rotem es un activista israelí, ejecutivo en empresas de alta tecnología y bloguero en Local Call , donde este artículo se publicó por primera vez en hebreo. Leerlo aquí. Fuente: http://972mag.com/high-court-green-lights-torture-of-hunger-strikers/121877/