¿Se acabaron debates sobre Cuba en Miami? José Manzaneda
?
Durante
décadas, los grandes canales de televisión y radio de Miami en idioma
español, han dado espacio exclusivo a quienes condenan y atacan a la
Revolución cubana (1) (2).
Son horas, cada día, de discurso único en informativos, tertulias o programas de entrevistas (3). Por ello, resulta
curioso que la participación –excepcional y anecdótica- de un defensor
de la Revolución cubana en un debate televisivo en Miami, fuera
presentada como modelo para el “periodismo plural” que –nos dicen- falta
en Cuba. “Es
mi deseo que este sea el primero de muchos debates entre el castrismo y
la oposición. No solamente aquí, en la ciudad de Miami, sino
especialmente dentro de Cuba (…) Espero ciertamente que este tipo de
debate pueda ser en Cuba, que lo podamos hacer en Cuba próximamente”.Así
repetía este mensaje, una y otra vez, la periodista María Elvira
Salazar, en el canal Mega TV, al conducir un debate entre el “disidente”
José Daniel Ferrer y el periodista de izquierdas Edmundo García (4).
Un
debate que constituyó una victoria aplastante y sin paliativos de este
último, a pesar de luchar contra dos contrincantes: su oponente Ferrer y
la propia moderadora del programa.
El primer golpe de Edmundo García fue refutar el carácter supuestamente “independiente” de la llamada “disidencia” cubana, presentada en el programa casi como un movimiento “filantrópico”. “¿Cómo
puede Vd. alquiler buses, llevar a la gente a la playa, darle comida a
las viudas, ayudar a los niños? (…) Eso cuesta dinero, ¿cómo lo hace?”.
“De varias fuentes –respondió Ferrer-. Una, de una organización de acá (Miami), llamada Fundación Nacional Cubano Americana”. “La Fundación Nacional Cubano Americana –aclaró entonces Edmundo García-
recibe dinero del Gobierno de EEUU y así lo canaliza a Vds. Por tanto
es dinero del Gobierno de EEUU, algo totalmente ilegítimo. Si eso que
Vd. recibe allá, en Cuba, que le envía el Gobierno de EEUU, fuera al
revés, si alguien mandara dinero para acá, a través de una organización,
siendo procedente de un gobierno cualquiera, el ruso, el chino o el
cubano, iría a la cárcel. E iría a cumplir la prisión completa por 30,
40 o 50 años. Porque eso se llama delito de mercenarismo” (5).
No
pudiendo desmentir el financiamiento de la “disidencia” cubana por
parte de la Casa Blanca, José Daniel Ferrer acabó reconociendo y justificando este hecho: “Recibimos dinero de toda nación del mundo libre que, sin condiciones, nos lo envíe”.
Pero Edmundo
García no solo demostró que la citada Fundación Nacional Cubano
Americana es la pantalla para camuflar el envío de fondos de Washington a
los grupos que, en Cuba, responden a sus intereses. También que el
terrorismo practicado por dicha Fundación (6) –creada, recordemos, por el presidente Ronald Reagan (7)- convierte en papel mojado el supuesto “pacifismo” de la “disidencia” cubana. “La
Fundación Nacional Cubano Americana ha estado detrás de proyectos de
actos hostiles, terroristas, contra Cuba. Incluso llegó a pagar una
página en el Herald, cuando estaban explotando las bombas en La Habana y
falleció Fabio Di Celmo, para decir que era una conspiración de los
militares cubanos. ¿Cómo te puedes relacionar tú con una organización
que ha tenido un prontuario terrorista, incluso reconocido por ellos
mismos?”.
El segundo golpe de Edmundo García fue desmontar la supuesta “brutalidad policial” mediante “golpizas” en Cuba. “¿El no estar de acuerdo políticamente con un gobierno –atacó la presentadora- se merece una golpiza?” García respondió desvelando las propias contradicciones de María Elvira Salazar: “Yo
te hice una apuesta, en el último programa de televisión que hicimos.
Les dije a tus productores que trajeran un video donde hubiera una
golpiza. Que trajeran uno solo. Y no fueron capaces de traerlo. Tuvimos
un siguiente programa de televisión y tampoco pudisteis mostrarlo”.
El programa emitió, durante el debate, dos videos de policías cubanos interviniendo en sendos tumultos callejeros (8). Pero las
imágenes, de pésima calidad, lejos de demostrar la existencia de
palizas o brutalidad, obligaron a la presentadora a corregir sus
palabras. “Con lo que han mostrado –espetó García-
ha quedado muy mal José Daniel, porque ahí no hay ninguna golpiza.
Absolutamente ninguna golpiza”. “Edmundo, ya te dije que la palabra
golpiza la dejamos a un lado. (Diremos) arresto”, se corrigió la presentadora.
Pero
esta rectificación de la moderadora no hizo cambiar el discurso de José
Daniel Ferrer, quien aseguraba que el video, puesto a cámara lenta,
descubriría a policías “partiendo costillas y cabezas”. “Si
Edmundo se pone los espejuelos (gafas) y ponemos (el video) a cámara
lenta, va a ver a un policía, con un objeto contundente, partiendo
costillas y cabeza”. Este dislate servía a Edmundo García para
dar la puntilla final al mito de la supuesta “represión policial” en
Cuba, al hablar de su contrapunto… en EEUU. “Si
aquí en EEUU, en la Convención Demócrata o Republicana, tú te tiras en
el piso ante la solicitud de arresto de un agente del orden, ahí sí hay
golpizas” (9).
Durante el programa, Edmundo
García dio otras muestras de maestría en la comunicación. Al explicar,
por ejemplo, el porqué de la emigración cubana a EEUU (10). “¿De quién es la culpa de que se monten en las balsas, de la Ley de Ajuste Cubano, o del Gobierno de Cuba?” –preguntó María Elvira-. “Hay dos razones fundamentales –respondió Edmundo-.
Una, la Ley de Ajuste Cubano, que es un atractivo que solo existe para
los cubanos que viven en Cuba, y que, además, es muy hipócrita, porque
tiene un acápite de `pies secos, pies mojados’. Y, por otra parte, el
proceso natural del mundo moderno, el del Sur emigrando hacia el Norte.
Porque no hay diferencia entre un emigrado dominicano y uno cubano. No
hay diferencia entre un emigrado mexicano y uno cubano. (…) Existe una
Ley (de Ajuste) que constituye un atractivo, un imán. No es que lo diga
yo, lo dicen los jefes de estado de América Latina, de Centroamérica: se
dan cuenta de que las crisis (migratorias) que se han dado son por la
Ley de Ajuste Cubano. Y nadie va a acusar de ser comunista a la
Canciller de Colombia”.
Mientras, el
“disidente” José Daniel Ferrer serían repitiendo sus disparates
aprendidos, llegando a comparar al Gobierno cubano… ¡con el de Hitler! “Recordemos
que en Cuba estamos en presencia de un régimen que solo tiene parecido
con el actual régimen de Norcorea. (…) Y también tiene mucho parecido
con el régimen de Adolf Hitler en Alemania y el de Benito Mussolini, al
que Fidel Castro imitó durante años”. “Este debate no es serio –se enfadó García-. No es serio que él esté comparando al Gobierno cubano con Hitler o Mussolini. Es una falta de respeto al Holocausto”.
Las
protestas desde Miami, días después del debate, contra el canal Mega
TV, por haber ofrecido este espacio a un defensor de la Revolución
cubana, demuestran hasta qué punto fue aplastante la victoria de Edmundo
García (11) (12) (13) (14). ¿Se atreverán a invitarlo de nuevo,
siquiera –como ahora- una vez por año? ¿O la subida de audiencia que
garantiza, en cada aparición, este periodista cubano emigrado, no
justifica el peligro que representa dar espacio a sus incómodas
reflexiones (15)?
“Miami
es como una escuela de cuadros. Cuando yo ví el terrorismo que se
planifica contra Cuba; cuando vi personas, con las que Vd. tiene
relaciones, y han estado vinculados a actos terroristas contra Cuba y
contra la población civil cubana, que han preparado atentados, que han
introducido enfermedades como el dengue hemorrágico en Cuba, y hoy son
`pacifistas´, ahí es donde realmente me di cuenta que Miami era el lugar
equivocado de la extrema derecha. Y esas personas son quienes, hoy en
día, les apadrinan a Vds. (Edmundo García)”
José Manzaneda es coordinador de Cubainformación.