“Exxon conocía la verdad sobre el cambio climático y mintió”
El Comité de Ciencia del Congreso de EEUU justifica su citación a varias ONG y fiscales por pedir que se investigue si Exxon mintió sobre las consecuencias de las emisiones de dióxido de carbono.
Santiago Sáez | La Marea | 19 septiembre 2016
La polémica en torno al supuesto conocimiento que la petrolera Exxon tenía, hace casi cinco décadas, sobre la peligrosidad que las emisiones de dióxido de carbono asociadas al uso de combustibles fósiles tenían para el medio ambiente se ha recrudecido estos últimos días en EEUU. En un gesto de claro apoyo a la multinacional con sede en Texas, el republicano Lamar Smith (que casualmentepreside el Comité de Ciencia del Congreso), ha defendido su decisión de requerir cualquier documentación relacionada con la presunta ocultación de información sobre el cambio climático por parte de ExxonMobil.
Hace dos meses, los fiscales generales de los Estados de Nueva York y Massachusetts, así como nueve ONG, recibieron citaciones por parte del comité. Smith -que representa al Estado de Texas- justificó esta acción para, en teoría, defender la libertad de expresión de la petrolera y de ciertas instituciones científicas. Sin embargo, miembros demócratas de la comisión, así como las partes requeridas, afirmaron que la citación responde a motivaciones políticas. De hecho, todos los citados han anunciado su intención de apelar en contra del requerimiento, argumentando que está más allá de las capacidades del parlamento estadounidense. May Boeve, la directora ejecutiva de 350.org, una de las organizaciones citadas por Smith, dijo en una nota de prensa que la vista del comité “bien podría estar patrocinada por ExxonMobil”. Boeve denunció que el político tejano ha recibido, a lo largo de su carrera, cerca de 700.000 dólares en donaciones de la industria de los combustibles fósiles para sus campañas electorales. Su conclusión es clara: “Smith está tratando de distraernos de la cuestión: Exxon sabía la verdad sobre el cambio climático y mintió“.
Informe con serias advertencias
En 1968, científicos del Instituto de Investigación de Standford (SRI)advirtieron a la patronal petrolera API del riesgo que las emisiones de dióxido de carbono procedentes de la combustión fósil suponían para el clima global. Uno de los autores del informe, Elmer Robinson, afirmó que el CO2 es “la única sustancia contaminante cuya importancia global para el hábitat humano ha sido demostrada en base a un periodo largo de investigación científica”. El documento ya preveía posibles consecuencias como el derretimiento de los casquetes polares y la subida del nivel del mar. En los 20 años que siguieron al informe, Exxon se convirtió en uno de los líderes de la investigación climática a escala mundial. Como consecuencia, la compañía acondicionó sus infraestructuras a algunos de los efectos del calentamiento global. Entre otras medidas, sus plataformas petrolíferas fueron preparadas para una eventual subida del nivel del mar, y el casco de su mayor buque fue adaptado para el aumento de la acidez que supondría una mayor absorción de dióxido de carbono por las aguas oceánicas. A finales de los 80, cuando la mayoría de países del mundo y Naciones Unidas empezaron a considerar la gravedad del problema, Exxon entendió que la rentabilidad de la empresa no sería compatible con la adopción de medidas para reducir las emisiones. En una nota interna emitida en 1988, recogida por el diario Los Angeles Times, la compañía adoptaba la posición de “enfatizar la incertidumbre de las conclusiones científicas acerca del potencial incremento del efecto invernadero“.
A principios del siglo XXI, la posición de Exxon, para entonces conocida como ExxonMobil, ya estaba consolidada a nivel federal. La llegada de George W. Bush a la Casa Blanca allanó el camino. Por ejemplo, el 6 de febrero de 2001, sólo 17 días después de la investidura del magnate tejano del petróleo como presidente de EEUU, la Casa Blanca recibió un fax del principal lobbista petrolero, Randy Randol, en el que se señalaba a Michael MacCracken, jefe de investigación sobre cambio climático del Gobierno, como prejuicioso a nivel político y científico. MacCracken, que iba a representar a Estados Unidos en el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de la ONU, fue despedido poco después. Durante los 15 años siguientes, mientras el consenso científico internacional sobre el origen antropogénico del cambio climático crecía, los escépticos se apoyaron en los pocos científicos que señalaban orígenes distintos. Escándalos como el del ingeniero aeroespacial Wei-Hock Soon, que ocultó el conflicto de intereses que suponía el más de un millón de dólares que aceptó de compañías de la industria de los combustibles fósiles, han minado el apoyo la oposición a la opinión científica mayoritaria: que el cambio climático tiene un origen humano ligado a la combustión de petróleo y gas.
Investigación contra la petrolera
En noviembre de 2015, el Fiscal General de Nueva York, Eric Schneiderman, abrió una investigación para determinar si la petrolera había mentido al público sobre las causas y efectos del calentamiento global. Con esta acción, Schneiderman trata de esclarecer si las posiciones públicas de ExxonMobil están de acuerdo con la información obtenida de sus propias investigaciones. Asimismo, el fiscal neoyorquino quiere verificar si la compañía petrolera financió a organizaciones o individuos para sembrar la duda sobre la evidencia científica acerca de las causas y efectos del cambio climático. Otros 16 fiscales de Estados Unidos y las Islas Vírgenes se han unido a la investigación de Eric Schneiderman, incluyendo la Fiscal General de Massachusetts, Maura Healey, que ha sido denunciada por la petrolera.
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