miércoles, 14 de septiembre de 2016

Como era previsible, Rita Barberá se ríe de propios y extraños. Deja el PP pero mantiene su escaño




Como era previsible, Rita Barberá se ríe de propios y extraños. Deja el PP pero mantiene su escaño. 

Era de cajón, ni el PP puede obligar a Rita, con todo lo que sabe y todo lo que puede largar por esa boquita la del carné número tres del partido, ni Rita iba a estar dispuesta a tentar a la suerte (si no encontraban forma de garantizarle impunidad absoluta) de topar con un juez parcialmente independiente en un juzgado ordinario. Y las matemáticas del régimen no fallan, dos más dos han sido desvergüenza.

Con suerte algún día una buena parte de ese pueblo que permanece idiotizado o dormido –y que es cómplice de la corrupción– despertará. Aunque es mucho suponer, porque hoy le están tocando el tambor y las cornetas a un centímetro de la oreja y no reacciona.
Pues nada, una afrenta más, un insulto más. El que hace potrocientosmil
Rita, eres la mejor. ¿Verdad, Mariano?

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