El diagnóstico del Consejo Mundial de Energía ha sido contundente."ESTAMOS ANTE EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN MODERNA"

  CONSEJO MUNDIAL DE ENERGÍA: "ESTAMOS ANTE EL FIN DE LA CIVILIZACIÓN MODERNA"

   
   El diagnóstico del Consejo Mundial de Energía ha sido contundente. Las reservas probadas de petróleo y de gas en el mundo sólo alcanzarán para los próximos 56 y 55 años. ¿Qué es lo que esto viene a significar?
     Los expertos en la materia tienen una visión muy escéptica en cuanto a las previsiones del futuro. Creen que el planeta se desliza hacia una crisis de características catastróficas en el sector energético. La cuestión es que los diagnósticos han dejado de tener puesta su mirada en la ambigüedad de "generaciones futuras". Por el contrario, los cambios irreversibles que anuncian podrían producirse ya en la presente generación. Las conjeturas del Consejo Mundial de Energía están basadas ahora en los datos sobre las reservas de petróleo disponibles.



LAS RESERVAS Y LAS ENERGÍAS ALTERNATIVAS


      Según las deducciones emitidas a través del informe del Consejo Mundial de Energía, las reservas de crudo no extraído alcanzan las 223.000 millones de toneladas y las de gas los 209 billones de metros cúbicos. Sin embargo, la situación se complica aún más si se tiene en cuenta el hecho de que  las fuentes de energía alternativas no han logrado ocupar posiciones importantes. Sólo ocupan un escaso 5% de la producción mundial de electricidad. Datos significativos como estos ponen de relieve la importancia que tienen los recursos alternativos para archipiélagos aislados como el canario. Y las repercusiones incalculables  que tienen para el futuro políticas como las aplicadas por el actual ministro José Manuel Soria, en las que se prioriza la búsqueda y obtención de energías tradicionales, como el petróleo, por encima de las innovadoras.

       No son pocos los técnicos y expertos que comparten al 100% el alarmismo de sus colegas del Consejo Mundial de Energía. El economista jefe de la Agencia Internacional de Energía, Fatih Birol, señaló ya hace unos años que más de 800 campos de petróleo en todo el mundo, cuyas reservas estimadas equivalen a las tres cuartas partes de petróleo del planeta,  han sobrepasado el pico de producción y que la tasa de agotamiento es dos veces más rápida de lo que debería, según los cálculos que se hacían hace dos o tres años


     El citado Fatih Birol auguraba con gesto fatalista que "un día de estos nos quedamos sin petróleo. Ello no ha a suceder  hoy o mañana, pero uno de estos días nos quedaremos sin petróleo y tenemos que abandonar el petróleo antes de que nos abandone a nosotros. Tenemos que prepararnos para este día"



"PRESENCIAMOS EL COMIENZO DEL FIN DE LA CIVILIZACIÓN MODERNA"



     Estamos viviendo tiempos de cambios realmente dramáticos. Para no pocos la crisis económica actual era un hecho impensable. Otros, en cambio, más atentos a la dinámica anarquizante del sistema capitalista, avisaron durante años acerca de  la catástrofe por la que hoy estamos atravesando. Con las posibilidades energéticas del planeta está sucediendo ahora algo similar. Lo terrible es que incluso si la demanda se mantiene estable y no crece, el planeta tendrá que encontrar un volumen equivalente a cuatro Arabias Sauditas para mantener la producción dentro de los indicadores actuales.  Y ello no es posible, evidentemente

 

        Ya no hay quien crea que el modelo actual pueda mantenerse con la energía de los hidrocarburos. Pero afortunadamente existen fuentes de energía alternativa como la eólica, la solar y la hidráulica solar, la eólica y la hidráulica, que hay que desarrollar con rapidez para ir desplazando a las hidrocarburos.



       Nadie duda ya que los días del petróleo a bajos precios han concluido definitivamente. Y que estamos entrando en el comienzo del fin de la civilización moderna. Es evidente -al menos aparentemente -que no regresaremos a la edad de piedra, pero también lo es que nuestros más próximos descendientes en el mundo capitalista y consumidor tendrán que prescindir de la mayoría de "comodidades" de las que disfrutan los más privilegiados.