jueves, 22 de mayo de 2014

COLOMBIA: Elecciones mafiosas


Elecciones mafiosas


La clase dominante colombiana con sus riquezas inconfesables y su economía de la narco-dependencia, aspira de nuevo a ganar las elecciones como en una licitación de las que tienen por costumbre “negociar”.
En esta licitación mafiosa los elegidos son los prestanombres de las multinacionales y la gran oligarquía, que ya operan un nuevo “affaire”.

 
En un país narco-dependiente como Colombia, las elecciones son mediadas por el imperialismo y “socios pantallas”, que hoy en manos de Uribe-Zuluaga, Santos o la “goda”, -tod@s responsables de chanchullos-, pretenden disputarse el poder, para continuar con la transferencia de la inmensa riqueza nacional a su clase, sus socios paramilitares, los bancos imperiales –con su dinero sucio-, y desde luego a las grandes empresas multinacionales, “dueñas” de la tierra, la minería, el agua, como de las demás áreas estratégicas de la economía nacional.
Estos políticos de “narcobusiness” y de lavado de dinero, quienes se “culpan mutuamente”, son solapados por su “inteligencia militar”, que siempre les ha permitido a cambio de generalatos; gozar de impunidad, senadurías, gobernaciones, ministerios, embajadas y/o procuradurías, convirtiéndolos regularmente en candidatos legales, con una economía legalizada, pero que pese a llevar décadas “en el negocio del narcoterrorismo”, - en el caso de Uribe -, siguen legitimando sus políticas , sus ingresos mafiosos, los de sus poderosas familias, y desde luego los de sus aliados de turno, paramilitares, ganaderos o grandes “empresarios”, cuyo dinero ha penetrado los circuitos financieros con grandes negociados, como DMG, Inter-bolsa, Agro-ingreso seguro, el cartel de la contratación, - entre otros-, hoy dizque sujetos a indagatoria por la procuraduría, y/o por las grandes agencias antidrogas de este planeta”.
Es indudable que el centro de gravedad del poder no son las chuzadas (inteceptaciones), o los ciber-espías de Uribe-Zuluaga, lo es una clase política, y un Estado con una estructura operativa y de seguridad, “hecha” para “gobernar”, asesinar, desaparecer, espiar, lavar dinero; o para el tráfico de influencias ,- mermelada electoral-, todo alrededor del narco-poder que hoy continúa encabezado por Álvaro Uribe Vélez, quien ya no puede “compartimentar” su responsabilidad directa en la “edificación” del narco-estado, que hoy exige la mayor impunidad para imponer a su “ventrílocuo” Zuluaga, cada vez más “envainado” con los “haker´s”, y las andanzas de su patrón con el terrorismo de estado, sus “falsos positivos”, las fosas comunes, y/o la guerra sucia electoral.
Sin embargo, -por otro lado-, lo que el pueblo continua exigiendo con fuerza y dignidad, es el compromiso con la paz , un nuevo gobierno, democrático-popular, de unidad revolucionaria, así como el juicio de la Nación y la humanidad a los responsables de esta barbarie capitalista.

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