miércoles, 11 de julio de 2018

La Sexta y La Razón: el mismo perro contra Willy Toledo y contra Cuba

La Sexta y La Razón: el mismo perro contra Willy Toledo y contra Cuba
José Manzaneda, coordinador de Cubainformación.- “Me gustaría que este señor (…) alguna vez condenase el asesinato de homosexuales en Cuba por el hecho de ser homosexuales” (Eduardo Inda, tertuliano y director de OK diario). “En Cuba hay todavía homosexuales en las prisiones” (Javier Sardá, showman y tertuliano). ¿Homosexuales encarcelados, asesinados en Cuba? ¿Les parece si escuchamos a las “víctimas”? “La sociedad cubana tiene todavía mucho que cambiar, pero con respecto a nosotros los homosexuales y los travestis, ha habido bastantes avances y eso se lo agradecemos, sobre todo, a la Revolución, porque nos ha dado nuestro espacio” (1). “Es lo mejor, porque nos ha dado esta libertad y nos va a seguir dado libertad, esperamos”. “Yo solo puedo opinar que estoy muy contento de que en mi país se hagan galas (contra la homofobia) como esta y de que se apoye a la juventud gay” (2). Son opiniones recogidas por Cubainformación TV, el pasado mayo, en las calles de la Isla.
En Cuba se han dado pasos importantes en el respeto a la libre orientación sexual y de género, y campañas contra la homofobia y la transfobia recorren las calles, los medios y las escuelas del país (3). Pero, como en tantos temas, la realidad de la Isla va por un lado, y lo que oímos en los medios de comunicación -españoles, por ejemplo- va por otro.
El conocido showman y tertuliano Javier Sardá atacaba a Cuba, en esta misma línea, mencionando al escritor cubano Reinaldo Arenas. “Reinaldo Arenas, escritor cubano que estuvo en la cárcel, que le machacaron, que le destruyeron por homosexual…”.  Es curioso que el caso Arenas, que ocurrió hace más de 40 años, sea el argumento hoy para atacar al sistema político cubano (4). El actor Willy Toledo replicaba a Sardá citando los asesinatos de estado cometidos, en aquella época, por la “democracia” española: “Si hablamos de Reinaldo Arenas hablemos de Lasa y Zabala” –torturados, asesinados y enterrados en cal viva por la Guardia Civil en 1983- “que no estuvieron presos, sino que fueron asesinados por el sistema español” (5).
La escena corresponde al programa “Al rojo vivo” del canal español La Sexta, que invitó a Willy Toledo a su plató el pasado 27 de junio (6). Un hecho excepcional, ya que el actor, desde que en 2010 realizó unas declaraciones sobre Cuba inaceptables para los círculos de poder mediático (7), y por su actividad sindical en el sector audiovisual (8), sufre un boicot laboral (9) y un permanente linchamiento en los medios españoles (10).
El programa tuvo minutos de inusual libertad de expresión, cuando Toledo habló de presos políticos, torturas y falta de democracia en España; o cuando realizó una defensa de procesos, demonizados en los medios, como los de Cuba y Venezuela. “Todas las mentiras que vertéis sobre Venezuela, sobre Cuba, contra todos aquellos países y sistemas políticos que no os interesan...” Aunque para ello tuviera que lidiar no solo contra la mayoría de tertulianos, sino contra el propio presentador, convertido en juez y parte. “Creo que nuestra perspectiva sobre Venezuela no es exactamente la misma que otros medios de comunicación de este país” (Antonio García Ferreras, director y presentador del programa). “Prácticamente. Al final, con una pátina `sociata´, `progre´, estáis diciendo lo mismo y diciendo las mismas barbaridades, como por ejemplo que (Nicolás) Maduro es un dictador, que (Hugo) Chávez era un dictador” (Willy Toledo). “No me parece la democracia de mayor calidad la de Maduro” (A. G. Ferreras). “Pero es que es mentira que en Venezuela se persiga a los medios de comunicación, es mentira” (W. Toledo). “¿Y quién se lo ha inventado, Willy?” (Javier Sardá, tertuliano). “Vds. Y los medios de comunicación capitalistas, que están dispuestos a mentir hasta el último extremo con tal de derribar sistemas políticos contrarios a sus intereses” (W. Toledo).
Willy Toledo aprovechó el espacio para adentrarse en un tema tabú: el de la propiedad de los medios de comunicación, que condiciona la información y la selección de opiniones de acuerdo a sus intereses e ideología (11). “Que Vds. crean que tenemos dónde elegir es una falacia como la copa de un pino”. “Los mismos dueños de esta cadena que pasa por ser la cadena `progre´ de este país son los dueños del diario `La Razón´, que es el diario nacional católico fascista español. Esto es una cuestión de nichos (de mercado)”, explicó el actor. “Esto se llama libertad de prensa”, le respondió Ferreras. “¿Qué libertad de prensa?” (W. Toledo). “Hay un editor que invierte en lo que quiere y monta el medio de comunicación que considere” (A. G. Ferreras). “Como decía el gran Carlos Marx, la libertad de prensa es la libertad del dueño de la imprenta, y en este país hay dos grupos de comunicación que controlan el 85 % de los medios” (W. Toledo).
Toledo fue más allá, y puso el dedo en la llaga, al tocar uno de los temas blindados por la censura: el de la explotación laboral en las empresas periodísticas (12). “Tú te has preguntado y preocupado alguna vez de los sueldos de esta gente que está aquí detrás cámaras, gente de producción, becarios, cuánto cobra esta gente? (…) ¿700 euros te parece bien, te parece un buen sueldo?”, se dirigió a Antonio García Ferreras.  “¿Pero por qué hablas en nombre de ellos?, respondió este. “Porque no tienen altavoz. Tienen voz, pero no altavoz” (W. Toledo). “Tienen voz y altavoz...” (A. G. Ferreras). “¿Tú has traído alguna vez a un cámara a que explique las condiciones laborales de este programa? ¿Por qué hablo en su nombre? Porque tengo el privilegio, entre otros muchos, de tener un micro y me lo ponéis. Y como mis compañeras trabajadoras, obreras, no tienen ese micro, yo hablo y denuncio su situación”, explicó el actor entre constantes interrupciones.
Días después, otro programa del canal, La Sexta Noche, volvió a hablar sobre Willy Toledo (13). Y bajo un gran titular de tono burlesco (“¡Liberad a Willy!”), varios tertulianos se dedicaron a insultar al actor, esta vez sin su presencia (14). “Es un fascista Willy Toledo, además es un actor mediocre. (...) Lo que define a Willy Toledo es que es un botarate”, decía Francisco Marhuenda, director del diario La Razón. “A Willy Toledo hay que llevarlo a un frenopático. (...) Un psiquiatra para Willy Toledo, hay que hacer una cuestación para pagarle un psiquiatra a Willy Toledo”, añadía Eduardo Inda, director de OK diario.
Este tertuliano, Eduardo Inda, recriminaba el apoyo del actor a Cuba, con los siguientes argumentos: “Me gustaría que este señor (Willy Toledo), que vive a cuerpo de rey en El Laguito, que es el mejor sitio de Cuba (…) alguna vez condenase el asesinato de homosexuales en Cuba por el hecho de ser homosexuales, y alguna vez condenase las ejecuciones sumarias que se siguen produciendo en Cuba”. En menos de 20 segundos, Inda decía tres mentiras de manual. Una, Willy Toledo no vive ya en Cuba, y en su estancia de un año residió de alquiler en un pequeño apartamento de La Habana, jamás en “El Laguito”, residencia de protocolo internacional (15); dos, en Cuba no hay ninguna “ejecución sumaria” y la pena de muerte está en moratoria desde hace 15 años (16); y tres, en Cuba ni se “asesinan homosexuales” ni se conocen crímenes de odio por orientación sexual, en contraste con países como México, Honduras o Colombia (17).
Willy Toledo denunció también la persecución política y mediática que sufre: “Pero voy a sufrir consecuencias. La libertad de expresión, insisto, es el derecho a hablar y el derecho a no ser perseguido por hablar, y a mí me persiguen”. La periodista y tertuliana Nativel Preciado, lejos de solidarizarse con el actor, justificaba su persecución: “Consecuencias porque se pone Vd. en evidencia, porque no está bien informado, porque confunde un totalitarismo con una democracia, porque defiende al régimen de Cuba y al de Venezuela”. Y es que no son solo los dueños y los consejos de redacción de los medios. También su élite de periodistas seleccionados respalda la censura, la represión y la persecución de quienes osan, en los resquicios mínimos que deja el sistema mediático, apoyar a la Revolución cubana y bolivariana.
“Como decía Malcolm X, si no estamos alertas ante los medios de comunicación, nos harán odiar al oprimido y amar al opresor”, recordaba Willy Toledo desde un plató de televisión.
Edición: Esther Jávega.


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