Golazo de Cuba
Bayardo Altamirano.
La aprobación de nuevas disposiciones migratorias destroza los
estereotipos de la feroz campaña propagandística de Estados Unidos
contra la revolución cubana. Washington no puede vender la imagen de la
isla cárcel que los medios yanquis y sus apéndices culturales hicieron
creer a muchas personas honestas.Estados Unidos queda evidenciado como el único país que impide viajar a sus ciudadanos. Un hecho denigrante que no se convierte en titulares. Las catedrales de la libertad periodista esconden que los estadounidenses tienen prohibido viajar a Cuba. Que si lo hacen sin la autorización que Washington da en contados casos y con muchas restricciones, se exponen a ser multados y a otras sanciones.
De ahora en adelante los cubanos podrán viajar a cualquier parte del mundo sin tener que realizar trámites migratorios engorrosos. Además están autorizados a convertirse en residentes de Estados Unidos, sin perder la residencia legal en Cuba, que pueden recuperar en cualquier momento con solo solicitarlo. Aunque el Estado se reserva, por razones de seguridad nacional, la facultad de negar el permiso de viaje a una minoría de funcionarios, científicos o deportistas de alto rendimiento, existe la voluntad de hacer el menor uso de esa prerrogativa. Hasta los mercenarios de Estados Unidos dentro de la isla han comprobado que pueden solicitar el pasaporte. Es de suponerse que en cuanto lo reciban viajarán al país que les otorgue visa. Dólares no les faltan.
Las nuevas regulaciones, con todo y su hondura, provienen de una política de paulatina flexibilización en los controles migratorios del Gobierno cubano. Entre 2000 y 2012 fueron autorizados todos los permisos de salida requeridos por ciudadanos cubanos. Viajaron por asuntos particulares 941 mil 953 personas, de las cuales no retornaron 120 mil 275, equivalente a 13%. De ellos, 158 mil eran graduados universitarios, de los que no regresó 11%. Las cifras muestran claramente que la inmensa mayoría de los que viajan regresa a Cuba. De modo que las versiones ilusorias sobre el supuesto éxodo que viene, carecen por completo de asidero.
No hay datos precisos pero sé de primera mano que muchos cubanos están regresando a la isla a consecuencia de la crisis sistémica del capitalismo o movidos por las crecientes facilidades de que pueden disponer para montar un pequeño negocio en su solar nativo. Varios médicos viajaron a visitar a sus familiares en Estados Unidos antes de la entrada en vigor de la actualización migratoria y ya regresaron. De manera que el espíritu de la ley funcionaba antes de la letra.
El impacto del cambio es tal que a unas horas de entrar en vigor ha dejado mudos a los integrantes de la mafia de Miami. Lo único que atinaron a decir fue todo lo que hace la dictadura de los Castro para mantenerse en el poder. No saben qué decir y por eso en los últimos días afirman que donde dije quería decir Diego. La vocera del Departamento de Estado, Victoria Nuland ha calificado de positiva la actualización migratoria. Hasta los medios más anticubanos como El País, se han rendido a la evidencia.
El problema para Washington ahora es que tendrá que decidir qué hace con la famosa Ley de Ajuste Cubano, que permite conceder permiso de trabajo, residencia y naturalización a todos los cubanos que llegan a Estados Unidos. Se supone que son perseguidos políticos, pero muy raros, pues desde hace años viajan a la isla por miles y ahora lo podrán hacer con todas las facilidades imaginables por parte de La Habana. En su inmensa mayoría son emigrados económicos y sus posiciones políticas anda muy lejos de la contrarrevolución miamense.