Entrevista al historiador Jorge Ramos Tolosa, especialista en Historia Contemporánea de Israel y Palestina
“El estado de Israel nació en 1948 sobre las ruinas de Palestina, que fue borrada del mapa”
En 2013 se cumple el 65º aniversario del nacimiento del estado de Israel. Ese mismo año fundacional, 1948, tiene por el contrario resonancias trágicas para el pueblo palestino que, de hecho, lo recuerda como la “Naqba” (catástrofe, en árabe). El investigador del departamento de Historia Contemporánea de la Universitat de València, y especialista en Historia Contemporánea de Palestina e Israel, Jorge Ramos Tolosa, concluye que en torno a 1948 “Palestina fue borrada del mapa, e Israel nació sobre sus ruinas”. Este joven historiador trabaja actualmente en una tesis doctoral sobre la cuestión palestina y la creación del estado de Israel en este periodo.
1948. ¿Marca ese año una cesura rígida, por la constitución del estado sionista, o habría que resaltar algunos antecedentes?
En las últimas décadas del siglo XIX, hay un movimiento nacionalista –el sionismo- que desarrolló varias estrategias para forjar un estado propio de mayoría judía y étnicamente puro en el mayor territorio posible de Palestina. Se persigue este objetivo, en primer lugar, a través de diversas oleadas migratorias. Antes de la constitución del estado de Israel ya se crearon colonias agrícolas, ciudades como Tel Aviv y numerosos organismos y estructuras tanto dentro como fuera de Palestina (bancos, periódicos, sindicatos, institutos de compra de tierras u organizaciones paramilitares). Todo ello con prácticas de exclusividad étnica. En el campo diplomático, el movimiento sionista trata de ganarse el favor de las grandes potencias europeas, lo que se plasma en la declaración Balfour (1917), por la que Gran Bretaña se mostró favorable a la creación de un “hogar nacional” judío en Palestina. Este texto se incorporó al texto constitutivo del mandato británico.
Otro antecedente significativo es la resolución 181 de Naciones Unidas (1947), que establece el Plan de Partición.
Así es. El Plan de Partición de la ONU representa el gran triunfo del sionismo. Es el documento que legitima la creación del estado de Israel. Gran Bretaña decide traspasar su responsabilidad sobre el territorio a la ONU y anuncia que su mandato finalizará el 15 de mayo de 1948. Esto es relevante. Porque de todo lo que ocurra hasta ese momento será responsabilidad del gobierno británico. Pues bien, Naciones Unidas divide Palestina en un estado judío, otro árabe y una administración internacional para Jerusalén. Y esto, como te señalaba, supone la primera gran victoria de un sionismo hegemónico que había adoptado, como primer paso de su estrategia, la partición. A partir de ahí, el objetivo era conquistar la mayor parte del territorio palestino posible, con el menor número de población no judía.
¿Opinas que con la resolución 181 Naciones Unidas legitima también la “limpieza étnica” del pueblo palestino?
En efecto, porque un mínimo conocimiento de la ideología sionista permitía saber lo que después iba a ocurrir: la ocupación por parte de Israel de todo el territorio palestino y la “limpieza étnica”. Además, el plan de partición entrega el 55% del territorio a una comunidad colonizadora que representaba sólo un tercio de la población y únicamente tenía en propiedad entre el 6 y el 11% del territorio. Por eso rechazan el plan de partición los palestinos y los países árabes del entorno. Hay otros aspectos que cabría destacar. El plan se aprobó con la presión de Estados Unidos a pequeños países que estaban, en principio, contra la partición: Haití, Liberia, Filipinas o Siam. Por lo demás, el plan de partición se presentó como un hecho consumado, no como un elemento de negociación. Y, por si fuera poco, las resoluciones de la Asamblea de la ONU son recomendaciones (no vinculantes). Así pues, se negó el derecho a la autodeterminación de los palestinos y, en definitiva, se violaron artículos de la propia carta de Naciones Unidas.
¿Qué ocurrió a partir de entonces?
A partir de la aprobación del plan de partición, el 29 de noviembre de 1947, se desencadenó una guerra civil entre la comunidad judía y la palestina. También comienzan, de manera esporádica, las primeras operaciones de “limpieza étnica” por parte de las organizaciones paramilitares sionistas. A partir de marzo de 1948, estas operaciones tendrían un carácter planificado y sistemático en base al plan Dalet. El objetivo es el de siempre: conquistar el máximo de territorio con el mínimo de población no judía. Hay que destacar que el Plan de Partición no llega a aplicarse y el 14 de mayo de 1948 se crea el estado de Israel. Como había anunciado Ben Gurion, gran líder del sionismo, “la guerra nos dará la tierra”.
¿Qué características presenta el nuevo estado?
En ese momento Israel todavía no tiene fronteras delimitadas. Pero ya contaba con estructuras preestatales, instituciones y órganos de gobierno desde la época del mandato británico. Se crea entonces el ejército israelí, cuyo núcleo es la organización paramilitar socialsionista, Haganah. Y continúan las operaciones de “limpieza étnica”. Un día después de la creación del estado de Israel, los países árabes del entorno le declaran la guerra.
¿Qué ocurre entonces con la población palestina?
Antes de la constitución oficial del estado de Israel, fueron expulsados o abandonaron su hogar en torno a 250.000 palestinos. Deir Yassin es el episodio más trágico de limpieza étnica. En esta aldea próxima a Jerusalén fueron masacradas entre 100 y 250 personas por las fuerzas paramilitares sionistas. Este suceso fue muy importante para la “guerra psicológica” posterior. Con sólo citar el nombre de Deir Yassin, los soldados judíos provocaban la huida de la población palestina que conocía los hechos. Al finalizar la guerra con los países árabes (el armisticio se firma en 1949), Israel ha conseguido un territorio superior en un 23% a lo establecido en el Plan de Partición. La “limpieza étnica” fue una realidad. Hay 35 masacres bien documentadas hasta finales de 1948. En definitiva, Palestina fue borrada del mapa. Israel nació sobre sus ruinas. Cuando acaba la primera guerra árabe-israelí (1948-1949), en torno a 750.000 palestinos se convirtieron en refugiados; más de 530 municipios, destruidos; y 11 barrios urbanos, vaciados.
¿Y cómo queda repartido finalmente el territorio palestino?
Palestina, como te decía, queda borrada del mapa. Toda Cisjordania queda anexionada por Transjordania (después Jordania) y Gaza pasa a ser administrada por Egipto, hasta 1967, cuando es conquistada por Israel en la Guerra de los Seis Días. Este reparto se produjo a partir de un pacto secreto entre los sionistas y Abdullah de Transjordania.
¿Qué relato elabora Israel para justificar el exterminio Palestino y la fundación del nuevo estado?
Es una cuestión de enorme interés. Según el relato oficial sionista, se trataba de materializar el proyecto de unos pioneros o colonos, idealistas y emprendedores, que arribaron a una tierra virgen, Palestina. Es un mito que se inicia con los inicios del sionismo, en el siglo XIX, y que justifica el proyecto político de la colonización. A través de los medios de comunicación, la escuela y medios de socialización informales se difundieron estas imágenes. Por el contrario, a los palestinos se les representa como “semisalvajes” y como la encarnación del barbarismo oriental. Continuando con el mito, dios les había prometido este territorio “de leche y miel”, que llevaban anhelando durante 2000 años. Y por fin podían redimirlo. En otras palabras, el sionismo nacionalizó la Biblia y convirtió este texto religioso en un texto histórico que legitimaba sus aspiraciones políticas coloniales. Asimismo, con la destrucción de Palestina y la expulsión de sus habitantes autóctonos, los israelíes “hebraizaron” (inspirándose en nombres bíblicos) numerosos topónimos árabes, al tiempo que no permitían la vuelta a sus hogares de los refugiados palestinos “por motivos de seguridad”.
Por otra parte, ¿Qué papel desempeña Estados Unidos en la fundación del estado de Israel?
Es una cuestión compleja. La simbiosis entre Estados Unidos e Israel llega a partir de 1967. Pero en 1947, Truman, de ideología pro sionista, apoya el plan de partición de Naciones Unidas. Ahora bien, los departamentos de Defensa y Estado, también durante la presidencia de Truman, sostienen una posición pro árabe. Es más, la creación del famoso lobby pro israelí en Estados Unidos se debe en gran parte a la intención de contrarrestar estas tendencias pro árabes en el gobierno de Washington.
En conclusión, ¿Qué significa el año 1948 para los israelíes y para el pueblo palestino?
Para los palestinos, es una fecha clave en la memoria histórica, el momento más traumático de su historia contemporánea; 1948 es conocido, de hecho, como “Naqba” (catástrofe, en árabe). Supone la destrucción de Palestina y el desarraigo de los palestinos. Sin embargo, Israel niega toda responsabilidad en la “Naqba”. En el fondo, Israel perpetra un memoricidio que está en la raíz del actual conflicto. Podríamos decir que, mientras que para los palestinos 1948 es un “Annus horribilis”, para Israel se trata de un “Annus mirabilis”, un capítulo histórico y triunfal en el que se realiza un sueño asociado a la justicia absoluta y la pureza moral.
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