Había previsto un debate entre los dos para la semana que viene en Londres y ya no había entradas. Se habla de problemas de agenda. Pero quizá ese no sea el problema “central”. O sí. Y es que cada vez más se sabe que Pablo Iglesias anda liado con la "centralidad del tablero", que según él y sus asesores no es lo mismo que querer ser del “centro”: no vaya a “írseme” la gente de izquierda. Pero tampoco deja de serlo del todo. El centro. Que no “me conviene” ir de radical. Y Varoufakis, dicen los medias que lo es; aunque Iglesias y su cofradía saben que en el fondo no lo es tanto. Pero ya se sabe que ocupar la centralidad requiere de apoyos mediáticos. O de que no “medien” demasiadas agresiones. ¿Quién si no va a comunicar “al pueblo” lo que quiero que el pueblo crea? En fin, que el auténtico problema de agenda de Iglesias es el mareo que le está entrando de tanta vuelta por el tablero político para ver dónde cae y dónde lo parece… mediáticamente que cae. Y la verdad es que se le está poniendo “encuesta” arriba esto de tomar una decisión. Es lo que tiene despreciar los principios, que ciertamente no bastan; son sólo eso: un principio. Pero no tenerlos en cuenta, los principios, es acabar mal. Digan lo que digan por la mitad del camino… los medios.
(Expansión, 15-10-2015)
El líder de Podemos no asistirá a un debate con el ex ministro griego previsto para la semana próxima y para el que no quedaban entradas. Desde el partido dicen que Iglesias nunca confirmó su asistencia. Otros aseguran que el español no quiere salir en la foto con radicales anti austeridad.
Era el duelo más esperado del otoño londinense. A un lado, Yanis Varoufakis, ex ministro de economía griego y abanderado del ala más dura de las políticas anti austeridad. Al otro lado del ring, Pablo Iglesias, líder del partido de izquierdas Podemos y, desde hace un tiempo, más proclive a mostrarse como un partido menos radical.
Pero el cara a cara público entre ambos políticos, previsto para el próximo 23 de octubre en un evento organizado por el diario británico The Guardian, tendrá que esperar.
Iglesias ha cancelado su viaje a Londres y finalmente no estará en el debate, que iba a centrarse en el futuro de la izquierda en Europa.
Fuentes oficiales de Podemos señalan que Iglesias nunca confirmó la fecha de este encuentro y que fue un error de la organización anunciar el debate. Desde The Guardian, sin embargo, sólo afirman que Iglesias ha cancelado por "problemas de agenda".
El cambio de planes de Iglesias ha sorprendido en Londres, dada la gran expectación que había levantado este encuentro. Las entradas, que costaban 18 libras (25 euros), se agotaron a las pocas horas de ponerse a la venta, a finales del pasado mes de agosto. En la segunda semana de septiembre todavía era posible apuntarse a una larguísima lista de espera para intentar ver el debate en vivo.
La caída del cartel de Pablo Iglesias ha aguado el evento, que se celebrará en la sala principal de Central Hall Westminster, con capacidad para más de 2.000 personas. Ayer, para ver a Varoufakis, que se ha prodigado hasta la extenuación en la City de Londres, había todavía entradas disponibles. Ante la ausencia de Iglesias, el formato de la conferencia ha cambiado y el periodista Paul Mason hará de maestro de ceremonías entrevistando al economista griego.
Aunque Iglesias ha viajado a Estados Unidos para participar en conferencias y en programas de televisión, nunca ha ido a Londres en representación de su partido. Fuentes relacionadas con Podemos aseguran que Iglesias podría no querer verse ahora relacionado con alguien tan radical como Varoufakis. Iglesias intenta girar al centro tras el descenso en intención de voto del partido en España. Una encuesta realizada hace unos días daba a Podemos solo un 14% de votos, por detrás de PP, PSOE y Ciudadanos. En el pico de popularidad, Podemos llegó a tener un 28% de intención de voto.
El desencanto de muchos españoles ha podido estar in-fluido por el fracaso del experimento griego del Gobierno de Syriza. Tras meses asegurando que Grecia no aceptaría las medidas de austeridad propuestas por Bruselas, el gobierno de Alexis Tsipras acabó asumiendo todas las propuestas, lo que provocó la marcha de Varoufakis del Gobierno.
Un analista de la City se mostraba sorprendido por la cancelación del evento. "Me extraña el cambio de planes porque Podemos está obsesionado con demostrar que su pro-puesta tiene apoyo internacional y que los principales pensadores anti austeridad del mundo aprueban su doctrina", explica.
Nacho Álvarez, ideólogo del programa económico de Podemos, asistió reciente-mente en Nueva York a un ac-to organizado en la Universi-dad de Columbia para defender su proyecto. Junto a él estaban expertos de la talla de Joseph E. Stiglitz y James Galbraigh, y los profesores españoles Tano Santos y Martín Guzmán.
Frente a esta sintonía ame-ricana, los contactos entre Podemos y Londres no tienen tan buenos resultados. Antes del verano, Íñigo Errejón dio plantón en Madrid a un grupo de inversores que Barclays había llevado desde Londres para conocer los planes de Podemos. En aquella ocasión, Errejón también argumentó que nunca había confirmado su asistencia a la reunión.
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