domingo, 16 de junio de 2013

El dios mercado…el demonio mercado


El dios mercado…el demonio mercado

Están muy activos en los diferentes medios televisivos, radiales, impresos y en la red los adoradores del mercado. Ya no encuentran como dorar la píldora al ponderar que la salvación de la humanidad está en el mercado. El primer zarpazo es el anzuelo del empleo, que según ellos, al abrirse el mercado se generará infinidad de empleos; el segundo es el de la libertad de producir y estimular la competencia, otro sería el de la abundancia de productos, lo contrario de la escasez que se vive; la movilidad social, la prosperidad económica, el disfrute de los avances de la ciencia y la tecnología, la libre competencia; como ustedes se podrán imaginar, la quinta esencia de las maravillas de paraíso para la humanidad. Amable lector o lectora agregue usted otras de esas bondades. Por cierto es bueno recordar, que ahora con otro disfraz, se nos presentan los mentores cognitivos del paquetazo de CAP, cuya síntesis es el caracazo. ¡Qué bello mercado!
Todos estos días en completa orquestación con los ataques más diversos a la revolución bolivariana, los medios están plagados de estos idólatras del mercado frente a la gestión estatizada y/o socializada de la economía. Muchos de estos voceros vienen de los arrepentidos de la izquierda y de las nuevas generaciones de los Chicago’s Boys, que se les chorrea la baba cuando ponderan el mercado, de los que son especialista en todo comenzando por ser genios de la economía, pasando por la gerencia deportiva y terminando en especialistas en derechos humanos, en síntesis, su objetivo es joder. Lo bravo es que hablan con una locuacidad de estas cosas tan complicadas como de la economía, que siendo unos pela bolas, se dan ínfulas de grandes cacaos. Lo importante es endiosar el mercado. ¿Qué si les pagan? NO SE. ¡Ah! Muchos de estos opinadores tienen años pronosticando el derrumbe de la economía venezolana.

De manera que el dios mercado, según ellos, vendrá como un inmenso ángel del cielo a salvar la humanidad.

Y ahora me pregunto y les pregunto, ¿Ese dios del mercado es el norteamericano? ¿El Inglés? ¿El de la comunidad europea? ¿El del ALCA? ¿El alemán? ¿El aplicado a Grecia? ¿El del club de Bilderberg, en el que 130 multimillonarios se mofan de la humanidad y deciden el destino económico de los países?

Veamos un ejemplo de su economía de mercado, y me lo desmienten: La maquila en México acabó con los empleos y fortaleció el narcotráfico, o se refieren las condiciones infrahumanas en que trabajan los indonesios y los Hindúes que fabrican los zapatos que lucen las damas encopetadas, o mejor se refieren a los 49 millones de pobres que existen en la economía monstruosa de mercado que es EUA, o están hablando de la penetración de productos transgénicos, también en nombre del mercado, ¡Ah! También se refieren al millón de hambrientos del Reino Unido o a los millones de toneladas de alimentos que se desechan a diario en el mundo, para mantener el mercado, que hasta el papa Francisco lo ha condenado; quizás ustedes también se refieren al libre mercado que se da en el mundo de los medicamentos, guiados por la libertad de comerciar que imponen los grandes laboratorios con la complicidad de algunos médicos. Esa es la cara del mercado demonio. ¿Para dónde se inclina la balanza?

Si la misma vehemencia que estos sometidos a los espacios de opinión, que solo quieren figurar, que los vean, pensaran al menos en su familia, en el ejemplo que dan a sus hijos. Pero sinceramente, están bien dañados. Como me dijo un asesor técnico de los cultivadores de para en Lara “si yo supiera que papa va a consumir mi familia le advertiría que no la coman. Usamos un pesticida en fecha cercana a la cosecha y recolección para protegerla de una plaga y que requiere más de un mes después de su uso para poderla consumir” ¡Qué viva el mercado!

Ese dios mercado que ha inducido tantos suicidios en la Colonia Tovar como consecuencia de estados de desequilibrios psicológicos producto de los pesticidas; o hablamos de todas las malformaciones e incidencia de cáncer en Quíbor Edo. Lara por los efectos nocivos de tanto del uso de productos químicos. Seguramente estamos hablando de las restricciones que tienen muchos productos agrícolas venezolanos en el mercado europeo como consecuencia del mismo problema. Y seguramente tendremos que darle las gracias a Monsanto por todos los males generados en la naturaleza y por ende en la humanidad…y todo en nombre del dios mercado.

Esta idolatría del mercado como la salvación de la humanidad tiene un sustento publicitario en el que podemos afirmar que al comprar un producto, usted paga un valor monetario agregado que supera el 50% como consecuencia de la publicidad desmesurada que se emplea. Esa guerra del mercado, en la que, en el medio está la humanidad y la naturaleza, no repara en daños posibles, por el contrario les abre otro mercado. En el pacífico flota una isla de basura de 500 millas náuticas. Ese basurero flotante es producido fundamentalmente del consumismo engendrado por EUA y países asiáticos, ponderados como los dioses de la libertad de mercado.

La humanidad está en vilo por la barbarie que a diario se cometen en nombre de la libertad del comercio de las armas, con millones invertidos en lobbys y prebendas a dignatarios y ejércitos, con tal del mercadear productos para la guerra. Pero eso no para ahí, la humanidad está aterrada ante la posibilidad de una guerra nuclear, amparada en la lucha por el mercado, encubierta en defensa de una libertad que ellos han inventado y les sirve de excusa para cualquier atrocidad. Ahora que estos voceros del dios mercado, a diario reciben elogios en canales y medios privados en las redes y en cuanto espacio pueden copar; Venezuela recibe un reconocimiento de la FAO por sus cumplimiento a la meta del milenio en cuanto a alimentación se refiere; nuestra matrícula universitaria supera los 2700000 estudiantes; mientras en toda Europa se arremete contra el ingreso familiar, durante 14 años se incrementa anualmente en nuestro país. Los servicios médicos llegan hasta los más humildes, la cultura recibe apoyo sistemático del estado. Y todo esto sin participar de la economía de mercado.

¿Significa esto qué estamos pepitos? ¿Significa esto que ya salimos del chorrerón? ¿Acaso nos hemos salvado de esa desenfrenada carrera del mercado? ¿Estamos fuera de peligro? ¿Acaso no tenemos una población víctima de esa ilusión de la economía de mercado? ¿Han contribuido las prácticas económicas en nuestro proceso revolucionario a incrementar el consumismo? ¿Se ha educado suficientemente a la población en humildad, austeridad, sencillez, solidaridad y compromiso con el prójimo para no ser atraído por esa tentación de la mercancía? ¿Estamos libres de la corrupción que va hermanada a la economía de mercado? Si por algo estos gacetilleros tienen cabida en los medios, es porque se sabe de nuestras debilidades y veleidades como pueblo. Ahí está el peligro de la penetración ideológica capitalista y que hace impostergable por todos los medios fortalecer la formación de conciencia de nuestra población. Eso sí con claridad que estamos en proceso de formación de una sociedad socialista bolivariana y… punto.

ÑAPAS

Ñapa 1. Entre las grandes enseñanzas que recibí de mi padre, de formación masónica, está la tolerancia. Esa enseñanza es para toda la vida y se prolonga en el discurso sistemático hacia mis hijos y mis estudiantes. Es un camino de paciencia.

Ñapa 2. Chávez modeló como padre con sus hijos y se comportó como un padre con el pueblo.

Ñapa 3.- Los tiempos y las personas han variado mucho y con el tiempo he sido testigo del cambio de actitudes con eso de ser padres. Ya vemos a muchos jóvenes ilusionados con sus hijos, cambiando pañales, llevándolos al colegio, consintiéndolos, amándolos, ese es buen síntoma.

Ñapa 4.-UN ABRAZO DE PADRE A PADRE

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