domingo, 16 de junio de 2013

El "experto" que votó en contra del informe de pensiones: “El Gobierno lo tenía todo organizado de antemano”

 El "experto" que votó en contra del informe de pensiones: “El Gobierno lo tenía todo organizado de antemano” 

por Juan Bosco Martín Algarra
Domingo, 16 de Junio de 2013 13:15
El "experto" que votó en contra del informe de pensiones: “El Gobierno lo tenía todo organizado de antemano”
Santos Ruesga revela en esta entrevista los entresijos de un grupo de trabajo "utilizado para avalar una decisión que ya tenía tomada el Gobierno: recortar las pensiones para reducir el déficit”.
Santos Miguel Ruesga (Burgos, 1953) es catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Autónoma de Madrid. La ministra de Trabajo Fátima Báñez le invitó a participar en el comité de expertos encargado de elaborar un informe sobre el sistema de pensiones. Se suponía que se trataba de un grupo de trabajo independiente que orientaría al Gobierno ante un problema evidente: ¿cómo mantener el poder adquisitivo de las pensiones del futuro, cuando haya demasiado pensionista para tan poco cotizante?

Pero estos expertos se reunieron poco y discutieron menos. En pocas semanas ya tenían preparado y aprobado por abrumadora mayoría un informe que el Gobierno se apresuró a calificar de “honesto” y “robusto”. Santos Ruesga fue el único de los 12 sabios que votó en contra de dicho informe.
Con lo difícil que es llegar a acuerdos en este país, ¿por qué el informe de las pensiones ha salido tan rápido?
Porque estaba todo calculado y organizado de antemano. El Gobierno tenía tomada ya la decisión de reformar las pensiones. Lo que ha hecho ha sido utilizar a un grupo de expertos para rodear de “cientificismo” una propuesta que más o menos tenía prevista: recortar las pensiones. Era un compromiso explícito al que incluso había puesto fecha: el 1 de enero de 2014.
¿Por qué en esa fecha?
Porque lo que pretende el gobierno, por encima de cualquier otra consideración, es reducir el déficit. De ahí la urgencia por aprobarlo todo tan rápido.
¿Cómo eran las discusiones en la comisión? ¿cómo se decidían las cosas?
Dado que desde el principio había una mayoría muy clara, podríamos decir que las decisiones se tomaban por asentimiento. Al final hicimos una votación formal, porque era lo que tocaba, pero desde el principio estaba claro. El Gobierno lo tenía todo previsto y, como le digo, tenía prisa de acabar cuanto antes.
¿No hubo desencuentros o choques de opiniones, como suele suceder ante reformas de este tipo?
Sí, por supuesto, pero desde el primer día había una fórmula clara, a la que sólo se hizo algunas matizaciones formales. No hubo opción de entrar con detenimiento en otras alternativas. La propuesta inicial caminó como la única a lo largo de cinco o seis reuniones. La esencia del informe, (es decir, las dos fórmulas de cálculo de la pensión inicial y de revalorización de las pensiones existentes) estaba bastante clara desde la segunda reunión, así como la mayoría que lo iba a apoyar.
"EL COMITÉ FUE MÁS ALLÁ DE LO QUE MANDABA LA LEY"
Cuando le llamaron a esta comisión, ¿se imaginaba que estaba prácticamente todo cocinado?
No, sinceramente no. Yo esperaba algo más de contraste de alternativas. Mi idea, y así lo planteé, es que el comité debía atenerse a las funciones que le encomendaba la ley 27/2011; es decir: discutir sobre el factor de sostenibilidad ligado a la esperanza de vida, definirlo y elaborar simulaciones sobre los resultados que se podían obtener al aplicarlo a los distintos parámetros que sirven para definir el valor de las pensiones. Y luego, dejar que las instituciones políticas definieran cómo y cuándo aplicarlo, si es que pretendían modificar la fecha de entrada en vigor que prevé la ley 17/2011, el año 2027.
¿Cuándo notó que usted estaba en minoría?
A la segunda reunión ya observé que los planteamientos de la mayoría del comité eran distintos de los míos. Ellos interpretaron que el mandato del comité iba bastante más allá de lo establecido en la ley, incorporando otro factor adicional de sostenibilidad, que significa otra presión a la baja del valor de las pensiones públicas.
España es uno de los países desarrollados con mejores tasas de esperanza de vida y de años de vida saludables
Resuma en tres líneas por qué ha votada en contra de la propuesta...
Porque va más allá de lo que dice la ley, sin dejar que la ley actúe. Y porque diseña un sistema cuyo sostenimiento futuro recae básicamente sobre los propios pensionistas, cuando en mi opinión debería repartir la carga sobre toda la sociedad.
O sea, que los futuros pensionistas vamos a cobrar menos.
Si se aprueba tal y como está el documento, sí. Y yo me niego a aceptar que no haya fórmulas para lograr que no sea así. O para evitar que cobremos mucho menos que ahora.
"NI EN EL PEOR DE LOS CASOS NOS ÍBAMOS A QUEDAR SIN PENSIONES DE UN DÍA PARA OTRO"
Usted ha oído esa frase. “Para salvar las pensiones tenemos que reformar el sistema? ¿Cierto o no? 
No es cierto. Para empezar, la reforma de las pensiones ya estaba hecha en la ley 2011. Lo único que quedaba, y se supone que para eso nos reuníamos nosotros, era encontrar una fórmula que sostuviera el sistema teniendo en cuenta la realidad demográfica de los españoles y su esperanza de vida.
La realidad futura es que habrá, sin duda, más pensionistas y menos cotizantes.
Obviamente hay que prever y tomar medidas para el futuro para que no se produzca una hecatombe. Pero ni siquiera en el peor de los casos nos íbamos a quedar sin pensiones de un día para otro. Decir que que las pensiones están en peligro es caer en el alarmismo.
De un día para otro no, pero reconocerá que había que hacer algo...
Para eso está la ley 27/2011, que tomó medidas medidas potentes que reducían el gasto en pensiones entre tres puntos del PIB. Solo con eso ya teníamos un gasto en pensiones por debajo de la media europea. En cualquier caso, está claro que alrededor del año 2050 podemos tener problemas de déficit estructural acumulado en el sistema público de pensiones.
¿Por qué?
Porque para esas fechas se ya se habrá jubilado toda la generación del babyboom española, la que nació en torno a los años 70 del siglo pasado. Y nos encontraremos con que los gastos en pensiones, a causa del incremento del número de pensionistas, que crecerán a ritmo más rápido que el de cotizantes, pueden ser superiores a los ingresos recaudados en esas fechas para mantenerlas. ¿Quién debe soportar las cargas de ese problema? El informe que aprobó la comisión de expertos, con mi voto contrario, apuesta básicamente por cargar ese coste sobre los pensionistas.
Los expertos subrayan que su informe sobre pensiones no es vinculante y que la decisión debe ser "política"
¿Y usted qué proponía?
Que no cargáramos todo es esfuerzo sobre los pensionistas, sino sobre toda la sociedad. Me parecía más solidario.
¿Y de dónde sacamos el dinero?
Eso habría que discutirlo: más impuestos, más cotizaciones, transferencias del erario público...
En última instancia, sólo hay dos opciones: o reduces el importe de las pensiones o recurres a las arcas públicas.
El informe no descarta la segunda...
Pero es obvio que la considera de forma muy ligera, como opción que deja en hipotéticas manos de los políticos, de los que por otra parte no se fía mucho. Lo importante del informe no es que deje abierta la posibilidad de incrementar los impuestos, sino aquello que propone aplicar de forma inmediata sobre el cálculo de las pensiones y la revalorización de éstas. Esto es lo sustancial y consistente de la propuesta: un factor adicional que reducirá a futuro el valor relativo de las pensiones respecto al resto de las rentas, salariales u otras.
"ESTOS TEMAS NO SIEMPRE SE RESUELVEN EN TÉRMINOS TÉCNICOS; PESA LA IDEOLOGÍA DE CADA UNO"
Ha sido el único voto en contra ¿No se siente bicho raro?
Viendo la composición del comité de las pensiones no me extraña el resultado final. Me puede extrañar alguno de los votos, pero no el resto.
Se supone que todos son expertos.
No dudo de la capacidad técnica de todos mis compañeros del comité; sé que conocen a la perfección los entresijos del sistema de pensiones, pero tampoco vamos a negar tienen su “corazoncito”... como todo el mundo.
Pero estas son cuestiones técnicas, no emocionales. Los números son fríos.
Sí, pero si tú echas números detrás de un objetivo previamente definido, los números terminarán respondiendo al objetivo inicial. Estas cuestiones no siempre se resuelven en términos técnicos. Hablamos de un tema de trascendencia política, donde aflora la forma de pensar de cada uno y los intereses en los cuales se apoya.
¿Lo dice por la vinculación entre algunos integrantes del comité de algunas empresas privadas con intereses en el negocio de las pensiones?
Sí, aunque repito que todos los compañeros que han participado me parecen excelentes profesionales. Pero si analizamos la composición del comité en términos ideológicos se comprueba que la orientación estaba muy concentrada en una determinada dirección. Por eso digo que la mayoría de los votos no me sorprenden. Ni que el informe pivote sobre el ajuste presupuestario con cargo a las pensiones más que sobre una aportación de la sociedad que habría que trasladar al incremento de los ingresos. Ahí vemos la filosofía que subyace tras el documento.
¿Es la misma filosofía del Gobierno?
Sí, creo que responde a cierta corriente interesada en que tengamos un sistema público que ofrezca unas pensiones pequeñitas, y de este modo hacer hueco a un sistema privado más amplio. En España es todavía minoritario el sistema de pensiones privado.
La ministra de Empleo, Fátima Báñez, durante un acto con el comité de expertos en la sede del Ministerio, en Madrid.
"NO RECOMENDARIA UN FONDO DE PENSIONES PRIVADO: EN ESPAÑA SON CAROS Y POCO RENTABLES"
¿Le ha extrañado la postura de Miguel Ángel García, vinculado con CCOO, que votó a favor del informe?
Me extrañaría si lo consideramos como representante de CCOO, cuando este sindicato ya se ha manifestado en contra del tipo de reformas que se consideran en el informe. Pero los expertos no estábamos en el comité en representación de nadie. Él tenía una posición personal desde el principio muy cercana a lo que finalmente se aprobó. He hablado y discutido bastante con él, y está claro que discrepamos.
A usted se le vincula con la UGT. ¿Le preocupa que piensen que su postura es ideológica? 
Es evidente que yo soy una persona de izquierdas. Lo he sido toda mi vida y no lo voy a ocultar ahora con 59 años. ¿Influye la ideología en mi voto? Pues claro. Pero me influye a mí igual que a los demás. Aquí podemos de tirar de currículum y sabemos la orientación ideológica de cada uno. El mío está muy claro. También hay otros que se consideran de izquierdas y han sublimado su posición favorable esgrimiendo otro tipo de argumentos. Yo sólo pido un poco más de equidad en el sistema y un poco más de suficiencia para las pensiones.
Visto cómo están las cosas: ¿nos recomendaría uno privado?
No, aquí en España no. En el mejor de los casos le diría que lo invirtiera en deuda pública. Va a obtener mejor rendimiento a menor coste. Los costes de los fondos de pensiones en España son salvajemente altos. Tienen las comisiones más altas de todos los países de la OCDE. Su rentabilidad es baja. Y encima, cuando se vean en problemas financieros, tendrán que ser rescatados por el sector público, como ya ha ocurrido por ejemplo en EEUU. O sea, una parte de la sociedad ahorra y el resto tiene que cubrirlo cuando las cosas le salen mal.
Pero supongo que sí recomendará al menos que ahorremos para el futuro.
Ese es otro problema. Aquí se recomienda con mucha alegría a la gente que ahorre. Pero... ¿quiénes pueden hacerlo, para tener un complemento razonable a la pensión? A veces hablamos de entelequias, como eso de “prepárese para la pensión privada”. No, señor. Prepárese una parte de la población para estar por debajo de los índices de pobreza o para tener unos niveles de renta bastante más exiguos que antes de jubilarse. Esto es lo que me preocupa a mí, que el sistema público mantenga un nivel de suficiencia razonable.
¿AHORRAR? ¿QUIÉN PUEDE AHORRAR AHORA 200 EUROS AL MES?
¿Tal vez los fondos de empresa, que recogen muchos convenios colectivos?
Tampoco te solucionan el problema, aquí y ahora, a la mayoría de la población que está en el sistema público de pensiones. En muchos casos se trata de inversiones ridículas, de apenas 200 ó 300 euros al año. Eso no genera un complemento importante.
Si pensamos en una media, ¿de cuánto dinero estamos hablando para completar una pensión?
Para obtener un cierto complemento de pensión, que podríamos cifrar en unos 300 euros al mes durante toda nuestra vida de pensionistas (3600 al año), habríamos de estar ahorrando unos 200 euros al mes durante muchos años. Me gustaría saber cuántos ciudadanos pueden ahorrar esa cantidad en España todos los meses. Los hay, claro, pero son una minoría de la población.
Y quien puede hacerlo, ya está invirtiendo en otras cosas.
Hasta ahora, la mayoría de los españoles ha ahorrado en su casa.
Y así está el ahorro de la mayoría de nuestros compatriotas... Gracias a eso las pensiones tienen una cierta suficiencia. Si no la hubieran comprado, tendrían que pagar 400 de alquiler o más. La vivienda realmente ha sido un fondo de capitalización. Pero en las próximas generaciones no será igual.
Una última pregunta. ¿Cuánto les han pagado por participar en el comité?
Absolutamente nada, al menos a mí. No se habló de remuneración en ningún momento. Entiendo que a los miembros del comité que venían de fuera, lógicamente, les pagarán los gastos que eso haya acarreado, pero nada más.

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