Grecia respira otros cuatro meses al arrancar in extremis al Eurogrupo una prórroga del rescate
Atenas, que dice que queda atrás el tiempo en
que las reformas “eran impuestas pero luego no se aplicaban”, aún debe
concretar qué medidas adoptará en contrapartida.
Fuentes del Gobierno heleno acusan a Guindos de intentar bloquear un acuerdo hasta el último momento.
El presidente del Eurogrupo advierte de que “la confianza se va más rápido de lo que tarda en crearse”.
Pau Collantes – Bruselas⎮El Diario⎮20/02/2015
Grecia y el Eurogrupo, la
reunión de ministros de Economía y Finanzas de la zona euro, han
alcanzado este viernes, fecha en la que expiraba el ultimátum lanzado
sobre Atenas por los socios del euro el pasado lunes, un principio de
acuerdo para extender otros cuatro meses el plan de rescate griego, que
vencía el próximo 28 de febrero.
La prórroga llega en la
semana más tensa, tras la abortada reunión del pasado lunes y con cruces
diarios de declaraciones entre los Ejecutivos alemán y griego.
Finalmente, la prolongación del rescate ha podido ser acordada, aunque
serán cuatro y no seis meses, como solicitaba el Gobierno del
izquierdista Alexis Tsipras.
La reunión empezó con tres
horas de retraso y los augurios no eran buenos. Pero a medida que
avanzaba la tarde los nubarrones fueron despejándose, y así un tweet
positivo del comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, el francés
Pierre Moscovici, y un cable de Reuters confirmaban la buena nueva. El
presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, compareció risueño ante
los medios: “Habrá más flexibilidad, que se acordará con las autoridades
griegas”.
La prórroga del rescate
llega tras una semana de declaraciones grandilocuentes, con Alemania
diciendo ‘nein’ a todo y Grecia proclamando que no firmaría una prórroga
del memorando “ni con una pistola en la sien”. Escenificado el
distanciamiento, el acuerdo permite a Atenas optar a los siguientes
desembolsos del programa de ayuda (un préstamo de 1.800 millones de
euros, un pago de 1.800 millones de euros a cuenta del beneficio del BCE
con la compra de bonos griegos y 10.900 millones en bonos del primer
fondo de rescate europeo para recapitalizar la banca griega) y da
oxígeno a la banca helena, absolutamente dependiente de las cada vez más
exiguas líneas de liquidez de emergencia del Banco Central Europeo
(BCE) y que ha visto cómo la fuga de depósitos se agravaba, con 1.000
millones de euros evaporándose en los últimos dos días.
El texto aprobado
arranca con un “reconocimiento” del Eurogrupo “a los esfuerzos del
pueblo griego por las medidas de ajuste adoptadas en los últimos años”.
Después reconoce que “un mejor uso de la flexibilidad” ha sido clave
para acercar posturas y aplaude los “compromisos” contraídos por el
Gobierno de Tsipras, si bien estos no se darán a conocer hasta el
próximo lunes. “Acogemos con beneplácito el compromiso de las
autoridades griegas para trabajar en estrecho acuerdo con las
instituciones y los socios europeos e internacionales. En este contexto
cabe recordar la independencia del Banco Central Europeo”. La nota del
Eurogrupo insiste en la intención de los Diecinueve de “proporcionar un
apoyo adecuado a Grecia” hasta que se haya recuperado el pleno acceso al
mercado, “siempre y cuando cumpla con sus compromisos”.
Queda pendiente conocer
qué reformas que Atenas adoptará en contrapartida. El texto del acuerdo
señala que “las autoridades griegas presentarán primero una primera
lista de medidas basadas en el acuerdo actual el próximo lunes 23 de
febrero. Si esta lista de medidas es lo suficientemente completa, las
instituciones [europeas] proporcionarán una primera opinión en aras de
una conclusión exitosa. Esta lista se especificará más y se acordará
igualmente con las instituciones a finales de abril”, que es cuando
expira el acuerdo parcial.
El principio de acuerdo ha
sido redactado por Dijsselbloem y los ministros de Finanzas de Alemania y
Grecia, Wolfgang Schäuble y Yanis Varufakis, que en rueda de prensa, y
en tono conciliador, que Grecia “está dejando atrás” la época en la que
las reformas “eran impuestas pero luego no se implementaban”. “Ni este
gobierno ni yo nos dedicamos a estafar a nuestros socios”.
Por su parte, el
holandés Dijsselbloem ha advertido de que “la confianza se va más rápido
de lo que tarda en crearse”. Pero concedió: “Tiene que haber un espacio
político para cada nuevo Gobierno”.
La prórroga forma parte del
rescate de casi 200.000 millones que Grecia ha recibido en el último
quinquenio a cambio de purísimas reformas que han hundido su PIB un 25%.
Con él, Atenas se asegura una eventual vía de financiación hasta abril,
cuando probablemente vuelvan a aflorar las uñas de cada parte. En
junio, Atenas hará frente a vencimientos de deuda por valor de 3.500
millones de euros. “Pero habrá un posible seguimiento de los acuerdos”,
ha recalcado el holandés, remarcando lo de “posible”.
No todos salieron contentos
de la reunión del viernes. Varias informaciones previas a la rueda de
prensa sugirieron que los ministros de Economía español (Luis de
Guindos) y la portuguesa Maria Luís Albuquerque, ambos pertenecientes a
Gobiernos de sesgo conservador y ambos obedientes con las políticas de
Bruselas tras recibir asistencia financiera de sus socios, se opusieron a
la prórroga del rescate.
Una fuente del Gobierno
heleno comentó a eldiario.es la impresión que De Guindos le había dado
durante el cónclave: “Tuvo un comportamiento más monárquico que el
propio Rey. E intentó todo lo que estaba en su mano para bloquear el
acuerdo, insistiendo en que se celebrase otra reunión del Eurogrupo para
el próximo martes”.
Se han necesitado tres
Eurogrupos, durísimos intercambios entre Atenas y Berlín –Merkel ha
tratado de hacer ver quién manda en la UE- y cesiones por ambos bandos, a
veces separados por diferencias semánticas antes que de contenido por
el impacto que la palabra rescate tiene en las ciudadanías. Pero ha
habido acuerdo. “Para los ministros de Economía de algunos países, no es
tan fácil venir dos veces por semana a Bruselas”, bromeó Pierre
Moscovici.
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