lunes, 17 de octubre de 2016

Cuba-EEUU: Derechos para quién. Por Iroel Sánchez

Cuba-EEUU: Derechos para quién. Por Iroel Sánchez

El discurso sobre los Derechos Humanos ocupa un lugar central en la política exterior de los Estados Unidos. En el caso de las relaciones con Cuba, desde la desaparición de la Unión Soviética y la retirada de las tropas cubanas de África, ese tema pasó a ser la base para justificar el bloqueo económico, las transmisiones ilegales de radio y televisión y los llamados “programas de ayuda a la democracia” y su presencia se ha reforzado a partir del cambio de política hacia la Isla proclamado por la Administración Obama el 17 de diciembre de 2014. Consecuentemente, en la Directiva del Presidente Obama para las relaciones con Cuba, hecha pública este 14 de octubre y que contiene varios aspectos de carácter positivo, la expresión “Derechos Humanos” aparece once veces. 
Pero ¿casualmente?, la publicación de la directiva ocurrió el mismo día que en La Habana, altos funcionarios de Cuba y Estados Unidos sostenían por segunda vez -a propuesta de la parte cubana- un diálogo sobre Derechos Humanos que la publicación del importante documento presidencial desplazó absolutamente en los medios de comunicación. Según el comunicado publicado por la cancillería cubana, en ese diálogo: 
“Como uno de los ejemplos del compromiso cubano con la protección de los derechos humanos, sus representantes resaltaron el alto nivel de ratificación por el país de los instrumentos internacionales en la materia, al ser Estado Parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales reconocidos en el tema.  Contrastaron el hecho de que los Estados Unidos solo han asumido obligaciones con 18 de estos instrumentos.
“Asimismo, subrayaron que el bloqueo económico, comercial y financiero que sufre el pueblo cubano desde hace más de 50 años, constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de sus derechos humanos y que si el Gobierno de los Estados Unidos quiere realmente impulsar políticas que ayuden a los cubanos, lo imperativo es que elimine las restricciones en vigor para contribuir decisivamente a desmontar esta tenaz e injusta política.
“Por otro lado, la parte cubana trasladó preocupaciones por el respeto y garantía de los derechos humanos en los Estados Unidos, entre ellas, las documentadas violaciones del derecho a la vida a la luz de las muertes por armas de fuego y la brutalidad y abusos policiales, en particular contra la población afroamericana y la creciente inseguridad ciudadana.
“La delegación cubana mencionó igualmente otros fenómenos preocupantes de la realidad estadounidense, como la desigualdad salarial entre hombres y mujeres, la discriminación de los migrantes y otras minorías, el bajo nivel de sindicalización de los trabajadores y las restricciones para ello, la falta de acceso a la seguridad social, los servicios de salud y educación de muchos estadounidenses, el trabajo infantil y las crecientes y graves manifestaciones de racismo y  discriminación racial.
“La representación cubana abordó también las violaciones de derechos humanos cometidas por los Estados Unidos en otras partes del mundo, sobre todo en el contexto de su llamada lucha contra el terrorismo. Destacó, en ese sentido, los actos de tortura cometidos en centros de detención y cárceles secretas, así como las ejecuciones extrajudiciales, incluyendo las muertes de civiles como resultado del uso de drones. Criticó en particular, la permanencia del centro de detenciones en el territorio ilegalmente ocupado de la Base Naval de Guantánamo y las torturas y graves violaciones allí cometidas.”
ddhhEntre los propósitos de la directiva presidencial sobre Cuba se señala continuar “el apoyo a los derechos humanos, incluyendo la libertad de expresión, religión, asociación y asamblea pacífica”, sin embargo informes de 2015 apuntan que durante el mandato de Obama: 
“el gobierno ha empleado una ley antigua contra el espionaje para fiscalizar y perseguir dos veces más personas en los últimos siete años que todos los regímenes anteriores combinados desde 1917. Los acusados son funcionarios y periodistas que buscaban dar a conocer al público violaciones de libertades civiles y abusos de derechos humanos por las autoridades. Una organización nacional de defensa de periodistas afirmó que las medidas de control de información por el régimen actual son las más agresivas desde hace 40 años, y periodistas veteranos de los principales medios acusan que es entre los gobiernos menos transparentes y de ataques sin precedente contra la prensa libre.
(…)
“en amplias regiones del país no se respeta el derecho a la sindicalización, se violan las normas de salud laboral y cientos de miles de menores de edad trabajan en los campos de cultivo sin derechos mínimos. Hay condiciones de esclavitud tanto en sectores agrarios como en maquiladoras urbanas.”
(…)
“el espionaje masivo a la ciudadanía ha sido denunciado como una violación de las libertades civiles fundamentales.”
Son consecuencias de una concepción clasista de los Derechos Humanos que, por solo citar un ejemplo, se ilustra muy bien cuando las fuerzas del orden norteamericanas actúan dentro y fuera de los Estados Unidos en situaciones de emergencia, como ocurrió durante el Huracán Katrina o el terremoto de 2019 en Haití: proteger la propiedad está por encima de proteger la vida humana. 
El Department of Homeland Security (DHS), encargado de coordinar esa vigilancia masiva y de proteger ese orden clasista, tiene también sus tareas en la directiva de Obama sobre Cuba, donde se expone con total claridad cuál es el comercio que protegerá con la Isla: 
“El DHS (Department of Homeland Security) reforzará la seguridad y la eficacia de las cadenas de abastecimiento y sistemas de viaje transfronterizos en apoyo de la participación entre personas y del comercio autorizado de los Estados Unidos con el sector privado de Cuba”
(CubAhora)

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