DUELO EN OK CORRAL
Anoche asistí a una nueva entrevista con el
presidente; en realidad se trata de la burda aproximación a una realidad a la
que aspiro, pero alejada del presente, en que se trata solo del ciudadano Pablo
Iglesias frente a la ilustre entrevistadora, la señora Ana Pastor. Se protagonizó, desde mi punto de vista, un
apasionado documento de persecución contra el entrevistado, pero no llegó a
percatarse de que sus intencionadas (no consideraremos si mal- o bien-)
preguntas tenían al interlocutor más despierto que ha existido en los últimos
años, en ciertos momentos me recordó al “duelo en OK, corral” en el que Wyat
Earp (Pablo Iglesias) y sus hermanos (Podemos) se enfrentaban a los Hermanos
McLaury que eran los malos y más fuertes, aunque en realidad no estaba muy
claro (el aparato del poder y la periodista). Puede que en realidad no fuese
así, pero conviene poner estos antecedentes para llevar el artículo a los
términos de la épica. En este caso los Earp, acabaron con los Mclaury aunque
eso produjo daños colaterales que se alargaron en el tiempo.
Observaba cómo la periodista disparaba diligente
contra Pablo, ante comentarios jocosos en
compañía de mi buena señora que, por razones sobrenaturales, dice que Pablo
Iglesias no le cae bien, que es algo prepotente. En realidad ella está más por
Pedro Sánchez y hay que tolerarlo y comprenderlo, es más comedido y
probablemente más masculino, esto no puede producir un trauma en la pareja. En
esta situación comprobaba como Pablo respondía a las preguntas con ciertos
automatismos, casi antes de que la interlocutora pronunciase su (en ocasiones,
mezquina, por el lenguaje corporal más que por la palabra) pregunta, el
pistolero disparaba respuestas razonadas y contundentes ante el asombro y
bochorno de la periodista. Una de las mejores respuestas destrozó por completo
el programado discurso editorial y constituyó uno de los momentos más
brillantes del duelo. La pregunta era más o menos así: ¿Si alcanza usted la
presidencia hará un referéndum sobre Monarquía sí o Monarquía no? A lo que el
pistolero respondió en menos de dos segundos: Sí, por supuesto que haremos un
referéndum, pero no con esa pregunta; ¿me permitirá al menos que la pregunta la
elijamos nosotros, no? La cara de desolación de la entrevistadora fue absoluta,
se vio obligada a permitir cuanto menos esa posibilidad, tras lo que Pablo
continuó: La pregunta a los ciudadanos sería: ¿prefieren los españoles una
jefatura del estado elegida democráticamente o que tenga una linea sucesoria
por sangre azul? Brillante, absolutamente comedido y centrado en su papel de
politólogo, el presidente mostró una fina inteligencia y que estaba preparado
para el tiroteo.
Este fue más o menos el estilo de las preguntas del
programa televisivo, todas las respuestas hiperrazonadas por Pablo, dejaron a
la periodista sin motivos para seguir acuciando al entrevistado que siempre
utilizaba un tono casi mesiánico para exponer las propuestas de Podemos. No
solo en la palabra, no solo en el contexto de lo dicho, si no que el mensaje corporal
del entrevistado no podía ser más firme, relajado y convencido de lo que decía,
sin imposturas, sin movimientos estridentes de brazos, soportándose el mentón
con una tímida sonrisa dibujada entre barbita y coleta. ¡Genial! Enfrente un
manojo de nervios buscando datos entre muchos papeles.
Después me dediqué a poner en relación al postulado
presidente con otros presidentes que hemos conocido y sufrido en el pasado más
reciente, así me imaginé un escenario virtual en el que se diesen las siguiente
situaciones:
·
Entrevista de
Ana Pastor a Rajoy. La periodista pregunta y nuestro actual presidente intenta
contestar. Pero claro, hay un problema, para contestar se tiene que poner a
rebuscar entre los papeles escritos cuál es la contestación correcta, para lo
que necesita unos segundos. Durante ese tiempo puede ser tiroteado vilmente por
la parafernalia del contrario.
·
Entrevista de
Ana Pastor a Zapatero. Tras la pregunta, el Sr. Zapatero miraría fijamente a la
periodista, le complacería con una de sus bonitas sonrisas y después
contestaría intentando que ella fuese la respuesta. Resultado: es posible que
también le alcanzase algún tiro por lento.
·
Entrevista de
Ana Pastor a Aznar. Una vez preguntado, el Sr. Aznar retorcería el mostacho en un
gesto de desprecio, se preguntaría antes si esa inoportuna señorita se merece
su respuesta y después dictaría una sentencia contra la que solamente podría
decir: o conmigo o contra mí, no hay término medio. Durante ese proceso,
también podría ser tiroteado.
Después pensé en otros posibles
entrevistados, Julio Anguita, Felipe, etc y de todos construí una parábola: La
rapidez mental y la inteligencia de Pablo, es superior a la de cualquiera de
ellos, su verbo mucho más fácil y su método de razonamiento superior. ¿Alguien
da más?
SANTA CLAUS
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