El partido político Podemos y los partidos de izquierda no neoliberal ante el proceso constituyente
Antonio Maira
Consideraciones sobre los movimientos populares (II)
Voy a empezar por afirmar lo que ya debería ser obvio para mis
lectores y también, y fundamentalmente -y eso sí es realmente
importante- para los lectores asiduos de Rebelión en los Cuarteles.
A mi juicio, el entorno en el que se mueve y ejerce su influencia el Colectivo militar al que pertenezco -Anemoi-, viene dado por la siguiente coyuntura:
1º.- Llevamos ya más de un año en la peor fase de la crisis: la recesión. Los efectos sociales son devastadores. El euro “engorda”
pero desaparece de las familias trabajadoras de clase obrera y
campesina (jornaleros proletarizados en la construcción y retornados al
paro o a las faenas temporales en el campo); de los jóvenes y menos
jóvenes sin empleo, con empleo precario, desesperados por no conseguir
el primer empleo, de parados con subsidio mínimo o sin subsidio; y de
mujeres, sobre todo de mujeres, predominantes en todas las categorías.
2º.- Los procesos sociales son dialécticos y, por lo mismo, contradictorios y cambiantes.
Lo son en todas las estructuras sociales: económica, política e
ideológica que, a su vez, se han multiplicado y están interrelacionadas
de manera mucho más compleja de la que preveían los primeros marxistas.
Lo son, y muchas veces se olvida, en el tiempo y en el espacio.
No obstante -y esto es muy importante- y por referirme a algunas de
las cuestiones más relevantes en estos momentos: no hay marxismo sin
Marx y sus categorías fundamentales, ni hay antiimperialismo sin Lenin o
Fidel; ni el concepto de “hegemonía social” tiene mucho sentido sin Gramsci y, desde luego, sin Hugo Chávez.
3º.- No obstante, la oligarquía que nos gobierna y que pretende
convertir al mundo en un único mercado capitalista y a los trabajadores y
trabajadoras en mercancía humana desechable, utiliza todos los medios
de comunicación y de manipulación ideológica que componen Falsimediai para ocultar o deformar esa dinámica social.
El objetivo es petrificar y convertir en arcaicas todas las
aproximaciones a la realidad que afirman la teoría marxista y otras
teorías emancipadoras y, sobre todo, que demuestran los hechos: “que están en los hechos” para decirlo con más precisión, que están presentes más allá de las teorías que los interpretan.
4º. -Los ejemplos más burdos de manipulación del discurso teórico y
de la práctica marxista (o revolucionaria con otras raíces) se han
venido produciendo con continuidad. Recorren toda la historia del
movimiento obrero y emancipador desde que Marx estableció las bases del “materialismo histórico” y del “materialismo dialéctico”.
5º.- El primer campo de manipulación es el económico y, como, consecuencia, el político.
Una de las primeras “escuelas marxistas” que aparecen en la Alemania
del siglo XIX está formada, alentada y financiada por industriales. El
argumento era muy sencillo: ya que el proceso de industrialización en
Alemania (con formas de relación económica y de poder casi feudales)
estaba muy retrasado con relación al Reino Unido (el país más
industrializado en aquellos momentos), era preciso proceder a una
revolución burguesa (para pasar del modo de producción feudal al
capitalista) como elemento previo necesario antes de plantearse
cualquier tipo de revolución socialistaii.
El argumento se repite en todas las situaciones de crisis social aguda y en las situaciones revolucionarias. La “conquista de la democracia”, la “lucha contra las castas” y el pragmatismo de la “concordia social” de Podemos pueden llegar a cumplir funciones similares. No digamos nada de lo que en algunos textos marxistas denominan “el papanatismo de las normas legal es ”
(la creencia de que los cambios en las leyes producen en sí mismos
cambios sociales) en un país en el que los textos legales han sido
retorcidos hasta el extremo.
6º.- El segundo campo de manipulación es el que se refiere al imperialismo.
Hay pocas cosas más visibles en nuestro momento histórico que el
desarrollo del imperialismo, con la utilización de las presiones
económicas y diplomáticas y de la guerra permanente, justificada siempre
como una defensa radical de los derechos humanos. Ello, con una
violación sistemática de las resoluciones de la ONU, una calculada
dosificación de su presencia en los medios y un desprecio absoluto del
derecho internacional humanitario.
Los EE.UU han llegado al extremo de imponer Tribunales Internacionales ad hoc como
los de la “antigua Yugoslavia” financiados por multinacionales y con
jueces nombrados directa o indirectamente por Washington, o al de negar
la jurisdicción del Tribunal Internacional creado por el Tratado de
Roma.
7º.- El tercer campo de manipulación es el ideológico. Es la
interpretación derechista de Gramsci. El concepto gramsciano de
“hegemonía social” está siendo utilizado de manera reaccionaria.
El “consenso” como sustituto de la hegemonía cultural de la clase
obrera y, por extensión, de las clases populares (a pesar de algunos spots publicitarios que se han visto los últimos días) nos aproximan a un Podemos construcción mediática.
8º.- Aquí, en el estado español; y por poner un ejemplo, limitado
pero muy efectivo, que afecta al PP, al PNV, a CiU y parcialmente al
PSOE, la Iglesia católica es un elemento fundamental de la lucha
ideológicaiii.
La Iglesia, representada por la Conferencia Episcopal, infiltra a
todas las instituciones del estado y sustituye funciones básicas del
mismo, por ejemplo: las “asistenciales”. La previa negación de
los derechos fundamentales: alimentación, vivienda, trabajo, salario
básico asegurado y jubilación suficiente y apoyada, es el requisito que
hace posible -que “abre el campo”- a esa posibilidad. El discurso de la
Iglesia afecta a masas enormes de población y orienta no solo al del
estado sino también al de las grandes instituciones empresarialesiv
9º.- Ese “que están en los hechos” que he
remarcado anteriormente es fundamental y explica la flexibilidad
relativa de los medios de comunicación y de los propios profesionales de
los mismos.
Las fronteras a la verdad, incluso las más “sagradas” para los
poderes mediáticos (al fin y al cabo la misma oligarquía que ha
empobrecido a las grandes masas de población para acumular beneficios),
tienen que retroceder para conservar un mínimo de “credibilidad
pública”.
Las realidades se imponen cuando su “presencia” es inocultable y, sobre todo, cuando golpea a millones de personas.
Los “brotes verdes” no son creíbles ante el aumento extraordinario del paro; el “España motor del crecimiento europeo”,
que invita a llorar o a reír según el estado de ánimo con el que se
escuche semejante expresión de cinismo o de ignorancia, choca
frontalmente con el incremento brutal de la pobreza y el hambre en los
barrios obreros y con el empobrecimiento acelerado en los barrios de
clase media.
La “monarquía sostén del sistema de libertades” se “da de boca”
con su absoluta corrupción mafiosa y con su permanente actuación de
aliento y apoyo al fascismo militar o civil; la omnipresente mención al
“estado de derecho” provoca una profunda vergüenza en una mayoría
creciente de la población y también en los jueces más honorables. Y así
podríamos seguir hasta este infinito de corrupción, desigualdad,
pobreza, hambre de adultos o de niños, exclusión, mendicidad e ira en el
que han metido a nuestro país.
10º.- Lo que “está en los hechos” es
también la creciente cólera ciudadana ante la ilimitada crueldad de la
oligarquía económica capitalista. Y el miedo, el terrible miedo como
enfermedad social generalizada que tiene larguísimas raíces en el
tiempo, y lleva a una enorme masa de población a la resignación o a la
profunda sensación de impotencia.
Por eso mismo el evidente “interclasismo” de Podemos, su creciente pragmatismo expresado por su líder Pablo Iglesiasv de
manera clara en sus intervenciones públicas, me parece completamente
fuera de la realidad, fuera de la lucha contra la escandalosa
desigualdad, de la lucha contra el paro y por los derechos sociales y
políticos básicos.
Iglesias, que se presenta a media voz como marxista, olvida el punto
de partida de Carlos Marx, más evidente hoy que nunca: “La historia de
todas las sociedades humanas habidas hasta hoy ha sido la historia de la
lucha de clases”.
11º.- El eslogan electoral “lo que interesa a la gente” que utiliza una y otra vez Podemos como
justificación de su metodología política y, finalmente, de todas sus
propuestas una vez pragmatizadas por su líder, fue utilizado durante
décadas por Izquierda Unida con resultados catastróficos. Entre otras
cosas porque eliminó de los debates sectoriales el discurso político
fundamental, cuya discusión se concentró en los órganos federales y, en
consecuencia, liquidó la coherencia ideológica y la unidad política
básica de la organización.
Izquierda Unida, a medio plazo, fraccionó su discurso en miles de “respuestas oportunistas” y se olvidó, tal como hace ahora Podemos, de que la realidad tiene un espacio global y un tiempo históricovi.
12º.- En las últimas elecciones, IU -y sobre todo su corazón y su
estructura política básica, el PC-, que llevaba años escindiéndose,
abandonando sus posiciones de izquierda y marcando el camino del “éxito
electoral” como objetivo a través de una supuesta simbiosis con los
votantes, creyó que, por fin, había llegado su momento de gloria.
La coalición dio un giro coyuntural hacia la izquierda, vinculándose
con vacilaciones y recortes a algunas luchas populares, creyendo
encontrar por fin la “gran ruta electoral” que le permitiría
sustituir al PSOE en un bipartidismo renovado. IU, que es el padre y la
madre de todas las dudas y vacilaciones, cosechó un fracaso merecido.
Buena parte de sus votos se deslizaron hacia Podemos, que también ha elegido la pelea electoral y los golpes refrendales para cambiar el sistemavii.
13º.- En realidad es la dureza y la prolongación de la crisis y el
fortísimo crecimiento de las luchas sociales, lo que explica el éxito
electoral de Podemos en las elecciones europeas. También lo
explica una excelente campaña de imagen, el apoyo de los medios, los
errores tremendos de Izquierda Unida y el tiempo todavía corto para que
se convierta en organización como Unidad Popular la enorme cantidad de
colectivos en lucha social permanente. Todas ellas, sin embargo, están
generando consignas comunes y potentes organizaciones de base, tal como
demostró el M22M.
14º.- La relación entre poder económico y poder militar ha sido pocas
veces tan intensa y al mismo tiempo tan manipulada como ahora.
No obstante, Podemos no enfrenta esta cuestión, la margina en su discurso político.
Iglesias, que alardea de contactos militares, ha llegado a decir que
“si es necesario para preservar la soberanía, aumentará los gastos
militares”viii
Sin embargo el discurso del partido político Podemos ante esa evidencia se mantiene totalmente ajeno.
En realidad Podemos -o al menos su líder Pablo Iglesias- se
desvincula de la historia, la margina, la excluye deliberadamente. La
misma práctica ha seguido IU desde los Pactos de la Moncloa, el
chanchullo constitucional, el referéndum manipulado sobre la OTAN y la
presencia de las bases militares de los Estados Unidos en España y la
escenificación del “todos juntos podemos” que supuso el 23F.
En realidad Podemos se desvincula de la historia, la margina, la excluye deliberadamente.
15º.- Para abreviar un asunto muy complejo y popularizarlo es necesario repetir, tal como afirmaba en el artículo anterior de esta misma serie, que nos encontramos a las puertas de un proceso revolucionario o del retorno al fascismo.
La “lucha de clases” es ya un proceso muy visible en la realidad, en la economía, en la política e incluso en la psicología de las masas.
16º.- En ese proceso de cambio vertiginoso y de recolocación de las
fuerzas políticas, el proceso de enfrentamiento entre clases sociales
renovadas, de “lucha de clases”, no es un problema de marxismo de
manual, pero tampoco es un asunto que pueda resolverse en procesos de
acumulación de escaños parlamentarios.
El cambio social requiere la acumulación de poder popular, la
creación de fuerzas políticas capaces de ganar la calle, de alcanzar la
unidad, y de extender en las conciencias la necesidad de superar el
capitalismo.
El “factor militar-policial” es -tal como hemos afirmado
repetidamente en nuestro Manifiesto y en nuestros Comunicados- un asunto
clave.
17º.- No hay posibilidad alguna de retorno a los años anteriores a la
crisis. No hay alternativas de estabilidad social en el capitalismo: el
único futuro posible -además del desastre ecológico sin retorno y la
explotación global progresiva acompañada de una matanza neocolonial en
un escenario planetario- es el establecimiento de un sistema social
igualitario, solidario, que se plantee objetivos colectivos.
18º.- Este artículo no pretende colaborar con la campaña de las
instituciones y las distintas áreas de influencia del “bipartito”
contra Podemos, sino expresar diferencias ideológicas desde posiciones de izquierda, en una situación de crisis social aguda.
Cuando hablo de instituciones y áreas de influencia no me refiero
sólo a gobiernos y partidos políticos estatales, de comunidades
autónomas o locales (gobiernen o formen parte de la oposición); sino
también a los otros poderes del estado: legislativo, ejecutivo judicial,
militar, mediático y, fundamentalmente, económico.
19º.- En este contexto, el papel político de Anemoi es activo en la
lucha social, tal como declaran sin ambigüedades sus documentos
oficiales y su propio trabajo cotidiano. Nuestros conceptos de
soberanía, lealtad, obediencia y disciplina están vinculados al pueblo:
todos somos soldados del pueblo.
20º.- Nuestros lectores son ya decenas de mi les ix, gran parte de ellos militares de todas las graduaciones. La presencia pública del Colectivo es masiva en los “medios alternativos” y creciente en “las redes sociales”. Por el contrario, es escasa, casi nula, en Falsimedia, lo
que demuestra la exactitud de ese concepto que afirma el control
absoluto de los grandes medios de comunicación privados y de los falsamente públicos, por las grandes multinacionales de la comunicación.
21º.- El Colectivo Anemoi ha apoyado inmediata y elocuentemente a las M22M,
como agrupación unitaria de colectivos en lucha, desde el propio
momento de la convocatoria. Nuestra lucha principal es contra el
fascismox.
De eso: de la lucha principal contra el fascismo y de las importantes
diferencias entre el reformismo capitalista, los silencios y las
contradicciones de Podemos; y los planteamientos rebeldes del Colectivo Militar Anemoi, me ocuparé en la tercera y última parte de este artículo.
Notas:
i Falsimedia fue un concepto que “socialicé” en el quincenal Cádiz Rebelde o en el diario InSurGente (la memoria no me permite mayor precisión), las dos publicaciones “alternativas” en Internet de las que fui cofundador y codirector. Los elementos que componen Falsimedia son múltiples, desde el discurso más o menos flexible de
los medios de comunicación en su tarea informativa-desinformativa
(según los grados que reclame la defensa de los intereses fundamentales
de la clase dominante), hasta la publicidad comercial, pasando por el
discurso educativo y todos los instrumentos culturales: cine,
editoriales, etc.
ii
El intento de interpretar a Marx de esa manera desde el incipiente
capitalismo germano fue un caso extremo que, sin embargo, se repite en
infinidad de escenarios de lucha social, incluso cuando la lucha de
clases se agudiza hasta extremos prerrevolucionarios como el que vivimos
en estos momentos en el que las desigualdades sociales crecientes se
hacen insoportables.
iii Proporciona también “doctrina” a grupos de extrema derecha que siguen la estela del nacional-catolicismo de la etapa franquista.
iv Digo
esto con todo mi respeto a las organizaciones de la iglesia de base,
usualmente muy coherentes, nada refractarias al marxismo y a otras
teorías y prácticas de emancipación social y muy perseverantes en su
esfuerzo social y político.
v Voy
a hacer algunas citas personales en este artículo. Excepto cuando lo
señale expresamente, no contienen animosidad personal alguna, solo
divergencias ideológicas, algunas muy profundas.
vi Hace
algunos meses. Cayo Lara, nacido en 1952, ante la pregunta de un
periodista sobre su opinión sobre el 23F respondió que él era muy joven
es “esa época” y no podía opinar sobre ese asunto. Sin duda es un caso
grave del desprecio del aparato de la organización por la historia del
país y por su propia historia, que había extendido a las bases. En honor
al actual coordinador hay que afirmar que está aprendiendo con mucha
rapidez y que parece tener una fuerte conciencia social. En su contra,
que no ha logrado imponer esos criterios más acordes con la respuesta
política de un partido marxista en situación de crisis catastrófica para
los trabajadores y las clases populares, en las listas al Parlamento
Europeo. Colocar en la cabeza de lista al eterno trepador Willy Meyer
fue un desastre que indignó a muchos militantes jóvenes e hizo huir a
miles de probables votantes. La propuesta de IU –muy moderada por otra
parte-, se convirtió en increíble.
vii Lo que he dicho de IU y de Podemos puede
extenderse hacia otros partidos de izquierda que han elegido esta vía.
También la derecha ha colocado nuevas opciones electorales en la gran
línea de choque que es la crisis económica y los graves y crecientes
conflictos sociales.
viii Encuentro con Rafael Correa, presidente de Ecuador, en el programa “¡Salvados!” de Jordi Évole.
ix Quien dude de estas cifras puede consultar: https://www.google.es/?gws_rd=ssl#q=Manifiesto+colectivo+militar+anemoi
que se refiere a un solo documento de los contenidos en la Sección Rebelión en los Cuarteles (nuestro cuartel general informativo) de la publicación alternativa Rebelión.org.
La reproducción de las cifras de “lectores” en otros “medios
alternativos”, blogs, Listas personales y, en menor medida, por el
momento, en Redes sociales ha sido inmenso.
x.
“clarito y raspao”, diría el fallecido y querido presidente venezolano Hugo Chávez, con el que me identifico como militar rebelde al lado de su pueblo; no golpista, no contra su pueblo.
“clarito y raspao”, diría el fallecido y querido presidente venezolano Hugo Chávez, con el que me identifico como militar rebelde al lado de su pueblo; no golpista, no contra su pueblo.
rebelion.org
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