Masacres y asesinatos políticos en el estado de Guerrero (1960-2000). Gerardo Peláez Ramos
Presentación
Durante los periodos de formación de la situación revolucionaria
(1900-1910), de la Revolución mexicana (1910-1917), del nuevo régimen
revolucionario (1917-1928), del maximato (1928-1934), de reformas
estructurales (1934-1940) y de la contrarrevolución pacífica
(1940-1956), el estado de Guerrero no destacaba en México por los
asesinatos, fusilamientos y masacres políticos, siendo superado
ampliamente por Sonora, Chihuahua, Veracruz, Morelos, Coahuila y otras
entidades federativas. Será a partir de 1960, es decir, durante el
inicio de la crisis del régimen del Partido Revolucionario Institucional
cuando la entidad sureña comenzará a destacar por los asesinatos y
matanzas políticos que han realizado y realizan los gobiernos federales,
estatales y municipales, los terratenientes, acaparadores, caciques y
grandes empresas, incluidas las imperialistas, mediante la utilización
de pistoleros y guardias blancas a su servicio. Para ilustrar este
fenómeno se escriben las siguientes líneas.
Matanza de Chilpancingo (30 de d iciembre de 1960)
En la segunda mitad del gobierno del general Raúl Caballero Aburto
(1957-1961), de cara al autoritarismo y la corrupción, se desarrolló un
gran movimiento de masas que condujo a la desaparición de poderes, con
la realización de enormes mítines y manifestaciones, participación
masiva de estudiantes, campesinos y trabajadores de la administración
pública federal y estatal, y la ocupación mayoritaria de los
ayuntamientos y la formación de concejos municipales. La
respuesta gubernamental fue brutal: el 30 de diciembre de 1960 tuvo
lugar una masacre en la capital de Guerrero, realizada por el Ejército
Mexicano. De acuerdo con el principal estudioso del movimiento
anticaballerista, el saldo fue el siguiente: “Según Excélsior,
los caídos el 30 de diciembre de 1960 fueron: Carolina Agüeros, niña de
cinco meses; Enrique Ramírez Miranda, electricista, de 29 años de edad;
Salvador Serrano, de catorce; José Trinidad Téllez Falcón, de 40;
Benjamín Méndez Bonilla, de 72; Irene Díaz, de 17; Roberto Martínez, de
24; Graciela Natarén Delgado, de 25; Tomás Adame Calvo, de 32 y también
los soldados Nicasio González Villanueva y Lorenzo García Hernández.
También murió Román Cano, de 32 años. En la placa que se encuentra en el
“Monumento a los caídos del 60”, figuran también como fallecidas
Herlinda López de Luquín y Cecilia López; El Universal agregó a
Leopoldo Vázquez Ruiz, de 27 años. Por su parte, Pablo Sandoval menciona
la muerte de Heliodoro Mateos Sánchez, de 18 años; Encarnación Millán
García, Roberto Ramos Alarcón, Canuto Morales Romero, Efrén Vega,
Salvador Jiménez, Ramón Jiménez y, como consecuencia del impacto
psicológico, fallece al día siguiente Dorotea Jacobo Vázquez. En total,
23 personas fallecidas en lugar de los hechos o en los hospitales”.
Tal masacre permitió al Senado de la República declarar la existencia
de la desaparición de poderes en la entidad suriana y el 4 de enero de
1961 Raúl Caballero Aburto, conocido general pro yanqui, fue depuesto.
Ese proceso convirtió a la Asociación Cívica Guerrerense en una
importante organización representativa y a Genaro Vázquez Rojas en un
líder de carácter estatal, así como desencadenaría, a la larga, la
presencia destacada de la izquierda en el estado, el surgimiento de un
movimiento guerrillero en la sierra de Atoyac, la conquista de la
autonomía de la Universidad de Guerrero y su posterior democratización.
El movimiento de 1960 constituye un verdadero parteaguas en la historia
del estado sureño.
Matanza de Iguala (diciembre 30-31 de 1962)
Genaro Vázquez entendía la importancia de las elecciones. Durante la
campaña electoral de 1962, la ACG y el Partido Popular Socialista
lanzaron candidatos a gobernador (José María Suárez Téllez), diputados
locales y alcaldes, llevando a cabo concentraciones y marchas en las
siete regiones del estado y movilizando a miles de ciudadanos,
principalmente campesinos y trabajadores al servicio del Estado. El voto
ciudadano no fue respetado. Para protestar contra el fraude electoral y
la represión, así como para celebrar el segundo aniversario de la
masacre de Chilpancingo, se llamó a efectuar un mitin en la ciudad de
Iguala. Las autoridades respondieron con una salvaje represión que
produjo siete muertos, 23 heridos y 280 detenidos, entre estos últimos
estaba el licenciado José María Suárez Téllez, ex candidato cívico a la
gubernatura de Guerrero.
Posteriormente, se produjeron otros
asesinatos políticos. Así, en 1963 cayeron Roberto Olea Castillo,
dirigente campesino, en San Jerónimo; Federico Espinosa, de la Central
Campesina Independiente, y Juan Maldonado en Petatlán; el 27 de abril de
1966 fue asesinado el líder campesino Pedro Cortés Bustos, presidente
del comisariado ejidal de San Luis Acatlán y miembro de la Liga Agraria
Revolucionaria del Sur Emiliano Zapata, a manos de los caciques locales,
y el 27 de j ulio, e n el asalto al domicilio de Elpidio Ocampo
Mancilla, presidente del Consejo de Autodefensa de Iguala, fue
acribillado el hijo de éste: Delfino Ocampo Delgado, y herida
mortalmente la niña Elvia Solorio, que murió poco después.
Matanza de Atoyac (mayo 18 de 1967)
Durante un mitin por problemas de la Escuela Primaria Juan N. Álvarez,
en Atoyac, tuvo lugar una masacre que realizaron la Policía Judicial y
elementos militares. Los caídos fueron Arcadio Martínez, Javier
Donaciano Castro, María Isabel Gómez --que estaba en el octavo mes de
embarazo--, Regino Rosales y Prisciliano Téllez, así como un niño de la
colonia Buenos Aires y un policía judicial, aunque las cifras de
diversos testigos y autores difieren en cuanto al número de muertos. La
inseguridad desencadenada para el liderazgo popular en la región, obligó
a Lucio Cabañas a remontarse a la sierra y formar un grupo de
autodefensa que, a continuación, se transformaría en un movimiento
guerrillero. Nacerían, pues, la Brigada Campesina de Ajusticiamiento y
el Partido de los Pobres, que entre fines de la década de los años 60 y
principios del decenio de los años 70 constituirían la segunda expresión
de la guerrilla rural en México, después de la experiencia de 1965 de
Arturo Gámiz y sus camaradas en el estado de Chihuahua.
Matanza de copreros en Acapulco (a gosto 20 de 1967)
El aumento de un impuesto y la antidemocracia en la Unión Regional de
Productores de Copra del Estado de Guerrero, generaron un amplio
movimiento en ambas costas. Para realizar un congreso de la URPCEG en
Acapulco que renovara su dirección, los militantes de la oposición
quisieron ocupar sus oficinas, pero fueron recibidos a balazos por los
más celebres matones de la entidad. Cayeron 38 copreros y 100 sufrieron
heridas. César del Ángel fue detenido, junto con otros líderes. De
acuerdo con Roberto Ramírez Bravo, de La Jornada Guerrero, los
caídos fueron Carlos Iturburu Guerrero, Manuel Rodríguez Bermúdez,
Alondra Murga Román, Petra Salas Diego, Inocencia Murga López,
Prisciliana Peña Gómez, Juan Zúñiga Bracho, Luis López, Gonzalo
Soberanis Palma, Arnulfo Diego Escalona, Gabino González Radilla, Martín
Celaya Pérez, Juan Bracho Campos, Saúl Hernández Radilla, Alberto Vega
González, Mariana Aguilar Delgado, Efrén Narciso Pacheco, Celso Sánchez
Peralta, Delfina Gormín, Yadira Silva Urieta , Manuel Mora Muñoz,
Rodolfo Reyes Iturburu, Saúl Cortés Guatemala, Pedro Aguilar Ga rcía,
Precadio Salinas Olivar, Á ngel Cruz, Lucila Santos Hernández, Dalia
Valencia Rodríguez, Justina González, Martha Dorantes Reyes, Á ngel
Sotelo , Francisco Morales García, María Hernández Jiménez, Félix Nava
Valle, Eduardo Pérez González, Jorge Sierra Castillo, Oscar Loza Patiño y
Macario Ozuna.
Para 1968, la violencia oficial, caciquil y reaccionaria fue respondida con la violencia revolucionaria
. El 22 de abril fue liberado de la cárcel de Iguala Genaro Vázquez
Rojas, por un comando encabezado por Roque Salgado Ochoa, quien cayó
junto con Filiberto Solís. Con esta acción dio inicio la lucha armada de la ACG, convertida luego en Asociación Cívica Nacional Revolucionaria.
E l 19 de abril de 1969, e n la capital federal, un comando de la ACNR
asaltó una camioneta del Banco Comercial Mexicano, cayendo dos agentes
de la Policía Judicial y el guerrillero Juan Galarza Antúnez; el 19 de
mayo fue detenido Epifanio Avilés Rojas, de la ACNR, a quien se le
confinó en el cuartel de la Zona Militar de Chilpancingo; fue el primer
desaparecido de la guerra sucia. Empezó el ciclo de las desapariciones políticas.
El 28 de junio de 1971 fueron detenidos por el Ejército y desaparecidos
los campesinos Eusebio Arrieta Memije, Miguel Cadena Diego y Crescencio
Calderón Lagunas, militantes del PDLP, y el adolescente José Ramírez
Samaycón, en la sierra de Atoyac; el 30 de enero de 1972, Elpidio Ocampo
Mancilla fue aprehendido en Atenango, Puebla, y desaparecido en el
Campo Militar Número 1; el 2 de f ebrero de ese año m urió Genaro
Vázquez Rojas en la carretera México-Morelia; según José Bracho Campos,
fue asesinado; el 10 de a bril, Carmelo Cortés C., José Bracho y otros
presos políticos de Chilpancingo denunciaron: “Las muertes de José
Dolores Miranda, campesino cafeticultor los días últimos de marzo en
Atoyac de Álvarez; Samuel Adame, líder agrario en El Paraíso; Leónides
Carbajal y José Carbajal Salas, agricultores de Cacalutla, Guerrero…
“...en Guerrero hace más de 3 meses que se encuentran desaparecidos…
Elpidio Ocampo Mancilla, Ángel Pizá Fierro, Crescencio Calderón Laguna,
José Garay, José Ramírez, Miguel Cadena, Villado Martínez Rojas, Eusebio
Arrieta Memije, Luis Cabañas Ocampo y otros...”
La
desaparición de cuadros de la guerrilla se convirtió en norma. El 19 de
abril de 1972 fueron detenidos en Acapulco, Marina Texta, Margarito
Roque Texta y Romana Ríos García; días después fueron aprehendidos David
Rojas Vargas, Margarito Roque Ríos y Guadalupe Castro Molina; también
fueron detenidos, en la sierra de Atoyac, Petronilo Castro Hernández y
Roque Adame Baena, siendo conducidos al Campo Militar Número 1, donde
fueron torturados y desaparecidos; el 4 de mayo fueron apresados en
Rincón de las Parotas, municipio de Atoyac, Justino Barrientos Flores,
Alberto y Felícitas Arroyo Dionisio, quienes fueron desaparecidos en el
Campo Militar Número 1.
S iguió la represión ilegal. El 23 de
abril de 1973, e n San Vicente de Benítez, municipio de Atoyac, fueron
aprehendidos Miguel Nájera Nava, Marcelino García Chelote, Emilio
Delgado Jiménez y Agustín Flores Jiménez; durante esa semana fue
arrestado también Agustín Flores Martínez, siendo enviados al Campo
Militar Número 1, de donde desaparecieron; el 20 de Junio fue
secuestrado el profesor Joaquín Sánchez, dirigente del Movimiento
Revolucionario del Magisterio en Tlapa, siendo torturado y asesinado; el
9 de octubre se efectuó la detención de Ángel Arriola Ortiz, Gonzalo
Juárez Cabañas, Cutberto Ortiz Cabañas, Aurio Ortiz y Matilde Santiago
Vázquez, en Coyuca de Benítez, quienes fueron trasladados al Campo
Militar Número 1, los tres primeros fueron desaparecidos; el 15 de
octubre, Esteban Abarca Benítez fue aprehendido en su domicilio por el
Ejército, en la comunidad de Los Toronjos, municipio de Tecpan de
Galeana, siendo desaparecido; el 6 de diciembre, la Policía Judicial
Militar detuvo en la Ciudad de México al profesor del PDLP Filemón
Bahena Román, quien fue conducido al Campo Militar Número 1 y
desaparecido; el 17 de diciembre, tras un enfrentamiento con la Policía
Judicial del Estado fue detenido el estudiante del PDLP Francisco García
Chalma, en Acapulco; días después fue aprehendido el estudiante Rubén
Chalma de la Cruz; ambos fueron desaparecidos.
E l secuestro
político permaneció bastante tiempo . E l 2 de septiembre de 1974, l a
Policía Judicial del Estado secuestró a Jacob Nájera Hernández,
militante del MRM, de la Unión Sindical de Catedráticos de la
Universidad Autónoma de Guerrero y del Partido Comunista Mexicano; su
cuerpo jamás aparecería. El 27 de n oviembre fue expedido el ú ltimo
parte de la Brigada Campesina de Ajusticiamiento del PDLP :
“...reconocemos nuestra primera derrota militar y las dos primeras bajas
que sufrimos en combate. De diez acciones guerrilleras, nueve son
victorias para el pueblo”. El 2 de diciembre fue abatido en combate
Lucio Cabañas Barrientos. Concluyó una etapa de la guerrilla rural en México.
E l priato tardío no trajo la paz y la seguridad al estado de Guerrero.
En 1981 y 1982 ocurrieron graves acontecimientos. El 10 de marzo del
primer año, el Consejo Central de Lucha Magisterial de Guerrero
denunciaba el asesinato de Israel Andrade Balanzar y Fabián Flores, así
como el del estudiante Juan Castillo, y el atentado sufrido por el
profesor Armando Ruiz, luego hospitalizado a consecuencia de las heridas
de bala recibidas. El 2 de m ayo se informó en la Comisión Permanente
de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación del
asesinato en Guerrero de Alejo Reyes Reyes (Cochoapa) y Alejandro
Francisco Sánchez (Chilapa).
El militante del Partido
Socialista Unificado de México, Darío de la Cruz y el campesino Refugio
García, fueron liquidados el 18 de marzo de 1982 en Rincón de
Cucharatepec, municipio de La Unión, Guerrero.
Matanza de La Trinidad (julio 25 de 1982)
La partida militar estacionada en La Laguna, del municipio de Tecpan de
Galeana, acompañada de los caciques Tomás Sánchez Arreola, Fernando y
Armando Arreola Scott, sitiaron el ejido El Coacoyul, del municipio de
Ajuchitlán, dispararon sobre las casas, destruyeron productos agrícolas,
robaron dinero y ataron de pies y manos a todos los hombres.
El día 26, los detenidos fueron enviados al poblado Bajitos, municipio
de Tecpan de Galeana, siendo liberados cinco. A los 13 que restaban los
llevaron a La Laguna, donde fueron liberados otros cuatro. El Grupo
Parlamentario del PSUM señalaba: “…A los 9 restantes los trasladaron en
un vehículo militar rumbo al poblado La Trinidad el día 28 de julio. En
las afueras de dicho poblado bajaron a Fausto Santoyo, tesorero del
Comisariado Ejidal de El Coacoyul, al comisario municipal Loreto Serrano
Bahena y a los ejidatarios Tereso Santoyo Hernández y Norberto Rebollar
Barragán, a quienes torturaron ferozmente hasta el asesinato cruel.
Quemaduras, castración, desprendimiento de los ojos y degollamiento, es
la salvaje acción que no tiene nombre”.
Bajo el manto del neoliberalismo
La implantación del modelo neoliberal del desarrollo del capitalismo,
contrariamente a lo afirmado por los defensores de la inexistente
transición democrática en México, no sólo ha significado y significa la
entrega de las empresas paraestatales al capital extranjero y a la
burguesía parasitaria criolla, el incremento de la economía informal, el
desempleo, los salarios de hambre, la destrucción parcial del sistema
de seguridad social, el retroceso del país entre las economías del
mundo, la crisis agrícola, la ocupación paulatina del país por los
agentes y “asesores” de la DEA, la FBI, la CIA y diversos órganos de las
fuerzas armadas de Estados Unidos, sino que los asesinatos y masacres
políticos y sociales han aumentado como nunca después de 1929, año de
fundación del Partido Nacional Revolucionario y de la terminación de la
cristiada. Como si estuviera en guerra civil, México se ha inundado de
cadáveres y fosas comunes, y la inseguridad agobia al grueso de la
población. Guerrero se ha visto y se ve envuelto en esta carnicería
insensata. El narcotráfico y el crimen organizado constituyen el regalo
mayor de los neoliberales al pueblo de México, apoyados por los
monopolios y gobiernos de Estados Unidos.
Irineo Servín
Toribio, del Comité Estatal del PSUM en Guerrero, fue acribillado el 13
de abril de 1984 en Rincón de Chamagua, municipio de Coyuca de Catalán,
por los pistoleros Guillermo Ostio Vega y Carlos Tapia Galarza, al
servicio de la terrateniente y ganadera Bertha Brugada.
Francisco Fierro Loza, ex guerrillero y militante de la Organización
Revolucionaria Punto Crítico, fue ajusticiado el 11 de julio de 1984 en
Chilpancingo. Dos semanas después, se responsabilizó del crimen la
Dirección Nacional del PDLP.
El 24 de diciembre de 1988, Juan
Miramón Cantú, líder de 12 pueblos de los municipios de Copanotayac y
Malinaltepec, fue liquidado. El 20 de enero de 1989,
Santos Cabrera Rosas, dirigente campesino del Partido Mexicano
Socialista, fue muerto en Petatlán; el 9 de m arzo, Amado Larumbe,
dirigente de colonos del PMS, fue ejecutado por agentes de la Policía
Judicial en Acapulco.
Los caídos perredistas
En el estado de Guerrero, como en Michoacán, los mártires del Partido
de la Revolución Democrática son decenas, pese al papel pro peñista que
le han asignado hoy día a este instituto político sus dirigentes chuchistas.
El 27 de noviembre de 1989, Guillermo García Toledano, dirigente local
del PRD, fue eliminado por cuatro priistas en Tixtla. De otros
asesinatos de perredistas ocurridos entre mayo y noviembre de ese año en
la entidad suriana no se tienen datos precisos, por lo que la lista de
miembros del PRD caídos se inicia con este militante.
En 1990
continuó el asesinato de perredistas. El 2 de enero, Bernabé Flores
Torreblanca y Clemente Ayala Torres fueron masacrados en un plantón en
Coyuca de Benítez, José Manuel Palacios Cárdenas fue atropellado y
rematado, Roberto Castañeda Díaz fue liquidado frente a la casa de
Andrés Verdeja, donde los asesinos se refugiaban; el 20 de e nero
apareció con muestras de golpes y un tiro en la nuca el cuerpo del
vigilante de la oficina perredista, Santos Hernández García, en Coyuca
de Benítez; el 4 de f ebrero, el ganadero Ernesto Molina Alarcón fue
venadeado en el campo de Chichihualco; el 27 de febrero, en la represión
a una marcha en Zihuatanejo, cayó Florentino Salmerón García, oriundo
de Petatlán, y “desaparecieron” José Salgado Martínez y Feliciano Cleto
Villa, de Teloloapan; el 17 de marzo, Félix Octavio Ventura Ramos, fue
asesinado en su casa a garrotazos, en Tlacoachistlahuaca, y el 4 de
abril, Ignacio Nava, fue ultimado en la misma ciudad; el 8 de abril,
murió Román de la Cruz Zacapala, por las heridas recibidas en el
desalojo del 6 de marzo, en Ometepec; el 20 de mayo, Alberto García
Santiago, fue venadeado en Tlacoachistlahuaca; el 22 de Mayo, en
Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango, el joven Rufino Calvario
Simón fue liquidado; el 28 de mayo, Romualdo García Alonso, ex comisario
de Amojileca y presidente de la Cooperativa Sinencio Adame, fue
asesinado por cuatro pistoleros de talamontes, en Chilpancingo; el 15 de
junio, Celio García García y Heriberto González García, fueron muertos
en Tlanicuilulco, municipio de Quechultenango; el 9 de agosto fueron
masacrados Aurelia Salinas Santiago y Santos Rey Santiago de la Cruz,
en Zacualpan, municipio de Ometepec; el 17 de agosto, José Laureano
Valdovinos, del Comité Municipal del PRD, cayó en Tecpan de Galeana; el
25 de s eptiembre, José Jiménez Nájera, secretario del Ayuntamiento
Popular, fue muerto a golpes y machetazos en Ometepec; el 9 de
noviembre, Baltasar León Mateo, cayó en Tlalchapa.
En 1993 no
hubo cambios en cuanto a crímenes políticos se refiere. E n febrero,
Margarito Cortés Chávez, policía perredista del ayuntamiento de
Metlatónoc, fue liquidado; el 25 de abril, Martín Aceves González, líder
del Movimiento Urbano Popular de Iguala, fue ejecutado; el 26 de abril,
Domingo Ramírez Javier, murió en un enfrentamiento por tierras, en
Marquelia; en mayo, Rogelio Ramírez López, participante en el plantón
frente al palacio de gobierno de Chilpancingo, fue ajusticiado.
En la misma fecha, Rómulo Rosales Aguilar, del Comité de Promoción y
Defensa de los Derechos Humanos de Acapulco, Guerrero, fue acribillado.
El 26 de julio, Germán Espino Valdovinos, militante del Partido
del Frente Cardenista de Reconstrucción Nacional, fue ejecutado en
Zihuatanejo, Guerrero.
El 28 de agosto, Julio Altamirano, fue
privado de la vida en Teloloapan; en septiembre, Florentino Luna Brito y
Alberto Luna Hernández, fueron masacrados en Tlacoachistlahuaca. Todos
ellos, militantes perredistas.
Concepción Becerril, del Partido Popular Socialista, cayó en octubre en Tecpan de Galeana, Guerrero.
En el mismo mes, cayeron Juan Estrada Mora, en Tecpan de Galeana, y
Adulfo Piedra y Rogelio Morales, en Tecpan de Galeana; en noviembre,
Obdulio Barreto Martínez, fue ultimado en Petatlán. Todos ellos,
miembros del PRD.
En mayo de 1995 fueron asesinados los
perredistas Celestino Hernández Martínez (dirigente campesino), Rubén
Hernández Benítez y Víctor Duarte Valdez, en Cutzamala de Pinzón;
Librado Santiago Evaristo, en Cumbres de Barranca Honda, municipio de
Ometepec; Lino Ayala, en San Antonio de los Libres, municipio de
Ajuchitlán del Progreso; en junio, Eustorgio Baza Antúnez, comisario
municipal de Cuadrilla Nueva, municipio de Cutzamala de Pinzón, y
Alfredo Morales Vázquez, en La Soledad, municipio de Xochistlahuaca,
Guerrero.
Los asesinatos, en general, quedaron impunes. La ilegalidad era la norma.
Masacre de Aguas Blancas (j unio 28 de 1995)
En el vado de Aguas Blancas del municipio de Coyuca de Benítez, fueron
masacrados 17 miembros de la Organización Campesina de la Sierra del
Sur: Anacleto Ahueteco Coyote, Gregorio Analco Tabares, Francisco Blanco
Muñoz, Victorio Flores Balanzar, Fabián Gallardo García, Francisco
Gervasio Rogel, Paz Hernández González, Daniel López Castañeda,
Heliodoro López Vargas, Clímaco Martínez Reza, Simplicio Martínez Reza,
Mario Pineda Infante, Tomás Porfirio Rondín, Florente Rafael Ventura,
Juan Rebolledo Gallardo, Amado Sánchez Gil y Efraín Vargas Sabayo. Esta
masacre tendrá como resultado central, la renuncia del gobernador Rubén
Figueroa Alcocer, hijo del Tigre de Huitzuco.
En julio,
Pablo Salas Romero, perredista, fue ultimado en el poblado de Nanchital,
municipio de Coyuca de Benítez; Ismael Mena Álvarez y Eugenio Aguirre
Bahena, de la OCSS, fueron victimados en Tepetixtla, municipio de Coyuca
de Benítez; José Reyes Montaño, del sol azteca, fue eliminado por medio
de una golpiza de policías cerca de Marquelia, municipio de Azoyú
(Marquelia, actualmente, es cabecera municipal); en agosto, Andrés
Velázquez Nava, perredista del Comité Pro Defensa del Parque de
Cacahuamilpa, municipio de Pilcaya, fue ejecutado, y Juan Téllez García,
militante del PRD y del Consejo Guerrerense 500 años de Resistencia
Indígena, Negra y Popular, fue ajusticiado en Barrio Nuevo San José,
municipio de Tlacoachistlahuaca; en septiembre, Francisco Albino Tello,
militante perredista, fue asesinado por elementos priistas en Barrio
Nuevo San José, municipio de Tlacoachistlahuaca; el 6 de noviembre murió
Martha Morales, ex candidata del PRD a la presidencia municipal de
Tecpan de Galeana, como consecuencia de las heridas recibidas el 14 de
octubre en un mitin en San Luis La Loma, localidad que tiene como
cabecera la ciudad citada líneas atrás.
Entre los caídos a
partir de 1996, debe incluirse a combatientes de los grupos
guerrilleros. El 16 de septiembre cayó en combate Benjamín Ávila Blanco,
miembro del Ejército Popular Revolucionario, en un enfrentamiento con
el Ejército Mexicano en el vado de Aguas Blancas, municipio de Coyuca de
Benítez. El 24 de mayo de 1997, se produjo un e nfrentamiento entre el
EPR y el Ejército Mexicano en Tepozonalco, municipio de Chilapa, cayendo
dos de cada bando; el 27 de mayo, el Ejército Mexicano y el EPR se
enfrentaron en El Guanábano, municipio de Atoyac y fueron muertos dos de
la guerrilla y tres militares.
Matanza del Charco (junio 7 de 1998)
Conforme a la versión de la guerrilla, el Ejército Mexicano mató a
guerrilleros del Ejército Revolucionario del Pueblo Insurgente en un
combate, a prisioneros desarmados y a quienes se hallaban durmiendo en
El Charco, municipio de Ayutla de los Libres, tras haberse reunido con
algunos habitantes del lugar. Resultaron 11 muertos entre campesinos y
guerrilleros: Honorio García Lorenzo, Ricardo Vicente, Fidencio Morales
Castro, José Fernando Nicasio, Daniel Crisóforo, Ricardo Zavala Tapia,
Manuel Francisco Prisciliano (o Francisco Prisciliano) y Juan García de
los Santos. Conforme a vecinos del lugar, Mauro González Castro y
Fernando Félix Guadalupe fueron aprehendidos y luego ejecutados,
mientras que Mario Chávez García presentaba el tiro de gracia. El ERPI
informaría el 7 de julio: “ Los 11 cadáveres que el ejército presentó
como resultado de un enfrentamiento corresponden en realidad a 1
combatiente caído en combate, un visitante voluntario caído en combate, 2
combatientes temporales o dispersos ejecutados cuando estaban rendidos y
desarmados y a 7 campesinos asesinados cuando se encontraban totalmente
indefensos (5 en el aula y 2 más en la cancha)”. Entre ellos el capitán José.
El 2 de mayo de 1999, Salomé Sánchez Ortiz, de la Organización de
Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán, fue asesinado
por el Ejército en Pizotla, municipio de Ajuchitlán del Progreso,
mientras fueron detenidos Rodolfo Montiel Flores y Teodoro Cabrera
García.
El 18 de febrero de 2000, se concretó un enfrentamiento
entre el EPR y el Ejército Mexicano, en la comunidad Las Palmas,
municipio de Coyuca de Benítez. Cayeron dos guerrilleros y un soldado.
Cabe esperar que los elementos informativos anteriores, pueden ser de
cierta utilidad para mejor comprender la masacre de Iguala y la
desaparición de 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro
Burgos de Ayotzinapa, Guerrero, el 26 y 27 de septiembre de este año. En
colaboraciones posteriores, habrá que abordar las matanzas y asesinatos
políticos del siglo XXI, el desarrollo de los partidos y grupos de
izquierda, el movimiento indígena (en especial la lucha de la policía
comunitaria), las luchas magisteriales, el estudiantado normalista en el
movimiento social y el movimiento sindical democrático en el estado de
Guerrero.
Bibliohemerografía básica
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--“Reapertura del caso Aguas Blancas”, en Unión, núm. 438, 26-III-96.
--“El movimiento estudiantil y los comunistas (1963-1968). Cronología”, en La Haine, Apia virtual y otros portales.
--“Las luchas estudiantiles y los comunistas (1969-1973)”, en Rebelión, La Haine, Apia virtual y otros portales.
--“Guerrero 1995: la matanza de Aguas Blancas”, en Apia virtual, La Haine y otros sitios de Internet.
--“Recuento de la represión en Guerrero durante 1993-1996”, en Rebanadas de realidad, La Haine y otros portales.
--“El Movimiento de Liberación Nacional”, en Legado Sindical, núm. 2, 3ª ép., febrero de 1992, y núm. 3, marzo de 1992. Reproducido en Rebelión, La Haine, Apia virtual y otros portales.
Por esto! , revista dirigida por Mario Menéndez Rodríguez.
Por qué?, revista dirigida por Mario Menéndez Rodríguez.
Proceso, revista dirigida por Julio Scherer García.
Punto Crítico , responsable de la edición: Raúl Álvarez Garín.
Sucesos para todos.
Trópico , Acapulco.
UnomásUno.
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