La corrupción no sólo se combate
con denuncias, sino cambiando de raíz los modos de gestión y la
concepción ideológica del servicio público local”
Los ayuntamientos no son corruptos
“per se”. Las personas no se corrompen por naturaleza, ni todos los
ayuntamientos son corruptos, pero el sistema lo es y provoca la
existencia de corruptores ¿Cómo es eso?:
Como municipalitas convencidos que somos,
en Alternativa Socialista sabemos que las personas que se dedican a la
“alta política” en este Estado, – las del antiguo régimen, y las nuevas
y regeneracionistas-, tampoco se han preocupado jamás ni se preocupan
por las administraciones locales. Los ayuntamientos son el patito feo de
la transición, con una financiación nunca resuelta y sumidos en el
intervencionismo, ilegal muchas veces, de otras administraciones mal
entendidas por ellas mismas como superiores. Desde hace años los
partidos políticos descuidan total y absolutamente la formación e
información de ediles que además, se reclutan en base a fidelidades
personales a los aparatos de turno y no por solvencia e ideas. De forma
que excepto en municipios muy concretos, la forma de gestión de las
derechas y/o el centro-izquierda ha sido semejante. El neoliberalismo
también ha impregnado la gestión local y ayuntamientos tanto en manos
del PP como del PSOE han privatizado los servicios públicos locales,
beneficiando a grandes empresas transnacionales o de afamados grandes
empresarios españoles.
La ciudadanía ha exigido servicios, tanto
sociales como culturales, deportivos y de seguridad, amén de alumbrado,
fomento de la economía, embellecimiento, fiestas e incluso corridas de
toros, todo ello con fondos municipales y a la vez que menos impuestos
locales. La oposición de turno siempre ha condenado a su vez cualquier
incremento en tasas o precios públicos, que muchas veces son injustos,
pero que en otras pueden tener justificación.
Ante esto y por culpa de la voracidad
estatal y de las comunidades autónomas, los ayuntamientos sin
financiación adecuada han sido abocados a utilizar el suelo público y el
urbanismo como fuente real de financiación. El capitalismo rentista
español ha encontrado en este maldito sistema su caldo de cultivo para
un enriquecimiento privado a costa del ladrillo y la especulación
urbanística y esa ha sido la madre de todas las corrupciones. A ello se
ha ligado el eliminar de raíz toda concepción ideológica de la gestión
local. La ausencia de ideas y de principios, junto a la necesidad de
realizar buenas gestiones, pero sin modelo de ciudad, ni de construcción
de ciudadanía ha conducido a ayuntamientos mercantilizados y
gestionados como si fueran empresas privadas, con ediles y alcaldes sin
principios y finalmente, sin vergüenza.
Pero denunciamos más. Los grandes
partidos del sistema y del régimen han utilizado a los esquilmados
ayuntamientos, como financiadores y recaudadores para sus arcas y en eso
PP, CiU y otros han sido maestros, aunque no solo ellos. Esa
financiación espuria ha llenado cajas B, pero también bolsillos
particulares. Las diputaciones provinciales, no han sido ajenas.
Hacerse con estas instituciones locales,
las Diputaciones, -mientras existan- exige no desperdiciar ni un voto en
los partidos judiciales, el esfuerzo deberá ser mayor, para no
regalárselas al PP. Además las Diputaciones tienen hoy en día más
competencias delegadas, mientras no se derogue la ley de Racionalización
y Sostenibilidad de las Administraciones locales, por lo que su control
ahora es más importante que nunca. Al menos poder fiscalizarlas
y controlarlas. No olvidemos además que diputadas y diputados
provinciales, no son extraterrestres, son concejales y concejalas
electos en los ayuntamientos de forma proporcional a los votos obtenidos
en los mismos, por partidos y coaliciones políticas y existen en todas
las provincias del Estado español, excepto en las comunidades autónomas
uniprovinciales. Las únicas electas directamente, son las forales
vascas, que por cierto, tienen muchas competencias reales y manejan el
presupuesto.
Ante esta ola corruptora que la ideología
neoliberal ha propiciado, la respuesta no es el ventilador. Condenando
duramente la corrupción hay que proponer otro modelo, social, socialista
real de transformación local, de participación ciudadana, de
presupuestos participativos y de concejos abiertos, que cambien
radicalmente los municipios y sobre todo los gobiernos locales.
Es imposible garantizar la financiación
local y el acceso al crédito de los ayuntamientos sin una banca pública
eficiente. Esta posibilidad ha quedado anulada con la privatización del
Banco de Crédito Local y de las Cajas de Ahorro durante los gobiernos
socialistas. Esto ha dejado a los ayuntamientos en manos de la banca
privada y los ha sometido a un férreo control del Gobierno Central.
Desde los ayuntamientos hay que reclamar la creación de mecanismos de
financiación públicos apoyados en los flujos económicos (ingresos y
gastos) pilotados por las administraciones. Banca Pública para favorecer
la financiación. Total transparencia y escrupulosa intervención de
cuentas. Entrar en las alcaldías y corporaciones levantando las
alfombras.
Para Alternativa Socialista la
participación en las elecciones locales y municipales es imprescindible
al objeto de rescatar los ayuntamientos para el pueblo, y lo hemos de
hacer en el próximo mes de mayo.
Por ello, llamamos a la cordura, la
responsabilidad y a no hacerle regalos gratuitos al PP, ni al régimen.
Hay que rescatar ayuntamientos y diputaciones y echar de los gobiernos
locales a los que los hayan gestionado de forma indigna. Hay que
utilizar también la experiencia acumulada por personas válidas y
honradas que conocen el medio y su importancia e igualmente renovar con
nuevas personas ilusionadas y comprometidas.
Por todo ello proponemos:
Banca Pública que garantice la financiación local
- Derogación inmediata del artículo 135 de la Constitución modificado ilegítimamente, que cercena muy duramente las posibilidades de acción de los ayuntamientos y diputaciones
- Derogación de la ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales aprobada en Consejo de Ministros y recurrida por varias CC.AA como Andalucía y Asturias.
- Democracia participativa local. Concejos abiertos ciudadanos.
- Urbanismo democrático y participativo.
- Remunicipalización de los servicios locales privatizados.
- Modificación de las legislaciones de suelo y de la propiedad sobre terrenos urbanos, solares y urbanizables.
- Control ciudadano sobre la gestión local.
Por el socialismo redistribuidor y
eficiente en los ayuntamientos y diputaciones y cabildos. Por un periodo
constituyente que también modifique y democratice la gestión local.
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