El drama del cómico o la paranoia del payaso
Escrito por Redacción
Carlos Tena
Existen seres racionales que saben envejecer… y otros que dejan que
la decrepitud vaya ganando terreno al sentido común, por desgracia el
que menos funciona, como en el caso del comediante Albert Boadella
(Barcelona, 1943) quien ha sacado a relucir su paranoia anti
independentista en la web de Sputnik, argumentando para ello que el“resto de España nunca le ha hecho nada negativo”, a Catalunya, se entiende.
Boadella, en la misma pendiente de senilidad galopante que padece el
cantautor Paco Ibáñez, llega a afirmar que en un país totalmente
democrático, el presidente catalán Artur Mas “ya estaría procesado” por
hacer caso omiso a la decisión del Tribunal Constitucional español de
prohibir la consulta celebrada el 9 de noviembre pasado.
Cualquier ser humano, hasta un votante del PP, sabe que en un país
democrático una consulta como la realizada en Catalunya nunca hubiera
sido considerada ilegal, sino de pleno derecho, como sucedió en Crimea
cuando la población decidió, por un porcentaje cercano al 95%, separarse
del neonazismo ucraniano y volver a la madre Rusia, tras el gravísimo
error de Nikita Kruschev de “regalársela” a Kiev.
Boadella, un comediante muy ingenioso cuyas actividades teatreras le
costaron algunos días de cárcel y bastantes multas en pleno franquismo,
fue plegándose a la transición con la misma mansedumbre de los
protagonistas de la serie “Cuéntame”, preclaro ejemplo del
conservadurismo español más cateto.
Como buen antinacionalista, para Albert no existe otro pueblo que el
español y los demás deben conformarse con disfrutar del folklore, la
cocina propia, algo de su lengua materna, un diario y una TV autonómica.
Para el payaso Boadella, el derecho a decidir no es humano, sino marciano.
Me da en la nariz que no es Catalunya la que padece paranoia, sino el
propio cómico (trágico y esperpéntico en el siglo XXI), cuyas neuronas
más que patinar, han emprendido una inútil carrera hacia la estulticia
senil, prólogo de la demencia.
Boadella, en su día, detentó gracia y salero, pero muy, pero que muy españoles.
Desgraciamente, nada que ver con la perspicacia, coraje, sarcasmo y capacidad intelectual de Pepe Rubianes.
Y para colmo, ignora que es catalán.
http://tenacarlos.wordpress.com/2014/12/20/el-drama-del-comico-o-la-paranoia-del-payaso/
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