Nuevos documentos de Snowden revelan vasta red de objetivos en “lista de eliminables” de la OTAN
Common Dreams
Traducido del inglés para Rebelión por Germán Leyens |
Documentos
recientemente revelados muestran que la “lista de eliminables” de la
OTAN para sus operaciones en Afganistán incluía no solo a altos
dirigentes de los talibanes sino a presuntos agentes de bajo y mediano
nivel así como a narcotraficantes, informa Der Spiegel.
Algunos de los documentos secretos que datan de 2009 a 2011, forman
parte del valioso hallazgo sacado a la luz por Edward Snowden, señala la
revista alemana.
“Los documentos muestran que las
misiones letales no eran consideradas solo como un último recurso para
impedir ataques, sino en realidad formaban parte de la vida diaria en la
guerra de guerrillas en Afganistán”, informa Der Spiegel.
Como parte de una estrategia que la Casa Blanca llamó “escalar y salir”
que comenzó en 2009, las tropas de la OTAN comenzarían con una fase de
“limpieza” – matando insurgentes. El periódico cita a Michael T. Flynn,
el jefe de inteligencia de ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia para
la Seguridad) en Afganistán, como diciendo: “El único talibán bueno es
un talibán muerto” durante una reunión de información.
Entre los documentos citados y puestos a disposición del público por Der Spiegel se
encuentra la Lista Conjunta de Efectos Priorizados (JPEL). Incluye, con
nombres borrados por la revista, 669 objetivos, sus nombres de código y
uno de cuatro niveles de prioridad. Algunos de los mencionados en la
lista se encuentran al otro lado de la frontera en Pakistán.
En contraste con afirmaciones hechas por el gobierno de EE.UU. respecto
a los objetivos para ser asesinados, una persona que fue colocada en la
lista en el verano de 2010 era un soldado afgano llamado Hussein. Sin
ser un alto líder operativo que planteara una amenaza inminente, solo se
sospechaba que Hussein había participado en un ataque contra fuerzas de
ISAF, y la intención de colocarlo en la lista era utilizar su muerte
como disuasorio, informa la revista.
Der Spiegel
señala que la búsqueda de los hombres en la lista se basaba a veces
sólo en la señal de su teléfono celular, y que la NSA y su equivalente
británico, HCHQ, mantenían una lista de esos números. El reconocimiento
vocal podía ser utilizado como justificación para un ataque aéreo.
La revista cita un informe secreto británico de octubre de 2010 que
indica que el uso de señales de teléfonos celulares era “central para el
éxito de las operaciones”.
Los riesgos de víctimas
civiles de ataques contra los que se encontraban en la lista eran
considerados, pero parecían ser frecuentemente aceptados, y “civiles”
solo se refería a mujeres, niños y ancianos.
“La regla
general era que cuando se calculaba un daño colateral de hasta 10
civiles, el comandante de ISAF en Kabul debía decidir si el riesgo era
justificable”, según una cita de Der Spiegel de un oficial de ISAF que trabajó durante años con las listas.
En otro documento citado por Der Spiegel
menciona un ejemplo de víctimas civiles causadas por la persecución de
personas colocadas en la lista y se revela un ataque fracasado con
misiles contra un presunto combatiente de mediano nivel, Mullah Niaz
Mohammed. En su lugar mataron a un niño e hirieron a su padre.
El informe también explica cómo la amplia red de los objetivos de asesinatos cubría a presuntos narcotraficantes.
Cita un documento de la NSA que dice que los insurgentes “no podían ser
derrotados sin hacer estragos en el narcotráfico”. Los nombres de
narcotraficantes fueron agregados a la JPEL en octubre de 2008.
Esto deja al descubierto un depravado ciclo letal. Mientras la guerra
dirigida por EE.UU. pretendía combatir el cultivo de la dormidera de
opio, años de ocupación habían llevado a niveles récord de cultivo.
Como Matthieu Aikins pone en evidencia este mes en un artículo en Rolling Stone, Afghanistan: The Making of a Narco State (Afganistán,
la creación de un Narco-estado), “el narcotráfico afgano ha empeorado
innegablemente desde la invasión dirigida por EE.UU.,” y EE.UU. se ha
“aliado con muchas de las mismas personas que han convertido el país en
la mayor fuente de heroína del mundo”.
La reciente
información aparece un día después que EE.UU. y la OTAN terminaron
formalmente su misión de combate de 13 años en Afganistán, aunque el
presidente Obama anunció la extensión de esa guerra hace solo un mes.
Miles de soldados permanecerán en el país, y, como informa el lunes Los Angeles Times, las reglas de las operaciones de combate permitirán la continuación de ataques aéreos estadounidenses.
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