1. El fraude de 15,5 millones de
euros perpetrado por consejeros y directivos de Caja Madrid y Bankia con las
“tarjetas opacas”, es el último ejemplo de la corrupción que carcome el
capitalismo español. Las consecuencias de la implicación de seis consejeros de
CCOO, que se apropiaron de casi 800.000 euros en diez años, son de tal
envergadura que comprometen el futuro de nuestra organización.
2. Aunque la Comisión Ejecutiva
Confederal de CCOO ha aprobado una resolución suspendiendo cautelarmente de
militancia a los seis representes del sindicato en Bankia, no podemos olvidar
las declaraciones del secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, en
las que afirmaba no sentirse decepcionado por el hasta hace poco miembro de la Ejecutiva Confederal
Rodolfo Benito, entendiendo que no había actuado “de forma ilegal ni en
beneficio propio”, y que su decisión de dimitir “le honra”.
3. En lugar de defender los
intereses de miles de familias desahuciadas y estafadas con las preferentes,
los consejeros de nuestro sindicato participaron en el saqueo de una caja de
ahorros pública. Si el compañero Toxo consideró que no era un comportamiento
ilegal ni en beneficio propio, nosotros decimos que fue una utilización
nauseabunda de las siglas de CCOO y una prueba más del profundo abismo que
separa a muchos dirigentes de nuestro sindicato de la dura realidad que
constituye el día a día de la clase obrera.
4. Es un insulto a la inteligencia
de los trabajadores y de los afiliados de CCOO, que tanto Toxo como la Comisión Ejecutiva
Confederal pretendan alegar que desconocían lo que ocurría en Caja Madrid y en
Bankia pues, desgraciadamente, se trata de la práctica habitual con la que se
conducen en sus relaciones con los bancos, con los gobiernos central y
autonómicos y la CEOE. Su
obsesión por actuar como “hombres de Estado”, los arrastra, inevitablemente, a
compartir objetivos comunes con los grandes poderes que tienen en sus manos las
riendas de la sociedad, los partidos que se alternan en el gobierno, los
banqueros y los grandes empresarios. A cambio, reciben generosas subvenciones
del Estado y participan en decenas de consejos de administración.
5. Estos casos de corrupción en la
cúpula de CCOO son el fruto inevitable de su política de paz social y
consensos, de desmovilización, de firmar acuerdos que nos hacen perder derechos
y conquistas sociales. Para imponer esta política pactista, ha sido necesario
promover a los órganos de dirección a muchos elementos derechistas y faltos de
escrúpulos, como ocurrió con el anterior secretario general José María Fidalgo,
hoy cómodamente instalado en el entorno del PP bajo el abrigo de José María
Aznar, o con Mª Jesús Paredes, ex secretaria general de la federación de banca,
cuyo marido, Francisco Baquero Noriega, fue consejero de CCOO en Bankia y gastó
de la tarjeta opaca ¡266.400 euros! Este proceso se hizo a costa de marginar a
muchos sindicalistas honestos o, incluso, de ponerlos a los pies de los
caballos en sus empresas.
6. Como sindicalistas y afiliados
que defendemos las tradiciones combativas de CCOO, no podemos permanecer
pasivos ante una situación que puede acabar conduciendo a la destrucción de
nuestro propio sindicato. Las dimisiones o suspensiones de militancia de los
pillados con las manos en la masa son completamente insuficientes. Los máximos
dirigentes confederales son a su vez los máximos responsables políticos de esta
situación. Por tanto, exigimos la dimisión de toda la Comisión Ejecutiva
Confederal de CCOO, junto con la de todos los cuadros implicados de una u otra
manera en corruptelas.
7. Para salvar y defender a CCOO
debe celebrarse un debate democrático en todo el sindicato que dé el
protagonismo a los afiliados y que culmine en un congreso extraordinario con
delegados elegidos directamente por la base.
8. La única manera de combatir la
corrupción es practicando un sindicalismo combativo, de clase y democrático.
Los abajo firmantes llamamos a todos los afiliados y afiliadas de CCOO, a todo el
movimiento obrero, a luchar por GANAR CCOO PARA LOS TRABAJADORES. Súmate a este
manifiesto, difúndelo, envía resoluciones y cartas de protesta a la Ejecutiva Confederal.
Es el momento de dar una respuesta colectiva y organizada frente a los que
están destruyendo un sindicato construido durante décadas con del sacrificio de
la clase obrera. Las genuinas Comisiones Obreras son hoy más necesarias que
nunca.
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