El candidato a dirigir IU, Nicolás García Pedrajas, escribe una carta a los afiliado.
Hola, compañeras y compañeros:
Como ya sabéis, he decidido presentar mi precandidatura a
las primarias que se han convocado en Izquierda Unida para elegir a
nuestro candidato a la presidencia del gobierno. Dado que la gran
mayoría de militantes no me conoce, he querido enviar esta especie de
carta de presentación donde se exponen brevemente los motivos por los
que me presento y los principios básicos políticos que defiendo.
En primer lugar, decir que soy Profesor Titular de
Universidad en el departamento de Informática y Análisis Numérico de la
Universidad de Córdoba, donde he ejercido desde hace casi 20 años. Soy
militante de base de IU sin responsabilidad orgánica.
En segundo lugar, manifestar que la decisión de
presentarme es exclusivamente por convencimiento personal, no hay nadie
detrás ni de ningún partido ni de ninguna corriente. A los que pudieran
pensar que esto es una maniobra de cualquier tipo les recomiendo que no
pierdan su tiempo en ello.
Y en tercer y último lugar manifestar que mi
precandidatura no es contra nadie. Cualquier persona que resulte elegida
dentro de un proceso democrático en IU será mi candidato desde el mismo
momento en el cual sea proclamado.
Las razones que me han llevado a presentarme como
precandidato son básicamente las mismas que me han llevado a militar en
IU. Creo en un partido fuertemente movilizado e ideologizado. No creo en
atajos de ciudadanismo desclasado para mejorar los resultados
electorales a corto plazo. Después de muchos años de triunfo absoluto de
la ideología del capitalismo más salvaje, probablemente porque no
puede existir otro tipo de capitalismo, no podemos pensar que
simplemente edulcorando nuestro lenguaje, limando sus aristas y vaciando
de contenido nuestra propuesta es posible conseguir una sociedad sin
explotación.
Tenemos una sociedad dividida en clases sociales, y donde
los medios de producción están en manos del capital. No podemos hacer un
análisis real de la sociedad sin tener en cuenta esta realidad. Y no
podemos dirigirnos a la sociedad escondiendo este hecho en términos como
“casta” o “arriba y abajo” que no significan nada. Sin convencer a la
gente de este hecho fundamental no existe acción política útil posible.
Tampoco podemos hacer este análisis de puertas para
adentro y dirigirnos a la sociedad como avergonzándonos de usar esos
términos. Y menos aún podemos convertirnos en una especie de despotismo
ilustrado en el cual se justifica hablar a los ciudadanos en “términos
que ellos entiendan” como si fuéramos una especia de élite intelectual.
Un partido de izquierda es útil en tanto en cuanto es útil
a la clase trabajadora. IU debe ser un partido de trabajadores y
trabajadoras y para los trabajadores y las trabajadoras. Estoy a favor
de la unidad de la izquierda, como no puede ser de otra manera, siendo
como es IU un proyecto de unión desde su fundación. Pero estoy en contra
de procesos de convergencia en los cuales IU queda desdibujado en un
magma indefinido ideológicamente y poco claro en sus ideas.
Si un partido renuncia a presentarse a las elecciones y a
elaborar su propio programa, ¿cuál es su utilidad? Renunciar a las que
son dos de las tareas fundamentales de cualquier partido político es
admitir que IU es una herramienta obsoleta que debe ser reemplazada. Por
ello, creo firmemente que IU debe plantear coaliciones electorales sólo
con formaciones políticas inequívocamente de izquierda.
Una vez celebradas las elecciones, IU debe plantear sus
alianzas en base a programa y acciones concretas, pero a las elecciones
debemos presentarnos con nuestra marca y nuestro mensaje claro y sin
maquillaje. Somos lo que somos y debemos estar orgullosos de ello.
Hay quienes afirman que no se puede seguir hablando de
ideologías, de clases sociales y de luchas a una sociedad que ha perdido
esos referentes. Desafortunadamente hemos olvidado que no puede ganar
una alternativa de izquierda si la mayoría social es de derecha. Y para
eso no hay atajos. Decía Malcom X: “El mayor error del movimiento es
tratar de organizar a gente dormida alrededor de objetivos específicos.
Tienes que despertar primero a la gente, después obtienes la acción”.
Precisamente ese es el error que no podemos cometer en IU, unirse a
movimientos sin ideología, basados en que cada uno quiere ver su
problema resuelto. No se puede organizar a la gente sobre objetivos
concretos egoístas, porque la intersección de ese programa de mínimos
tan repetido es simplemente el conjunto vacío.
También es fundamental que gestionemos nuestra propia
agenda. No podemos dejarnos arrastrar por los medios de comunicación,
sus modas y sus “líderes de opinión”. Debemos tener muy claro que estos
medios de comunicación tienen sus propios intereses y sirven a las
empresas que los poseen y financian.
Respecto a la organización debemos trabajar por el
liderazgo compartido. Resulta curioso que cuanto más se vende la idea de
horizontalidad más se está tendiendo al hiperliderazgo de figuras
mediáticas. IU debe ser siempre una organización plural en la que se
escuchen todas las voces. Para ello además es muy necesario reforzar la
presencia de obreros en los puestos directivos de IU. Sería bueno que
para ello tomáramos ejemplo de partidos hermanos como el Partido
Comunista Portugués. Necesitamos más representantes de la clase obrera y
trabajadora en todos los órganos de IU.
Yo no pretendo decidir qué es IU, ya que eso es labor de
todos. Es importante que las primarias que se han abierto son para
decidir quién encabezará la candidatura de IU a la presidencia del
gobierno y no a otros puestos. Y es importante que sean cuales sean los
resultados de las primarias se cuente con todos los miembros de IU.
No puedo concluir esta breve exposición de mis razones sin
elogiar la figura de nuestro coordinador federal Cayo Lara. Cayo Lara
es sin duda el mejor coordinador que ha tenido esta organización. Es una
persona de una honradez fuera de toda duda y de una capacidad de
liderazgo y trabajo excepcional. Creo que es el mejor candidato que
hubiéramos podido tener y si él se hubiera presentado todo lo que he
expuesto aquí estoy seguro que se habría visto reflejado.
Para finalizar me gustaría recordar las palabras de
Patricio Lumumba, en una carta a su esposa escrita en enero de 1961, una
semana antes de su asesinato. En estos momentos de bastante
desconcierto en la izquierda no debemos olvidar quiénes somos ni dónde
están nuestras batallas y nuestros referentes: “Ninguna brutalidad,
maltrato o tortura me ha doblegado, porque prefiero morir con la cabeza
en alto, con la fe inquebrantable y una profunda confianza en el futuro
de mi país, a vivir sometido y pisoteando principios sagrados. Un día la
historia nos juzgará, pero no será la historia según Bruselas, París,
Washington o la ONU sino la de los países emancipados del colonialismo y
sus títeres.”
Un saludo a todas y todos
No hay comentarios:
Publicar un comentario