José Manzaneda*
En estos
días, diferentes ciudades de Cuba
celebran actos contra la homofobia y la transfobia, con apoyo de las
instituciones y medios de comunicación del país (1).
Una encuesta reciente del sitio web
holandés Planet Romeo a hombres homosexuales de todo el mundo, concluye que
Cuba es el tercer país de América Latina y el Caribe en cuanto al nivel de
plenitud personal de la población gay, solo por detrás de Uruguay
y Argentina (2). Cuba ocupa el puesto 29 entre 127
países del mundo, por encima de países de la Unión Europea como Italia o
Portugal (3).
En
los últimos años la sociedad cubana ha dado pasos evidentes en este terreno: de
hecho, el 64% de los encuestados cubanos consideró que en su país existe un
cambio positivo para ellos.
Pero
este retroceso de la intolerancia en la Isla es tibiamente reflejado por la
prensa internacional, que sigue colocando a Cuba entre los países netamente
“homófobos”. El diario español “El País” decía que “un millar de homosexuales y
transexuales cubanos se manifestaron en (…) La Habana para reivindicar sus
derechos en una sociedad en la que persiste la discriminación” (4). Sin negar
los espacios de intolerancia que aún persisten en Cuba, lo curioso es que este
reportaje sea firmado por la corresponsalía de El País
en México,
un país donde –según denuncias de la Comisión Ciudadana contra Crímenes de Odio
por Homofobia- solo en el año 2012 se produjeron 86 asesinatos de gays,
lesbianas y transexuales (5), y donde se da una práctica extendida de abuso
policial, incluso violaciones a lesbianas conocidas como “correctivas de la
homosexualidad” (6).
La
situación en otros países de la región no es mejor. En 2013, en Brasil,
la homofobia y la transfobia costaron la vida a 312 personas, una víctima cada
28 horas (7). En Honduras, 186 entre 2009 y 2012 (8). Y
en Colombia,
entre 2010 y 2011, se contabilizaron 280 homicidios (9).
En 10 estados de la región –la mayoría
del Caribe y por tanto muy cercanos a Cuba- la homosexualidad está prohibida,
bajo pena de prisión (10). En dos países de América Latina, Panamá
(11) y Nicaragua (12), se despenalizó hace muy
poco, en el año 2008.
Son datos que rara vez leemos en la
prensa internacional.
Hoy, casi un tercio de los estados del
mundo penalizan legalmente la homosexualidad, 7 de ellos incluso con la pena de
muerte (13).
Pero, para CNN
en español es Cuba el país “conocido por su hostilidad” hacia la
homosexualidad, aunque ahora esta sea menor: “Y así marcharon, al ritmo de la
conga y los tambores y con la bandera del arco iris ondeando por las calles de
la capital cubana. Todo para demostrar su orgullo por su orientación sexual en
un país que hasta hace poco era conocido por su hostilidad hacia esta
comunidad”, decía su presentadora (14).
El
culpable de esta homofobia sería –¡cómo no!- Fidel Castro.
El corresponsal de BBC
en español asegura que “de todas las áreas en las que Cuba ha cambiado desde
que Fidel Castro dejó el poder, los pasos hacia la mejora de los derechos de
gays y lesbianas son algunas de las más significativas” (15). El diario
mexicano Excelsior
afirmaba que, “tras el triunfo de la Revolución cubana, Cuba fue conocida en la
década de 1960 por su animadversión a la comunidad gay” (16). Y es que la
opinión pública mundial tiene la imagen grabada de esta “animadversión a la
comunicad gay” en la Cuba de los 60, pero jamás ha oído una palabra sobre la
situación de gays y lesbianas en el México de aquellos años, por ejemplo. O en
EEUU, donde las “leyes contra la sodomía” se han mantenido en 14 estados hasta
tiempo bien reciente (17).
Y es verdaderamente chocante que la
prestigiosa Comisión Española de Ayuda al Refugiado, en unas jornadas en el
País Vasco tituladas “Vivir sin miedo”, eligiera a un ciudadano cubano –que
denunciaba haber sido violado en su país en el año 2005- como único testimonio
y ejemplo de refugiado por orientación sexual (18). Sin juzgar la credibilidad
de su relato, también resulta curioso que, de todas las personas invitadas a
dichas jornadas, fuera la única que interesó a la televisión vasca y a dos
importantes emisoras de radio (19) (20) para ser entrevistada. Allí, por
cierto, aprovechaba para destapar su posición política, haciendo una descarada
apología de la política del Gobierno de EEUU hacia su país:
“Yo
ahora, con esta conversación de Obama
con mi país, pensaba que iba a haber un acuerdo maravilloso, después llegaron
noticias de que Raúl Castro estaba apoyando a Venezuela,
y sabemos todos cómo va (Venezuela) (…) Pese a todo, Obama sigue abogando por
la libertad de Cuba…” (Gilberto Téllez en Radio Vitoria, 25-03-2015).
Gracias a la colaboración ingenua de
esta ONG, los oyentes reforzaban así dos mensajes ya fuertemente grabados en su
imaginario: uno, que Cuba es el ejemplo de país con una fuerte “homofobia
institucional” que hace “huir” a las personas; y dos, que es necesario acabar
con su Gobierno, al que se le responsabiliza en exclusiva de los espacio de
intolerancia en su sociedad, mientras se silencian o minimizan los avances en
su estrategia –institucional- de lucha contra la homofobia (21) (22).
*Coordinador
de Cubainformación.
(1)
http://www.cubainformacion.tv/index.php/genero/62673-jornada-pide-espacios-laborales-sin-homofobia
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