Declaracion Politica XI Congreso Nacional de
Fensuagro
Fortalecer la unidad y la resistencia popular contra las
politicas neoliberarles, de despojo y el capital transnacional
Fensuagro
Con la presencia de numerosas delegaciones campesinas y de trabajadores de la
agroindustria, llegados de las diversas regiones del territorio nacional, hemos
realizado en la ciudad de Bogotá D.C. del 5 al 8 de junio el XI Congreso de la
Federación Nacional Sindical Unitaria Agropecuaria, “FENSUAGRO”, con la consigna
central VAMOS POR LA PAZ, LOS DERECHOS CAMPESINOS Y LA SOBERANIA
ALIMENTARIA. La Fuerza y Energía de Mujeres, Hombres, Jóvenes y Niños del
campo, se hizo sentir durante los cuatro días del magno evento de los
fensuagristas, el cual contó con el acompañamiento y saludos de organizaciones
hermanas del orden internacional y nacional.
Los delegados y delegadas asistentes al XI Congreso Nacional de Fensuagro;
DECLARAMOS QUE:
Como consecuencia de la crisis de carácter estructural en que se encuentra el
campo colombiano debido a la aplicación de políticas neoliberales, ajustes
institucionales y fiscales impuestas por el FMI, el Banco Mundial, el Banco
Interamericano de Desarrollo BID y la Organización para la Cooperación y el
desarrollo Económico OCDE, a su vez sumisamente ejecutadas por el gobierno
nacional, las cuales están llevando a mayores niveles de empobrecimiento y
mendicidad a vastos sectores de la población colombiana, principalmente a
quienes viven en los cinturones de miseria de las principales ciudades y zonas
rurales del país.
Los tratados de libre comercio, el proyecto de ley sobre Zonas de Interés de
Desarrollo Rural Económico y Social, ZIDRES; el avance de los agro negocios, la
concentración de la propiedad de la tierra, las locomotoras minero-energéticas y
del recién aprobado Plan Nacional de Desarrollo en su referente a la
Transformación del Campo, son complementarios a las políticas que buscan una
mayor concentración de la riqueza y consolidación del capital financiero
transnacional en nuestra nación y el despojo de nuestros territorios.
La Guerra sigue siendo el principal instrumento de despojo y concentración de
riqueza por parte de la oligarquía Colombiana en alianza con el capital
transnacional y el poder destructor del imperialismo. El campesinado, los
pueblos indígenas, las comunidades afrodescendientes y en general la clase
trabajadora de nuestro país han venido siendo despojadas sistemáticamente de sus
derechos fundamentales. Hacen parte de esta maquinaria de guerra y despojo, el
poder ejecutivo, el legislativo y la rama judicial que se conjugan rítmicamente
al son de los intereses del capital transnacional y nacional.
La violencia y persecución sistemática contra los campesinos y pueblos
indígenas, no es un hecho reciente; esta se remonta a los primeros años del
siglo pasado, que se prolongó durante todo el siglo XX y lo que va del siglo
XXI. El Actual Conflicto Armado tiene sus raíces en las causas históricas de la
violencia, la persecución política y despojo contra los pobladores rurales.
También a la abierta intervención e injerencia del imperialismo Norteamericano
en nuestro país.
Más de 9.900 presos políticos en Colombia demuestra que un país como el
nuestro con la “Democracia más antigua” del continente es una solemne mentira,
las cifras no mienten más de siete (7) millones de desplazados, miles de
desaparecidos, cerca de diez (10) millones de hectáreas de tierra robadas al
campesinado. En el caso particular de FENSUAGRO, 130 de sus miembros se
encuentran encarcelados con falsos montajes, entre ellos su Vicepresidente HUBER
DE JESUS BALLESTEROS GOMEZ.
Los diálogos de Paz que se desarrollan en la ciudad de la Habana- Cuba, entre
el Gobierno Colombiano y la guerrilla de las FARC- E.P, es la mayor esperanza de
la sociedad colombiana para que se alcance un acuerdo definitivo que ponga fin a
la confrontación armada y abra el camino a la solución política, que posibilite
la paz estable, duradera y la justicia social. Desde nuestra Federación,
llamamos a las partes a cumplir su palabra de no levantarse de la mesa de
negociación, hasta tanto no se haya firmado el acuerdo final. Al mismo tiempo al
Gobierno Nacional a poner en práctica de inmediato los acuerdos hasta ahora
alcanzados en materia de políticas agrarias y demás acuerdos que contribuyan a
generar confianza y apoyo social al proceso de negociación.
FENSUAGRO se declara en proceso constituyente, dedicando el tiempo necesario
a promover y organizar la convocatoria de una ASAMBLEA NACIONAL CONSTITUYENTE,
que posibilite materializar los acuerdos de la Habana en una Nueva Constitución
Política que garantice la paz como un principio fundamental de los
Colombianos/as, la justicia social, la democratización de la Riqueza y de la
vida política de la nación. La Asamblea Nacional Constituyente deberá sentar las
bases para la construcción de una sociedad democrática, con autodeterminación,
antiimperialista y con plenitud de soberanía nacional. La paz deberá pasar a ser
un principio fundamental del pueblo colombiano, la cual deberá garantizar de
manera gratuita a todos los colombianos/as el derecho a la salud y la Educación;
a gozar de una vivienda digna, el acceso al agua potable, a los alimentos de
buena calidad, al trabajo digno, a la tierra para las comunidades campesinas y
étnicas que no la posean y demás componentes que permita el apoyo directo del
estado a la Economía Campesina.
Las riquezas y bienes naturales deberán ser declaradas patrimonio estratégico
de los colombianos/as prohibiéndose su privatización y extranjerización. La
tierra tendrá una función social y ecológica, será nula la gran propiedad
monopólica en manos de particulares. Se deberá desarrollar una legislación que
garantice el control efectivo y eficaz contra la evasión de impuestos de las
empresas transnacionales, nacionales y los capitales golondrinas. Se expulsaran
del país aquellas empresas que violen los derechos fundamentales de los
trabajadores.
Los millones de campesinas/os que fueron despojados de sus tierras,
territorios y demás bienes, continúan esperando del estado su devolución. La ley
de Victima no ha pasado el examen después de sus primeros cuatro años de vida;
según el propio gobierno solo 86 mil hectáreas han sido devueltas, de las 10
millones que según los propios campesinos/as les han sido robadas por los narco
latifundistas.
El reconocimiento de los Derechos de los campesinos colombianos
debe concretarse de forma inmediata. La deuda social que tiene el estado con los
campesinos debe ser reconocida y pagada prontamente. Los campesinos/as alimentan
a los colombianos/as, al mismo tiempo son protectores de la naturaleza, los
ecosistemas, el medio ambiente, son productores de cultura y vida.
Desde FENSUAGRO impulsaremos y nos movilizaremos por la implementación de
Políticas Agrarias Democráticas que tengan como eje central la REFORMA AGRARIA
INTEGRAL Y POPULAR. Políticas Agrarias que fortalezcan la producción de la
economía campesina, que recupere la soberanía alimentaria de los colombianos y
que garantice la seguridad social y pensiones para los pequeños y medianos
productores campesinos, que democratice los latifundios permitiendo el acceso
gratuito a la tierra de los campesinos que no la poseen, que prohíba la
transnacionalización de la tierra, los grandes agro negocios, que favorezca la
defensa de la producción de alimentos, que de impulso a las Zonas de Reservas
Campesinas. En general la puesta en práctica de una reforma agraria que permita
vida digna para las millones de familias campesinas de nuestra patria.
El recién aprobado Plan Nacional de Desarrollo por el Congreso de la
Republica se convierte en un nuevo instrumento de exclusión y desarraigo contra
el campesinado, los pueblos indígenas y comunidades afro descendientes. Las
verdaderas intensiones del Plan es continuar consolidando en el caso del campo
los agro negocios, la venta de la biodiversidad y bienes genéticos y en general
convertir la naturaleza en el gran negocio atreves de la denominada economía
verde. De otra parte se trata de dar continuidad a las locomotoras del
desarrollo en lo atinente a la gran minería, a la producción energética y la
explotación petrolera. Como lo han denunciado otros sectores de la sociedad
Colombiana el Plan Nacional de Desarrollo está dirigido a garantizar una nueva
etapa de acumulación de capital, estrechamente relacionado con la profundización
del modelo neoliberal.
La autorización al Presidente de la República por un periodo de seis (6)
meses para que reestructure, cree o suprima las instrucciones del sector
agropecuario se puede convertir en un abuso de poder, de no tenerse en cuenta la
participación en la toma de decisiones de las comunidades y organizaciones
campesinas, indígenas, afro descendientes, raizales y trabajadores del sector,
en lo atinente al tipo de institucionalidad que se requiere para desarrollar una
política agraria, que recoja las exigencias del movimiento campesino
representada en la CUMBRE AGRARIA ETNICA Y POPULAR y los acuerdos de la HABANA.
Una Institucionalidad con adecuados recursos económicos, con talento humano y
con una amplia participación y poder de decisión de las organizaciones y
comunidades campesinas y étnicas, quienes deberán ser consultadas por la
Institución del caso, de manera obligatoria e incorporar sus propuestas en los
planes a desarrollar.
Nos comprometemos a continuar consolidando la Cumbre Agraria, Campesina,
Étnica y Popular conjuntamente con las fuerzas sociales y populares que la
integran como un espacio de unidad en la diversidad pero comprometido con la
movilización y la lucha permanente contra las transnacionales, por la
recuperación de la tierra, el territorio y la vida digna. De igual manera, a
organizar y preparar unitariamente las acciones de protestas populares hacia el
PARO AGRARIO Y POPULAR, ante los incumplimientos por parte del Gobierno Nacional
a los acuerdos pactados en el 2013 y 2014 con el Movimiento campesino y los
pueblos indígenas que hacemos parte de la Cumbre.
De igual manera llamamos a redoblar esfuerzos desde los sectores agrarios,
campesinos, étnicos, populares, sociales y políticos a fortalecer el Frente
Amplio por la Paz que permita alcanzar de manera inmediata el Cese al Fuego
Bilateral, el desescalamiento de las acciones militares y la pronta firma de un
acuerdo que le ponga fin a la confrontación armada, hacia una paz estable,
duradera y con justicia social; cerrando de paso el camino a las fuerzas
reaccionarias que pretenden condenar a la mayoría de la sociedad colombiana al
escabroso y doloroso camino de la guerra y la violencia sistemática a la que han
sido sometidas las organizaciones sociales y populares del país.
La realización de la Primera Asamblea de mujeres campesinas, de la Primera
Asamblea de jóvenes campesinos y el Primer Congresito de niños y niñas
FENSUAGRISTAS, después de un proceso de fortalecimiento local y regional, es una
muestra de los avances organizativos y políticos de nuestra Federación. Las
Mujeres y Jóvenes Fensuagristas, han contribuido de forma práctica, dinámica y
entusiasta en el XI Congreso de Fensuagro a la construcción de los lineamientos
políticos de la misma para los próximos cuatro (4) años, al mismo tiempo sus
aportes han enriquecido el Programa Agrario para la acción y transformación
democrática del campo colombiano. Los Niños y Niñas campesinas Fensuagristas,
que desarrollaron su Primer Congresito dejaron impregnadas las huellas de la
ternura y el amor en cada uno de los corazones de los delegados asistentes al XI
Congreso.
Entendiendo que la actual coyuntura política nos coloca ante nuevos retos y
dinámicas locales, municipales, departamentales, regionales y nacionales, que no
podemos desconocer como integrantes Fensuagristas del Movimiento Político Marcha
Patriótica y la Unión Patriótica, la cual nos llama a convocar a nuestros
afiliados a trabajar por la más amplia CONVERGENCIA PROGRAMATICA de cara a las
elecciones del próximo 26 de octubre. Siempre con la claridad que la
construcción de una nueva democracia va más allá de la elección de unos
individuos a determinados cargos de elección popular, es necesario también
ejercer el Control Político sobre los Elegidos y de éstos no cumplir el mandato
para el cual fueron designados por las mayorías, se debe tener la capacidad de
revocar los mandatos de los mismos. Es necesario de igual manera aclarar que las
elecciones no son un fin en sí mismo, sino un medio que permita cambiar la
actual correlación de fuerzas a favor de los cambios que requiere la Sociedad
Colombiana.
VAMOS POR LA PAZ
LOS DERECHOS CAMPESINOS Y LA SOBERANIA ALIMENTARIA.
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