LA GUERRA SUCIA DEL GOBIERNO ESPAÑOL CONTRA LA DEMOCRACIA VENEZOLANA.
27 marzo, 2018
Por Ángeles Diez
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Texto publicado originalmente el 22 de julio de 2017 en el Foro Contra la Guerra Imperialista y la OTAN
La política española se nos presenta siempre llena de paradojas,
simulacros y sobreactuaciones. Muchas de ellas son puestas en escena
para tratar de convencer a los súbditos españoles de que además de
utilizar las administraciones para lucrarse se ejerce algo parecido a lo
que en otros sitios se conoce como gestionar lo público y defender los
intereses nacionales.
Pero cuando se analiza, incluso superficialmente, la política
exterior en relación a Venezuela, nos encontramos con tal cantidad de
incongruencias y sinsentidos que sólo cabe pensar que hay un guión
previo escrito y/o encargado desde fuera, o lo que viene a ser lo mismo,
que nuestra política exterior está subordinada a los intereses del
imperio estadounidense ¿Cómo explicar si no que el ministro de Asuntos
Exteriores dé validez a un plebiscito organizado por la oposición
venezolana sin ningún tipo de garantías y sin respaldo del Consejo
Nacional Electoral, sin censo electoral, con la quema posterior de los
votos, con observadores que reconocen haber cobrado de los convocantes,
etc. al mismo tiempo que el gobierno español declara ilegal la consulta
catalana? ¿Cómo explicar que, estando el gobierno venezolano y su
presidente reconocidos como legítimos por el Estado español, el Sr.
Dastis, ministro de asuntos exteriores, declare que “no es una
democracia”? ¿Cómo interpretar que tras la entrevista con su homólogo
estadounidense, Rex Tillerson, afirme que “hay que seguir aumentando la
presión para que Venezuela vuelva a ser una democracia”1?
Cualquier persona sensata podría aplicar un sencillo cuestionario que
le ayudara a entender que en Venezuela se libra una de las batallas más
importantes de una Guerra Mundo liderada por EEUU, y que el gobierno
español no es sino un vasallo servil al servicio de la lógica
imperialista. Sin duda, primero tendría que hacer un esfuerzo de
desintoxicación informativa para que lo evidente no quedara neutralizado
por la propaganda mediática que ingerimos diariamente. Pero en realidad
bastaría con aplicar a los medios de comunicación masivos los mismos
criterios y sospechas que tenemos sobre ellos cuando dan noticias sobre
nuestro propio país. Veamos cuál sería este cuestionario:
1.- ¿A qué se debe que la potencia bélica más grande del mundo (800
bases militares distribuidas por todo el mundo, el presupuesto militar
más alto del planeta, 200.000 soldados desplegados en 100 países)2 declare
con un decreto ejecutivo que Venezuela es una “amenaza inusual y
extraordinaria”, un país que no tiene bases militares fuera de su
territorio y su ejército ocupa el puesto 62 en el ranking mundial?
2.-¿Qué recursos naturales y morales posee Venezuela que la convierten en una amenaza para el imperio y sus socios?
3.- Si Venezuela es una dictadura cómo es que desde que Chávez ganó
la presidencia (1999) se hayan celebrado más 20 elecciones, el Centro
estadounidense Carter, que actúa como observador en procesos
electorales, haya reconocido su sistema electoral como uno de los más
limpios y transparentes del mundo, que el gobierno bolivariano de
Nicolás Maduro ocupe un puesto destacado en las principales Comisiones
de Naciones Unidas donde se necesita ser elegido por votación (Venezuela
tiene el mandato simultáneo de siete Comisiones incluida la
presidencia del Consejo de Derechos Humanos de la ONU hasta el 2018).
4.- Sólo en enero de 2017 se registraron en México 1.938 homicidios3,
de marzo de 2016 a marzo del 2017 fueron asesinados en Colombia un
total de 156 líderes sociales y defensores de derechos humanos4;
a qué se debe entonces que los medios masivos sólo hablen de la
violencia en Venezuela y que el ministro de asuntos exteriores español
diga que la situación en Venezuela es insostenible?
5.- Si la situación en Venezuela es tan insostenible cómo es que su
tasa de emigrantes es la más baja de américa latina (0,4% frente al
11,8% de México por ejemplo), la tasa de desempleo esté en el 6% (en
España es del 20,9%), que junto con Cuba Venezuela sea el país menos
desigual del continente (España es el país más desigual de la OCDE), que
no haya personas desnutridas (En España la población en riesgo de
pobreza es del 28,3%), que la mortalidad infantil se encuentre por
debajo de la media regional y que no haya periodistas asesinados ni
desapariciones forzosas?5
Cuando intentamos responder a estas cinco preguntas la primera
conclusión es que los ataques actuales del gobierno español a Venezuela
tienen otras razones distintas a las esgrimidas públicamente y que
dichas razones están lejos de cualquier interés por la paz o la mejora
de las condiciones de vida del pueblo venezolano.
Hasta hace poco, el tema venezolano había formado parte de la
política interna nacional. El show electoral español ha condicionado la
agenda de todos los partidos políticos del espectro tanto de derechas
como de izquierdas. Así, una vez consolidada la criminalización
mediática, Venezuela ha sido un arma arrojadiza para acusar de
populistas, radicales y autoritarios a Podemos, pero también para éstos
ha sido un lastre incómodo del que tratar de zafarse continuamente en
aras de una razón instrumental de dudoso calado moral. La mayoría
de los partidos políticos de ámbito nacional con opciones electorales
se han posicionado abierta o tímidamente, por activa o por pasiva, en la
lógica de la guerra sucia contra el gobierno bolivariano.
El doble papel de servir a las campañas electorales al tiempo que se
hacía el servicio a Estados Unidos irradiando la imagen negativa de
Venezuela ha sido la tónica dominante en la política española.
Pero en estos momentos hay elementos que indican que el gobierno
español ha asumido un papel mucho más activo en la guerra sucia contra
Venezuela y especialmente, como ya hizo en su día con Cuba, para influir
en los gobiernos europeos. Ha aumentado la frecuencia de los
pronunciamientos contra el gobierno bolivariano, ha subido el tono y se
ha convertido en el portavoz de las tesis golpistas de la oposición
venezolana, los medios de comunicación españoles han radicalizado su
campaña tóxica y, en general, unos y otros están reproduciendo punto por
punto la propaganda estadounidense.
Todo apunta a que los principales actores políticos españoles están
cumpliendo el encargo de crear las condiciones para que tanto la opinión
pública española como la europea sean favorables a una intervención
armada. Baste como ejemplo las declaraciones del dudosamente democrático
expresidente Felipe González afirmando que no se debe celebrar una
Asamblea Constituyente en Venezuela. Un exmandatario que no puede
ocultar sus excelentes relaciones e intereses compartidos con la
oligarquía venezolana y que no ha dudado en hacer causa común con el
expresidente Aznar en contra del gobierno bolivariano6.
En el caso de Estados Unidos es evidente que en la actual escalada
bélica, doblegar a Venezuela es un objetivo priorizado si se valora uno
de los posibles escenarios previstos por los think tank: Una
conflagración con otras potencias con equivalente potencia militar como
Rusia. Para este escenario se presenta como necesario recuperar zonas de
influencia y control de fuentes de energía y abastecimiento, a saber,
el considerado por los políticos estadounidenses “patio trasero
latinoamericano”.
Venezuela es una pieza clave desde esta perspectiva ya que la propia
página oficial de la CIA señalaba, en el año 2015, que Venezuela era el
país con más reservas de petróleo comprobadas en el mundo (18 % del
total), y por supuesto con grandes reservas de gas, recursos hídricos y
minerales raros.
Hay otro factor importante que nunca veremos reflejado en ningún
análisis de los tanques pensantes y es que también en Venezuela se
encuentran hoy en día importantes recursos morales: la defensa de su
soberanía e independencia política, la integración regional basada en
criterios de cooperación, el apoyo a las causas justas como la
Palestina, un proyecto de igualdad y justicia social de carácter
socialista… Podríamos decir que después de la resistencia heroica de
Cuba, el testigo ha sido tomado por los venezolanos.
Todos los datos objetivos señalan que desde hace tiempo se ha puesto
en marcha la guerra sucia contra Venezuela, que con el presidente
estadounidense B. Obama apretó el acelerador y con Donald Trump continúa
cumpliendo el plan trazado de la intervención. En abril de este año el
almirante estadounidense jefe del Comando Sur, Kurt Tidd dijo ante el
Comité de Servicios Militares del Senado de Estados Unidos que la
situación en Venezuela estaba empeorando y que esto podría desencadenar
una “crisis humanitaria que requeriría una intervención a nivel
regional”, después tuvo que aclarar que no estaba hablando de una
intervención militar pero no cabe duda de que sus palabras avalan lo que
la oposición denomina Hora Cero para Venezuela.
La resistencia del pueblo venezolano defendiendo su democracia a
pesar de la guerra económica, el no haber conseguido quebrar al ejército
bolivariano, los repetidos intentos del gobierno de Nicolás Maduro por
abrir cauces de diálogo y su propuesta de Asamblea Constituyente como
estrategia para derrotar pacíficamente a la oposición golpista, han
acelerado la hoja de ruta de la intervención que responde, con grandes
similitudes a la que se dio en Chile previo al golpe de Pinochet, a las
siguientes pautas : 1.-aumentar el nivel de violencia y provocación
tanto de la Asamblea Nacional en desacato como de los grupos
paramilitares que actúan en las calles, 2.-conformar un gobierno
paralelo legitimado por organismos internacionales controlados por EEUU y
por países afines, 3.- conseguir una masa crítica con el plebiscito
fraudulento del 16 de julio, 4.- obstruir y sabotear la administración
pública para colapsar la prestación de bienes y servicios, 5.- aumentar
la presión económica y financiera hasta reventar definitivamente la
economía, 6.- campañas sistemáticas de desinformación, post-verdad y
fake news , 7.- preparar huelgas y paros en servicios, transporte y
sector petrolero, 8.- boicotear la entrada en el país de alimentos y
medicinas, paralizar las importaciones, 8.- incrementar las noticias
sobre violación de DDHH, crisis humanitaria etc., 9.- crear un gobierno
de transición con el reconocimiento de la OEA y algunos gobiernos
europeos, especialmente el español.
No se trata de una nueva forma de Guerra sucia. Tanto la secuencia de
los acontecimientos como el tipo de acciones ya se han aplicado
repetidamente en el entorno latinoamericano: golpes de Estado,
intervenciones militares, financiación de paramilitares, opositores y
contrainsurgencia, guerra sicológica, golpes blandos, intervención
humanitaria… El protocolo de aislar, demonizar e intervenir sigue
cumpliéndose con distintos niveles de complejidad. La diferencia es que
la resistencia del pueblo venezolano está obligando al imperialismo a
complejizar y diversificar las formas de intervención.
Si en el caso de EEUU parece claro los intereses que están detrás y
por qué se está priorizando la agresión a Venezuela ¿Qué mueve al
gobierno español a sumarse tan activamente a este plan bélico? Basten
algunos datos para argumentar que, dado que en estos momentos no hay
elecciones a la vista, las razones hay que buscarlas en otro lado.
Tras la incorporación de España a la OTAN en 1982 se firmó el
Convenio de Cooperación para la defensa (1988), con varias
ratificaciones y enmiendas, que desembocaron en el impulso de la Nueva
Agenda Trasatlántica (1995), el reforzamiento de las relaciones
bilaterales a partir del 2001 cuando se firmó con la Secretaria de
Estado norteamericana, Madeleine Albright, una Declaración Conjunta que
supuso un salto cualitativo en las relaciones bilaterales
profundizándose nuestra dependencia de EEUU no solo a nivel político,
sino también en el ámbito de la defensa y la seguridad, en materia de
cooperación económica y financiera, científica, industrial, tecnológica y
cultural.
A partir de la presidencia de Obama y después de un pequeño
enfriamiento por la retirada de las tropas españolas de Irak, las
relaciones bilaterales con Estados Unidos se volvieron a intensificar.
Se produce el encuentro de Rajoy y Obama en Washington (enero 2014),
viajes continuos de distintos ministros, viaje oficial de los Reyes,
visita del secretario de Estado John Kerry y el secretario de Defensa
Ashton Carter a España, etc.
El propio Ministerio de Asuntos exteriores afirma en su página web
que se trata de un aliado con el que “pocos países en el mundo tienen
unos vínculos históricos, culturales y lingüísticos tan fuertes y con el
que compartimos los mismos valores democráticos e intereses
geoestratégicos”7. Cualquiera
que sepa leer entre líneas verá que la relación entre un país como
España sin recursos naturales significativos, con un endeudamiento
exterior que sobrepasa el PIB, con una alta dependencia de recursos
energéticos, etc. No puede ser una relación entre iguales sino una
relación subordinada y dependiente.
Para Estados Unidos acabar con el gobierno venezolano tiene rango de
política Estado, forma parte de la Guerra Mundo que la administración
estadounidense explicita como “defender los intereses norteamericanos en
cualquier parte del mundo” Un imperio por muy decadente que sea, o por
muy disminuido que esté su poder, no puede hacer otra cosa que extender
la guerra para mantener su hegemonía. Por otro lado, el imperialismo no
es sino la forma que adopta la expansión capitalista y en estos momentos
Venezuela constituye uno de sus más importantes obstáculos. La guerra
que se libra contra Venezuela es pues una guerra que nos compete a todos
ya que es sólo una de las partes más visibles de la Tercera guerra
mundial que ya está en marcha.
En el caso del gobierno y el Estado español su posicionamiento activo
y beligerante a favor de la hoja de ruta estadounidense forma parte del
servilismo, la incapacidad y subordinación de nuestra clase política.
En esta guerra contra el pueblo venezolano y su gobierno no cabe la
equidistancia, ni la neutralidad, ni las buenas intenciones. Sólo cabe
desenmascarar y denunciar el papel de España, y apoyar los esfuerzos
heroicos de un país por defender su independencia y soberanía que en
estos momentos ha de ser la bandera que nos una a todos contra el
imperialismo.
1 El Mundo, 29/ 06/ 2017http://www.elmundo.es/internacional/2017/06/29/5955388be5fdeada678b45d2.html
3 El animal político, El 2017 tiene el arranque más violento del que haya registro,http://www.animalpolitico.com/2017/02/2017-aumento-de-homicidios/
4 El País.com.co, 156 líderes sociales fueron asesinados en 14 meses en Colombia: Defensoría, <http://www.elpais.com.co/colombia/registran-156-asesinatos-de-lideres-sociales-en-colombia-en-los-ultimos-14-meses.html>
5 Todos
los datos, tanto para España como para Venezuela son del 2015 y de
fuentes oficiales, del INE, de la OCDE en el caso de España y de la
Comisión Económica para América Latina (CEPAL) de Naciones Unidas para
Venezuela.
6 El Mundo, Felipe González y Aznar, unidos para pedir la liberación de los presos políticos en Venezuela, 16/02/2017, <http://www.elmundo.es/internacional/2017/02/16/58a535e1e2704ef3418b45b0.html>
7 Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación,http://www.exteriores.gob.es/Portal/es/PoliticaExteriorCooperacion/Espa%C3%B1ayEEUU/Paginas/inicio.aspx
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