Venezuela, aprestos bélicos. Por Ángel Guerra Cabrerapor La pupila insomne |
El cerco yanqui a Venezuela ha entrado en
una nueva fase, que cumple los clásicos preparativos de una intervención
militar. De un lado, tenemos el desconocimiento anticipado el 4 de
enero, por el Grupo de Lima(popularmente conocido
como cártel de Lima) del nuevo período de mandato del presidente
Nicolás Maduro, que inició el 10 de ese mes. El 5 de enero, la Asamblea
Nacional (AN) de Venezuela, declarada en desacato por la Corte Suprema
de Justicia, eligió como su presidente a Juan Guaidó,
un desconocido guarimbero. Guaidó es el digitado por Washington como
presunto nuevo cabecilla de una oposición dividida, cuyas figuras están
desgastadas y desprestigiadas.
El 10 de enero diecinueve gobiernos lacayos
de los 35 que forman la OEA declararon ilegítimo el nuevo mandato de
Maduro, además de sumarse, al igual que el cártel de Lima -son casi los
mismos-, al conocido guion yanqui de sanciones
financieras y otras medidas intervencionistas, justo en la misma
jornada en que el líder bolivariano tomaba posesión.(Pese a todas las
presiones estadounidenses, no consiguieron un voto más en la OEA de los
que ya tenían). En la autojuramentación de Guaidó
como presidente de la AN, esta declaró formalmente a Maduro como
"usurpador" del Ejecutivo, e instó a la adopción de medidas en el marco
del artículo 233 constitucional para instalar un gobierno de transición y
convocar nuevas elecciones. El inmediato aupamiento
del guarimbero por los ultrarreacionarios Mike Pence, James Bolton,
Mike Pompeo y Marco Rubio, respectivamente vicepresidente, asesor de
seguridad nacional, secretario de Estado y senador de Estados Unidos
demuestra el enorme interés del imperio por avanzar
en la ruta golpista y belicista de desconocimiento de Maduro y
proclamación de un gobierno de transición. Todos los voceros
estadounidenses han estado hablando de eso y de la posibilidad de que
Guaidó sea reconocido como presidente interino. El servil Almagro
lo “reconoció” en respuesta a un tuit de la cuenta de la Asamblea
Nacional que así lo proclamaba, luego borrado. Rubio, que tiene vara
alta con Trump en la política hacia Venezuela, Cuba y Nicaragua lo ha
pedido reiteradamente. Recordemos, Obama y Trump decretaron
que Venezuela es “una grave e inusual amenaza a la seguridad nacional
de Estados Unidos”.
Todo esto en medio de constantes llamados a
la Fuerza Armada Nacional Bolivariana(FANB) para que restaure el “orden
constitucional” y luego de que la AN decretara una “amnistía” para los
funcionarios militares y civiles de la “dictadura”
que “coadyuven” a ese supuesto objetivo. La insistencia de los voceros
yanquis y opositores para arrastrar a las FANB al aventurerismo golpista
viene de lejos y es que Estados Unidos y las oligarquías
latinoamericanas enfrentan una compleja disyuntiva. Como
la derecha no tiene pueblo y está cada vez más desprestigiada y
dividida, no puede imponerse electoralmente al chavismo, pero al mismo
tiempo al contar el gobierno bolivariano con el apoyo irrestricto de una
fuerza armada que, además de disponer de magníficos
sistemas de armas y entrenamiento, ha demostrado su carácter
patriótico, revolucionario y leal a la Constitución, se hace muy difícil
conseguir el éxito de una aventura golpista o de una intervención
militar en Venezuela, en cualquiera de sus variantes.
Sea con paramilitares colombianos a los que
se sumen posteriormente unidades regulares de esa nacionalidad y, acaso
brasileñas y argentinas, a las que incluso se unieran eventualmente
algunos desertores de las FANB reforzados con
fuerzas especiales estadounidenses para operaciones “quirúrgicas”, no
la tendrían fácil. Cabe recordar que las FANB poseen un componente de
cientos de miles de milicianos voluntarios. Sin embargo, esa es la ruta
trazada en el
Venezuela Freedom 2 Operation por el Comando Sur, y las modificaciones que le añade en el
Masterstroke(Golpe Maestro) son más bien de matices como
apuntó en un análisis Stella Calloni. Aunque es impensable que un
conflicto de esa naturaleza puede ser encapsulado en Venezuela y no
desbordarse a la región ninguno de los planes yanquis
citados lo considera. Lo que sí está claro es que Estados Unidos, al no
contar en Venezuela con fuerzas capaces de deshacerse por sí mismas de
Maduro, no dispone de muchas opciones. Es por eso que recurre a un mayor
aislamiento y cerco internacional del país
bolivariano, parecido al aplicado a Cuba vísperas de la agresión
mercenaria de Playa Girón, con gobierno transitorio y todo.
Aparte de la insignificante AN, Washington,
para guardar las formas en esta canallada, cuenta con sus peones del
Grupo de Lima, la muy desprestigiada OEA y el traidorcete de Almagro.
Pues la reacción de la Unión Europea es más bien
retórica y tibia. Mientras, es conocido que, además del apoyo de Cuba,
Bolivia, Nicaragua y países del CARICOM, Venezuela cuenta con el
respaldo político, militar y financiero de China, Rusia e Irán.
Twitter:@aguerraguerra
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