El Vaticano ha escondido
desde 1943 documentos que recogían información sobre la pederastia del
fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel.
Lo ha reconocido ahora, 63 años después, el prefecto de la Congregación
para los Instituros de Vida Consagrada, el cardenal João Braz de Aviz,
quien en unas declaraciones a la revista católica Vida Nueva, y que recoge El País, ha afirmado que quien mantuvo ocultos estos archivos "era una mafia" y que "no era la Iglesia".
Maciel falleció en 2008. Dos años antes de morir fue castigado por el Papa emérito Benedicto XVI después de que se llevara a cabo una investigación que concluyó que el fundador de los Legionarios abusó sexualmente durante años de seminaristas y sacerdotes de la propia orden. Su pena fue la renuncia "a todo ministerio público" y a que llevara "una vida discreta de penitencia" en México. Pero no fue sometido a proceso canónico por su avanzada edad y su salud frágil después de que una comisión de investigación desvelara sus actividades sexuales. No fue hasta 2010 cuando Benedicto XVI reconoció que el caso de los abusos sexuales que cometió durante décadas el sacerdote fue "encubierto" y se afrontó con "lentitud y mucho retraso".
En numerosas ocasiones la Iglesia prefirió mirar hacia otro lado ante los actos delictivos del
que fue fundador de de los Legionarios de Cristo y las denuncias de
víctimas y de mujeres a las que dejó embarazadas. Fue expulsado de la
Universidad Pontificia de Comillas, donde estudió, pero los jesuitas no tomaron medidas adicionales.
Entonces fue investigado por el Vaticano, suspendido como superior
general y expulsado de Roma. Aunque durante ese tiempo no se resolvió
ningún caso y salió inmune. Incluso en 1999 Josep Ratzinger, hoy Papa
emérito y por entonces amigo del pedófilo, recibió evidencias de los
actos del religioso.
Una de las víctimas fue Félix Alarcón, exdirigente
legionario en varios países denunció en 1988, cuando Ratzinger estaba de
cardenal. "Se pasaban esta terrible patata caliente unos a otros, sin
tomar ninguna medida", sostuvo en declaraciones a El País. Además, explicó que El Vaticano recibió 240 documentos que evidenciaban que la situación se conocía mucho antes de que lo reconociera.
Esta noticia sale a la luz después de que hace menos de dos semanas el Papa Francisco pidiera a los sacerdotes que han abusado de menores se entregaran."A
los que abusan de menores les diría esto: conviértanse y entréguense a
la justicia humana, y prepárense para la justicia divina", dijo
Francisco en su tradicional mensaje de Navidad a la Curia, la
administración central del Vaticano. Aunque no dejó claro si se refería
al sistema judicial de la Iglesia, a la justicia civil o a ambas.
Justo un día antes de estas declaraciones del Papa la
fiscal general del estado norteamericano de Illinois, Lisa Madigan,
alertó de que la Iglesia Católica no ha denunciado ni investigado apropiadamente las más de 500 acusaciones vertidas por abusos sexuales a menores
contra diversos curas y clérigos. "El fracaso a la hora de investigar
significa que la Iglesia Católica nunca se ha esforzado en determinar si
la conducta de los curas acusados fue ignorada o encubierta por sus
superiores", manifestó Madigan.
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