Red de Espacios Liberados: la suma de la autogestión ciudadana
* Espacios en
desuso que han sido ocupados por la ciudadanía comparten sus
experiencias y tejen una red de apoyo y sinergias para el futuro.
* Experiencias como el Rey Heredia de
Córdoba, la Corrala Utopía de Sevilla, El Castillo en Ronda, las
corralas de Sanlúcar de Barrameda o La Madreña de Oviedo se unen para
explicar que “los espacios también se ganan así para la ciudadanía”.
* Con la vista puesta en futuras experiencias que se están gestando en otros lugares, los activistas apuntan a la autogestión para recuperar espacios cerrados y sin uso.
* “Ocupar un espacio se hace necesario para forzar las condiciones de un cambio real que necesita este país”, apuntan.
Carmen Reina⎮El Diario⎮02/10/2014
* Con la vista puesta en futuras experiencias que se están gestando en otros lugares, los activistas apuntan a la autogestión para recuperar espacios cerrados y sin uso.
* “Ocupar un espacio se hace necesario para forzar las condiciones de un cambio real que necesita este país”, apuntan.
Carmen Reina⎮El Diario⎮02/10/2014
La Corrala Utopía de
Sevilla, El Castillo en Ronda (Málaga), las corralas de Sanlúcar de
Barrameda (Cádiz) o La Madreña de Oviedo, junto al anfitrión Rey Heredia
se unen para exponer sus experiencias. “Queremos dar visibilidad a este
tipo de actuaciones. No somos los únicos; hay otras muchas en distintos
puntos y otras que se están gestando”, apuntan quienes mantienen
contacto para aprender unos de otros y aconsejar a quienes tienen en
mente reproducir sus experiencias en otras localidades.
Se trata, así, de crear
sinergias, contactos, compartir información y consolidar esta “red de
espacios liberados”. Porque todos ellos no hablan de una mera ocupación
de un edificio, sino de una liberación de un espacio que estaba cerrado,
en desuso, y se abrió ante las distintas necesidades de familias y
ciudadanos.
David Acera es uno de los
diez imputados por un presunto delito de usurpación en el centro social
La Madreña de Oviedo. A él lo identificaron cuando preparaba un taller
de teatro para los niños del barrio en el edificio vacío y cerrado desde
hacía cinco años. “La Madreña se creó en el edificio de la antigua
Consejería de Sanidad, cerrado durante varios años y sin ningún uso a la
vista en un barrio popular con necesidades de espacios públicos”,
explica. Entre noviembre de 2011 y junio de este mismo año, La Madreña
estuvo ocupada, se convirtió en un centro social para el barrio y el
resto de la ciudad y, cuenta Acera, fue “un soplo de aire fresco para
Oviedo. En la ciudad caló la experiencia y la gente supo que los
espacios también se ganan así para la ciudadanía. El poso de La Madreña
–desalojada finalmente por orden judicial- está ahí”.
En su espejo se miraron
durante un tiempo quienes iniciaron hace un año la experiencia del Rey
Heredia en Córdoba y reconvirtieron un colegio cerrado y abandonado en
un centro social donde vecinos y colectivos de la ciudad participan
desde hace un año. Con el respaldo ciudadano, responder a las
necesidades básicas de personas sin recursos del barrio con el comedor
social y las clases de apoyo a los menores ha ido en paralelo con la
actividad de formación, divulgación y concienciación de los ciudadanos
sobre los logros que la autogestión puede ofrecer como respuesta ante
los problemas sociales actuales.
Espacios liberados como viviendas
Problemas como el de la
vivienda, al que han dado respuesta específica otras experiencias de
esta Red de Espacios Liberados como la Corrala Utopía de Sevilla o las
corralas de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz). La Corrala Utopía llevó su
acción de realojo de familias en un edificio de viviendas vacío desde
mayo de 2012 a abril de este mismo año. “La corrala cambió la forma de
relacionarnos. El individualismo de quienes cierran su puerta y no
conocen ni a sus vecinos es lo que provoca que no haya organización ni
una respuesta conjunta de la sociedad ante los problemas que vivimos”,
explica Irma Blanco, una de las activistas sevillanas.
“Queremos que cunda el
ejemplo y desaparezca el miedo en la gente”, añaden sus compañeras, que
vivieron en primera persona la decisión de entrar a vivir en esos pisos
vacíos ante la falta de un techo para sus familias. Y apuntan al
respaldo de la ciudadanía como uno de los puntos fuertes de su lucha,
pese a los obstáculos judiciales y de las administraciones.
En Sanlúcar de Barrameda
(Cádiz), la experiencia de la corrala cundió. “Tenemos nueve corralas en
distintos puntos de la ciudad”, explica Verónica López. Allí, en la
localidad gaditana, unas 300 personas ocupan distintas viviendas vacías.
“Somos personas que hemos sido desalojadas, desahuciadas de nuestras
casas”-cuenta- “y hemos ocupado edificios de viviendas vacíos de bancos o
promotoras”, especifica. “El espíritu de la corrala no es otro que
luchar por una vivienda, por tener un trabajo, por mantener a nuestras
familias”, añade ella mientras otro compañero concluye: “Ocupar un
espacio se hace necesario para forzar las condiciones de un cambio real
que necesita este país”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario