Entrevista al Doctor Mahmud Sehwail, Presidente y
Fundador del Centro de Tratamiento y Rehabilitación de Victimas de
Tortura en Palestina
"El 25% de la población palestina ha sido víctima de la tortura en Israel". Ramón Pedregal Casanova
El Doctor Mahmud Sewail es una gran personalidad en Palestina y lo es a nivel internacional. El Doctor Mahmud Sewail es el ejemplo de dedicación a la causa palestina a través del cuidado y la atención médica a ese pueblo que desde 1948 viene sufriendo la injusticia sionista de Israel. La sencillez del Doctor Mahmud Sehwail le hace tan próximo que uno se siente hermanado en un único saludo, y su experiencia y conocimiento permite escucharle con todo el interés que se pone ante alguien imprescindible e irreductible en ese territorio cuyos habitantes, el pueblo palestino, se levantan dignamente ante la opresión sionista. El Doctor Mahmud Sehwail no habla de sí mismo, habla aquí de ese pueblo al que tanto ama y tanto dedica. El Doctor Mahmud Sehwail es neuropsiquiatra en los Centros de tratamiento y rehabilitación de victimas de tortura. La idea de establecer estos centros procede de su experiencia como psiquiatra en el hospital psiquiátrico de Belén donde trabajó durante casi 15 años. Desde finales de 1983 ha estado visitando y tratando prisioneros palestinos en cárceles israelíes, y conoce la maquinaria de tortura del sionismo y los resultados que busca. Si los pueblos del mundo supiesen lo que el sionismo lleva a cabo deberían estar levantados e impidiendo sus criminales actos.
-Doctor Mahmud Sehwail, ¿nos puede decir qué actividad desarrolla en estos momentos?
-Doctor Mahmud Sehwail: Además de atender en los centros de
rehabilitación, hay dos en el norte de Cisjordania, uno en Ramallah que
cubre la zona de Jerusalen y Jerico y otro en Hebrón que cubre la zona
sur. Atiendo y atendemos a víctimas de tortura y a sus familias, tanto
prisioneros como a miles de personas en duelo que han perdido a un ser
querido, que tienen heridos y mutilados, la demanda es inmensa a causa
de las personas que mataron las fuerzas de ocupación, personas que han
sido víctimas de los colonos, victimas del muro de separación del
apartheid, de la demolición de casas y de centenares de puestos
militares de control. Realizamos más de 9.000 visitas a domicilio y más
de 17.000 sesiones terapéuticas.
Prestamos servicios médicos,
psiquiátricos, servicios psico-sociales, rehabilitación vocacional,
hacemos campos de verano para niños afectados y programas de
sensibilización e investigación.
Yo personalmente llevo
realizadas casi 400 visitas a cárceles israelíes. Nuestro equipo atiende
a todas las víctimas de la tortura sionista, tanto dentro como fuera de
las cárceles. Debe saberse que el 25% de la población de Palestina ha
sido detenida una vez o más, esto representa casi el 40% de la población
masculina. La tortura, la violencia organizada y al abuso contra los
derechos humanos no solamente se ejerce en cárceles israelíes sino que
los ocupantes ejercen la violencia en todos los niveles de vida.
-¿Qué personas son asistidas en los centros que dirige?
-D.M.S.: Aquellas que padecen del stress postraumatico y otras
alteraciones psiquiátricas debidas a la tortura y violencia israelí,
casi prestamos servicios a la tercera parte de la población Palestina.
-¿Y con esa multitud delante ¿se puede poner objetivos a largo plazo?
-D.M.S.: Sí, claro, el objetivo es llegar a una sociedad palestina
libre de tortura. Aquí y ahora pretendemos ser la voz de los que no
pueden hablar por sí mismos. No importa la identidad de la víctima o el
agresor. No se mira la filiación política, ni la nacionalidad, solo se
quiere su rehabilitación. Entre las personas afectadas hemos tenido
también una española, mataron a su hijo, dos americanos nativos
torturados por los mismos americanos, dos alemanas, un suizo y una
israelí casada con un palestino, había sido torturada por los israelíes;
hemos atendido y atendemos a palestinos torturados en países árabes y
hasta por la Autoridad Palestina, es gente solidaria con la lucha del
pueblo de Palestina, pero hay que indicar que la mayor parte, casi el
99.9% de las personas torturadas es a manos de los israelíes.
-Cuando hablamos de la población que ha sido torturada por los
sionistas parece que nos referimos a los hombres, pero no es así, no es
esa mi intención.
-D.M.S.: No estamos hablando solo de
la población masculina. Hay muchas mujeres. Sobre todo hay que indicar
que cuando los sionistas capturan al marido, a la cabeza de una familia
palestina, la mujer se queda sola, materialmente y psicológicamente, con
los hijos, teniendo que soportar toda la carga económica, política,
social, … la mujer es el recipiente final de cualquier trauma. Después
hay que tener en cuenta que cuando se sale de la cárcel, la persona
tiene una prueba social que pasar, ser capaz de ganarse la vida.
En nuestro trabajo de visitar a los presos y hacer visitas
domiciliarias siempre encontramos a la familia que sufre desde el primer
momento. Desde que los sionistas llevan a cabo el asalto a una casa
familiar después de las 12 de la noche, o de madrugada, entran y
destrozan todos los bienes, sacan a la familia, mujeres, hombres, niñas y
niños, ancianos, a quien se encuentren, los sacan fuera de la casa
conforme están, y la casa es atacada tras el arresto de quien se quieren
llevar, lo mismo da que sean niños, hombres, mujeres, … La familia
tiene que buscar de cárcel en cárcel a quien se han llevado, sufriendo
todo tipo de humillaciones, y en cada visita inspecciones físicas
degradantes, … y la mujer siempre tiene que hacerse cargo de todo, de la
situación familiar, la situación económica, … Téngase en cuenta que
desde 1967 los sionistas han encarcelado a más de 900.000 palestinos y
palestinas. No olvidamos a los 7.000.000 de palestinos que los sionistas
han expulsado de Palestina, 7.000.000 de palestinos y palestinas en el
exilio.
-¿Cómo afecta la cárcel?
-D.M.S.: Más del 90% de los prisioneros han sido torturados en cárceles
israelíes y el fin de la tortura no es matar físicamente al cuerpo, sino
matar al espíritu, e infundir miedo en la persona, en la familia, y en
toda la comunidad, y cambiar el carácter y la personalidad. Además,
cuando sale de la cárcel después de muchos años, ha perdido su trabajo y
su vida social, su rol como cabeza de familia, porque entonces la mujer
se encarga de ser responsable de todo, y la familia no entiende las
consecuencias de la tortura, pues la tortura produce un cambio funcional
en la familia.
En Palestina el 50% de las familias son
extendidas, y en ellas la colectividad está por encima de la
individualidad, es la forma de protegerse, y ese es también un objetivo
para los sionistas. Se puede ver en lo que llevan a cabo, porque la
ocupación también es división: en Cisjordania tienen 650 puestos de
control; desde los Acuerdos de Oslo en los territorios ocupados ha
instalado a 800.000 colonos, y en ese territorio de Palestina los
colonos son el gobierno, y son protegidos, guardados por el ejército
sionista. Además han levantado el Muro de separación, y lo han
construido sobre territorio palestino. El Muro separa familias, tierras,
separa a los alumnos de su escuela; entre los pueblos palestinos están
los colonos sionistas, y los niños y las niñas no pueden ir a la escuela
si no es con la patrulla, no se puede ir al hospital, no se puede hacer
ninguna gestión sin cruzar los checkpoint. A eso hay que añadir que la
ética de un soldado israelí es la de un gobernador, puede hacer lo que
quiera, incluso te puede matar, un ejemplo es el caso de un juez jordano
al que mató un soldado por protestar en el puente entre Jordania y los
territorios palestinos ocupados, hay muchos casos, otro ejemplo: hay
varias mujeres embarazadas que han dado a la luz en los puestos
militares de control porque no las dejan ir al hospital o las detienen.
-Y los niños y niñas palestinas ¿cuál es su situación?
-D.M.S.: Su situación es extremadamente delicada, va desde el
encarcelamiento a la matanza de miles de niños, además son raptados por
los colonos como fue el caso de un niño de 15 años que fue raptado y
quemado vivo por los colonos. Lo que ha saltado ahora al conocimiento
del mundo son las matanzas de niñas y niños que los sionistas han
llevado a cabo en Gaza cuando se refugiaban en las escuelas de la ONU.
En Gaza, por cierto, tras el último ataque sionista 1/3 parte de la
población se ha quedado sin casa.
-¿Cómo reaccionan los niños y las niñas ante esa situación?
D.M.S.: En la infancia se plantea un problema más, un niño, una niña,
no se puede identificar con un padre derrotado, hundido, humillado. El
niño, la niña, se identifica con una figura fuerte, con el ocupante o
con el resistente. Por ejemplo, los que participaron en la 1ª Intifada
pasaron el testigo a los que se rebelaron en la 2ª, y ahora cavan
túneles y desarrollan cohetes que lanzan a los militares sionistas, que
es la única forma que tienen de defenderse. Por supuesto no van a echar
rosas a las fuerzas de ocupación, están encerrados en una cárcel grande,
eso es Gaza. En Cisjordania se desarrolla otro tipo de lucha pacifica
que también tiene sus resultados trágicos: en una manifestación pacífica
los sionistas causaron 320 heridos y 5 muertos.
-¿Hay relación con organizaciones israelíes?
-D.M.S.: Hay buena relación con ONGs. israelíes que luchan por la paz
queremos fortalecer la parte positiva de los israelíes. Aunque debo
advertir que no es un problema nada más que palestino, el pueblo
palestino no puede actuar solo, es responsabilidad regional e
internacional, es la hora del Boicot; en Sudáfrica el mundo intervino,
cuando Hitler el mundo intervino, el mundo tiene que intervenir.
Nosotros optamos por la paz, estamos en contra de los enfrentamientos
bélicos, estamos en contra del sionismo, no de los israelíes.
-Doctor Mahmud Sehwail, ¿quiere añadir algo más?
-D.M.S.: La paz no se puede conseguir con la injusticia, mientras el
mundo ha celebrado la caída del muro de Berlín, está cerrando los ojos
ante el levantamiento del Muro del odio.
-Doctor Mahmud Sehwail, muy agradecido por sus palabras. Toda nuestra solidaridad con el pueblo palestino.
Esta entrevista forma parte del libro en preparación “Gaza. 51 días”.
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