La justicia israelí se niega a liberar un prisionero en huelga de hambre al borde de la muerte
The Electronic Intifada
Traducido del inglés para Rebelión por J. M. |
Palestinos en la ciudad cisjordana de Naplusa durante un acto de protesta en solidaridad con Muhammad al-Qiq el 24 de enero. Ahmad Al-Bazz ActiveStills
El periodista Muhammad al-Qiq deberá permanecer en prisión, a pesar de su estado crítico después de 63 días en huelga de hambre, así lo dictaminó el Tribunal Supremo de Israel el miércoles.Al-Qiq solo ha consumido agua durante sus dos meses de protesta por su detención sin cargos ni juicio en virtud de una orden de detención administrativa emitida por un tribunal militar israelí.
Jawad Boulos, de la Sociedad de Prisioneros Palestinos, dijo que al-Qiq está parcialmente paralizado y tiene problemas para hablar. Su equipo legal advirtió que sus órganos están en riesgo de dejar de funcionar en cualquier momento.
No hay negociaciones
Boulos dijo que Israel se ha negado a negociar con al-Qiq. En lugar de ello, las autoridades israelíes han tratado de presionar a al-Qiq para que ponga fin a su huelga de hambre poniéndole comida a su lado y negándole el acceso a su abogado, a su familia y a un médico independiente.
La esposa de Al-Qiq, Fayha Shalash, ha dicho que la vida de su marido está en verdadero peligro y no puede sobrevivir muchos días más de huelga de hambre.
El hospital HaEmek, donde al-Qiq está alojado desde finales de diciembre, ha negado el examen del médico independiente de Médicos por los Derechos Humanos-Israel, dijo a The Electronic Intifada Amany DayIf, director del grupo de prisioneros y detenidos.
"Esto plantea muchas preguntas, especialmente a la luz de las declaraciones de al-Qiq acerca de ser tratado contra su voluntad", dijo DayIf.
El 10 de enero los guardias de la prisión en el hospital civil encadenaron al-Qiq a su cama mientras un equipo médico le ponía una vía intravenosa en el brazo para administrarle a la fuerza sales y minerales. Esta via permaneció en su brazo durante cuatro días, según el grupo de defensa de prisioneros palestinos Addameer.
Amnistía Internacional ha condenado estas medidas por ser equivalentes a la tortura.
Addameer declaró que cualquier tratamiento sin su consentimiento podría poner la vida de al-Qiq en peligro, refiriéndose a la muerte de los prisioneros palestinos detenidos por Israel que fueron alimentados a la fuerza durante una huelga de hambre masiva en 1980.
Tortura
Al-Qiq, de 33 años, comenzó su huelga de hambre el 25 de noviembre, cuatro días después de que fuese arrestado en medio de la noche en su casa, en la ocupada ciudad cisjordana de Ramallah.
Inicialmente, al-Qiq dejó de comer para protestar por su brutal interrogatorio. Permaneció en huelga de hambre cuando fue puesto bajo detención administrativa el 17 de diciembre.
Molly Malekar, director del programa de Amnistía Internacional para Israel, dijo al periódico Haaretz que al-Qiq debe ser llevado a juicio o puesto en libertad.
"En cambio [Israel está optando] por una tercera opción, que es causar la muerte de un preso que es aparentemente inocente de cualquier delito", dijo.
Al-Qiq fue torturado durante sus primeras dos semanas de interrogatorios y se le niega el acceso a un abogado, según sus abogados y Addameer.
Al-Qiq permaneció atado a una silla hasta 15 horas al día, en una posición contorsionada. Fue amenazado con violencia sexual y una larga pena de prisión si no confesaba las acusaciones contra él.
La primera vez que vio a su abogado en una audiencia en la corte militar de Ofer, el 24 de diciembre, al-Qiq estaba tan débil que apareció en la sala del tribunal en silla de ruedas.
Acusaciones
Los periodista de la agencia de noticias saudí Al Majd, también han escrito artículos de opinión para revistas de opinión palestinas.
Grupos de derechos humanos y periodistas palestinos han acusado a Israel de detener a al-Qiq debido a su trabajo de prensa.
Un juez de la corte militar dijo a al-Qiq que el archivo secreto de pruebas contra él incluye la incitación a la violencia. El archivo también alega que trabajó para medios de comunicación afiliados a Hamas y se le acusa de representar una "amenaza para la seguridad de la zona".
El martes unas cuantas docenas de periodistas y políticos protestaron fuera del hospital donde está detenido al-Qiq. La manifestación, organizada por I'lam, un grupo palestino en Israel que hace campaña por la libertad de prensa, estuvo acompañada por varios miembros palestinos del Parlamento de Israel, la Knesset.
Uno de esos legisladores, Basel Ghattas, envió una carta al ministro de Seguridad Pública de Israel, Gilad Erdan, advirtiéndole: "Usted tiene el poder para evitar un mayor deterioro de la condición del prisionero y para evitar las graves consecuencias públicas que se pueden esperar si algún daño le acontece".
En su fallo del miércoles, el Tribunal Supremo dijo que continuará vigilando la situación de al-Qiq.
El tribunal tomó una posición similar cuando la huelga de hambre Muhammad Allan el pasado mes de agosto, congelar su detención administrativa sólo cuando las pruebas médicas indicaron que el prisionero había sufrido daño cerebral como resultado de su protesta.
Allan sólo fue liberado el 4 de noviembre, cuando expiró su orden de detención.
Fuente: https://electronicintifada.net/blogs/charlotte-silver/israeli-court-refuses-release-hunger-striker-brink-death
Esta traducción puede reproducirse libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, a la traductora y Rebelión como fuente de la misma.
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