Querella por prevaricación contra el juez y la fiscal que enviaron a la cárcel a los titiriteros
El partido Contrapoder alega ante el Tribunal Supremo que Elpidio Silva o Baltasar Garzón fueron condenados por decisiones menos graves
El auto de prisión del magistrado Ismael Moreno es digno del "museo de los errores y los horrores judiciales", dice el texto
El juez de la Audiencia Nacional Ismael Moreno y la fiscal Carmen Monfort son objeto de una querella por la decisión de encarcelar a los dos titiriteros detenidos el pasado viernes en Madrid. Ha sido presentada por el partido Contrapoder ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo, dada la condición de aforados de ambos querellados, por un presunto delito de prevaricación.
La fiscal y el juez son, según el texto al que ha tenido acceso eldiario.es, responsables de “una resolución esperpéntica, un despropósito no salido de una aplicación defendible del ordenamiento jurídico”.
Los querellantes alegan que la Sala Segunda del Supremo confirmó la condena de 17 años y medio de inhabilitación a Elpidio Silva por enviar en dos ocasiones a prisión a Miguel Blesa, así como por otros delitos cometidos durante la instrucción, siendo en cualquier caso “un asunto de muchísima menos evidencia que el presente”.
El abogado que firma la querella, José Luis Mazón, considera también de menor gravedad que el encarcelamiento de los titiriteros la orden de Baltasar Garzón de grabar las conversaciones entre detenidos del caso Gürtel y sus clientes, lo que valió la condena del exjuez de la Audiencia Nacional. “Este partido pide un trato coherente con los precedentes respecto del querellado señor Moreno Chaparro y con su copartícipe necesario, el fiscal de las expresadas diligencias”, recoge el texto.
Contrapoder acusa a la fiscal y el juez de distorsionar la realidad para poder justificar la medida de la prisión. Ocurre, a su entender, con el lema de la pancarta de 20 centímetros que muestra uno de los guiñoles en la representación La bruja y don Cristóbal: a cada cerdo le llega su sanmartín. La pequeña pancarta deía Gora Alka-ETA y sirve a juez y fiscal para sostener la acusación de enaltecimiento del terrorismo. "El auto se aparta del argumento y desontextualiza la pancarta del montaje policial para que no se entiendan la partitura del hecho real suponemos, inviable este para justificar ninguna prisión", dice la querella.
Y añade: "La pancarta Gora Alka-ETA no es ningún acto de publicidad terrorista para que los niños vean con simpatía a estas dos organizaciones terroristas, nada más lejos de la realidad, es o aparecer como un mero instrumento de falsa incriminación que usa el policía corrupto contra la bruja para incriminarla".
En definitiva, añade Contrapoder, el auto del juez es "un despropósito digno de entallarse en piedra y pieza del venidero museo de los errores y horrores judiciales, que existen en y casi todos los días como los profesionales de la abogacía venimos comprobando".
El partido teme que este tipo de decisiones acaben provocando "un estado de rebelión o estallido social contra los abusos cometidos desde las instituciones que son puestas, como en este caso, al servicio del interés político o la ideología extremista del juez".
La querella fue presentada en la mañana del miércoles, por lo que, entre las medidas que solicitaba, estaba la inmediata libertad de los dos titiriteros, que se produjo poco después, al rectificar fiscal y juez su decisión del sábado. Contrapoder pide que se cite a declarar a Carmen Monfort e Ismael Moreno.
Raúl García y Alfonso Lázaro siguen acusados de un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro contra las libertades públicas. En la tarde del miércoles quedaron en libertad tras reconducir su postura tanto la Fiscalía como el juez. Este último ha impuesto comparecencias diarias en el juzgado a ambos imputados.
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