Cuba una vez más, triunfante
Póngase atención a esta perla de un artículo de Yahoo sobre el proceso de normalización de relaciones entre Cuba y EEUU:"Estados Unidos ha hecho numerosas concesiones para poner fin a su diferendo de medio siglo con el vecino caribeño: autorización de vuelos comerciales, relajamiento de sanciones económicas, facilidades para los viajes de estadounidenses a la isla bajo una licencia general, entre otras. En Cuba, sin embargo, las reformas económicas se han estancado y se mantiene la represión contra los disidentes".
En realidad, EEUU no ha hecho concesión alguna, simplemente está retrocediendo tímidamente en su política de agresión a Cuba, país que no tiene ninguna política de agresión a EEUU y por tanto no tiene por qué conceder nada, porque lo que hay es una gran potencia agresora y un pequeño país agredido. Pequeño en tamaño y habitantes, pero un gigante en autoridad moral ante el mundo.
Se pide a Cuba que ceda en políticas internas (reformas económicas y fin de la supuesta represión), o sea, que cumpla los objetivos no logrados por EEUU con su bloqueo. Pero los mismos EEUU han reconocido que el bloqueo ha sido un fracaso. Sería absurdo, pues, que EEUU pretendiera de Cuba, cambios que fueran favorables a los objetivos estratégicos que EEUU se planteó con un bloqueo que el propio gobierno estadounidense reconoce que fracasó. Y por ser absurdo, es que EEUU no está pidiendo esas concesiones, dejando así en ridículo a los "analistas políticos" de la ultraderecha mundial, quienes insisten en su estribillo de que EEUU está cediendo todo a cambio de nada. Evidentemente, estos especímenes en extinción no tienen nada nuevo que ofrecer, y no podría esperarse que lo tuvieran, pues igual que EEUU hasta hace poco, se quedaron estancados en una Guerra Fría que terminó hace un cuarto de siglo.
Lo que piden en realidad es la continuación de la política fracasada del bloqueo norteamericano contra Cuba. Y como no pueden negar el evidente fracaso del bloqueo, dicen en consecuencia, que el bloqueo fracasó, es cierto, pero entonces lo que debe hacer EEUU es pedir a Cuba que cumpla con el objetivo del bloqueo fracasado. Ahí es donde está el absurdo.
Cuba tendría concesiones que hacer si también tuviera una política de agresión a EEUU, pero no es el caso. Si se pide que Cuba haga concesiones en su política interna y en su sistema, lo mismo debería pedirse a EEUU. Por ejemplo, que cese el acoso y la política represiva contra los inmigrantes. O que cesen los abusos policiales contra los negros. O que haya salud y educación gratuita. O que se prohíba a las corporaciones financiar campañas electorales, para que así tengan oportunidad de competir otros partidos y no sólo demócratas y republicanos. O que el voto en EEUU sea directo y no como es en la actualidad, en que puede ganar el candidato con menos votos y puede perder el candidato con más votos, como ocurrió con la elección de George W. Bush, la cual trajo consigo una guerra de consecuencias globales que aún perduran (aun aceptando los resultados fraudulentos oficializados por una Suprema Corte con mayoría republicana).
En fin, lo que es bueno para el ganso es bueno para la gansa. Y si a la gansa capitalista e imperialista estadounidense no se le puede pedir que ceda un ápice en su política interna y en su régimen político, tampoco se puede pedir eso al ganso socialista y antimperialista cubano. Obama ha demostrado comprender bien esta realidad, tan aplastantemente evidente como un axioma geométrico.
A propósito de axiomas geométricos, dijo Lenin que si éstos afectaran los intereses de clase de alguien, ya habría quien los refutara. Lo que no siempre hay es quienes estén dispuestos a hacer tal ridículo, sobre todo si otros lo pueden hacer por ellos. Obama no está dispuesto; para eso tiene el imperialismo a sus payasos, como la gusanera de Miami y compañía limitadísima.
¿Esto significa que EEUU está renunciando a sus objetivos estratégicos en relación con el sistema socioeconómico y político cubano? De ninguna manera. Sólo está desechando un método desastroso y adoptando en su lugar, uno que podría resultar más efectivo. Por su parte, a Cuba tampoco le interesa que su enemigo de ayer, hoy y siempre mantenga el método viejo de agresión, ya que éste causa al pueblo cubano, privaciones que no tienen razón de ser, y es el obstáculo principal para el desarrollo del enorme potencial económico y científico de Cuba, el cual no existiría sin el socialismo. Tampoco habría sido posible, sin el socialismo, que un pequeño país subdesarrollado derrotara a una gran potencia mundial tras una batalla de medio siglo, superior en sus dimensiones y en su heroísmo a las mayores hazañas realizadas por el ser humano en la historia.
Porque de eso se trata, y Obama lo tiene más claro que nadie: La normalización de relaciones entre Cuba y EEUU es el más grande triunfo obtenido por la Revolución Cubana, siempre que tenga su culminación con el fin del bloqueo, que aún sigue vigente, y ojo con esto, porque precisamente es por eso que ahora es el momento de hacer sentir con mayor fuerza el clamor de una voluntad mundial expresada en sucesivas resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas: El bloqueo contra Cuba debe cesar. El inicio de la normalización de relaciones hace que hoy sea más posible que nunca, lograr este gran objetivo ya no de Cuba, sino del mundo.
Cómo Cuba se enfrentará a los nuevos métodos que empleará el imperialismo para destruir su Revolución, es algo que los propios revolucionarios cubanos tienen más claro que nadie, y con toda seguridad, igual que en anteriores ocasiones, la Revolución Cubana saldrá victoriosa.
En realidad, EEUU no ha hecho concesión alguna, simplemente está retrocediendo tímidamente en su política de agresión a Cuba, país que no tiene ninguna política de agresión a EEUU y por tanto no tiene por qué conceder nada, porque lo que hay es una gran potencia agresora y un pequeño país agredido. Pequeño en tamaño y habitantes, pero un gigante en autoridad moral ante el mundo.
Se pide a Cuba que ceda en políticas internas (reformas económicas y fin de la supuesta represión), o sea, que cumpla los objetivos no logrados por EEUU con su bloqueo. Pero los mismos EEUU han reconocido que el bloqueo ha sido un fracaso. Sería absurdo, pues, que EEUU pretendiera de Cuba, cambios que fueran favorables a los objetivos estratégicos que EEUU se planteó con un bloqueo que el propio gobierno estadounidense reconoce que fracasó. Y por ser absurdo, es que EEUU no está pidiendo esas concesiones, dejando así en ridículo a los "analistas políticos" de la ultraderecha mundial, quienes insisten en su estribillo de que EEUU está cediendo todo a cambio de nada. Evidentemente, estos especímenes en extinción no tienen nada nuevo que ofrecer, y no podría esperarse que lo tuvieran, pues igual que EEUU hasta hace poco, se quedaron estancados en una Guerra Fría que terminó hace un cuarto de siglo.
Lo que piden en realidad es la continuación de la política fracasada del bloqueo norteamericano contra Cuba. Y como no pueden negar el evidente fracaso del bloqueo, dicen en consecuencia, que el bloqueo fracasó, es cierto, pero entonces lo que debe hacer EEUU es pedir a Cuba que cumpla con el objetivo del bloqueo fracasado. Ahí es donde está el absurdo.
Cuba tendría concesiones que hacer si también tuviera una política de agresión a EEUU, pero no es el caso. Si se pide que Cuba haga concesiones en su política interna y en su sistema, lo mismo debería pedirse a EEUU. Por ejemplo, que cese el acoso y la política represiva contra los inmigrantes. O que cesen los abusos policiales contra los negros. O que haya salud y educación gratuita. O que se prohíba a las corporaciones financiar campañas electorales, para que así tengan oportunidad de competir otros partidos y no sólo demócratas y republicanos. O que el voto en EEUU sea directo y no como es en la actualidad, en que puede ganar el candidato con menos votos y puede perder el candidato con más votos, como ocurrió con la elección de George W. Bush, la cual trajo consigo una guerra de consecuencias globales que aún perduran (aun aceptando los resultados fraudulentos oficializados por una Suprema Corte con mayoría republicana).
En fin, lo que es bueno para el ganso es bueno para la gansa. Y si a la gansa capitalista e imperialista estadounidense no se le puede pedir que ceda un ápice en su política interna y en su régimen político, tampoco se puede pedir eso al ganso socialista y antimperialista cubano. Obama ha demostrado comprender bien esta realidad, tan aplastantemente evidente como un axioma geométrico.
A propósito de axiomas geométricos, dijo Lenin que si éstos afectaran los intereses de clase de alguien, ya habría quien los refutara. Lo que no siempre hay es quienes estén dispuestos a hacer tal ridículo, sobre todo si otros lo pueden hacer por ellos. Obama no está dispuesto; para eso tiene el imperialismo a sus payasos, como la gusanera de Miami y compañía limitadísima.
¿Esto significa que EEUU está renunciando a sus objetivos estratégicos en relación con el sistema socioeconómico y político cubano? De ninguna manera. Sólo está desechando un método desastroso y adoptando en su lugar, uno que podría resultar más efectivo. Por su parte, a Cuba tampoco le interesa que su enemigo de ayer, hoy y siempre mantenga el método viejo de agresión, ya que éste causa al pueblo cubano, privaciones que no tienen razón de ser, y es el obstáculo principal para el desarrollo del enorme potencial económico y científico de Cuba, el cual no existiría sin el socialismo. Tampoco habría sido posible, sin el socialismo, que un pequeño país subdesarrollado derrotara a una gran potencia mundial tras una batalla de medio siglo, superior en sus dimensiones y en su heroísmo a las mayores hazañas realizadas por el ser humano en la historia.
Porque de eso se trata, y Obama lo tiene más claro que nadie: La normalización de relaciones entre Cuba y EEUU es el más grande triunfo obtenido por la Revolución Cubana, siempre que tenga su culminación con el fin del bloqueo, que aún sigue vigente, y ojo con esto, porque precisamente es por eso que ahora es el momento de hacer sentir con mayor fuerza el clamor de una voluntad mundial expresada en sucesivas resoluciones de la Asamblea General de Naciones Unidas: El bloqueo contra Cuba debe cesar. El inicio de la normalización de relaciones hace que hoy sea más posible que nunca, lograr este gran objetivo ya no de Cuba, sino del mundo.
Cómo Cuba se enfrentará a los nuevos métodos que empleará el imperialismo para destruir su Revolución, es algo que los propios revolucionarios cubanos tienen más claro que nadie, y con toda seguridad, igual que en anteriores ocasiones, la Revolución Cubana saldrá victoriosa.
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