Tiempos para una nueva oleada revolucionaria
Quizás el
materialismo defina los aspectos más importantes en las situaciones
trascendentales de una sociedad, pero mas allá existen subjetividades
que superan las capacidades materialistas.
Por ejemplo, el
afecto, como vínculo inmaterial que define un sentimiento positivo hacia
quien te profesa lealtad, amor y solidaridad, como el que nos
manifestaba nuestro comandante Hugo Chávez, además Chávez revivió para
el pueblo el ideario de libertad, de soberanía rescatando la herencia de
nuestros libertadores y luchadores históricos, Bolívar, Zamora, Simón
Rodríguez, un ideario que la cultura burguesa había enterrado desde la
independencia, olvidándose que la vigencia del ideario se mantiene
mientras exista la dominación.
Trata la burguesía de sostener
invisibilizado el afecto del pueblo hacia la Revolución Bolivariana a
través de su maquinaria mediática y discursiva, tratando de confundir al
pueblo pobre en medio de distorsiones económicas que ellos mismos
generan, se preparan cada día para crear los mensajes escatológicos que
le puedan llegar a este importante sector de la sociedad para así
manipular sus emociones y dirigirlas hacia un descontento al cual le
puedan sacar réditos políticos.
Esta situación de la burguesía,
demuestra una vez más su incapacidad de proporcionarle al pueblo una
propuesta política alternativa que pueda a largo plazo superar sus más
sentidas necesidades, además el discurso opositor solo está referido al
desmontaje de la propuesta socialista que ya ha calado en la mayoría de
la población y es parte integral y presupuestaria del ideario popular.
Si
es cierto que en un principio el afecto popular hacia el comandante
Chávez fue producto de la esperanza que le ofreció para su liberación de
las cadenas de la dominación burguesa, luego esto se transforma en un
vinculo inquebrantable e indivisible que fortalece las esperanzas del
pueblo, un afecto que se configuró como proyecto de vida, que se
manifiesta concretamente en el protagonismo del pueblo para labrar su
propio camino a la liberación.
Un proyecto de transformación se ha
convertido en la carta de navegación del pueblo venezolano que vive
momentos intensos de ataques conspirativos que solo sirven para
fortalecer su carácter revolucionario y que mas allá de las situaciones
coyunturales, se prepara para una nueva oleada de ascenso, así lo
demuestran en la calle quienes después de sufrir horas de colas para
comprar los productos de primera necesidad sostienen que detrás de todas
estas distorsiones esta la mano de la burguesía, a quienes achacan los
males que sufren a diario.
Mas allá de que se pueda percibir que
en las dificultades económicas que sufre nuestra población, existan
algunas responsabilidades por parte del Gobierno el pueblo sabe que esto
es superable y si de algo acusa el pueblo en la calle ante sus
dificultades al gobierno, es de no preparar condiciones para terminar de
derrotar con mano firme a los ataques conspirativos de la oposición.
Por
ello es necesario reivindicar la subjetividad elaborada por la cultura
popular revolucionaria que tiene matices reales y concretos en el
aumento de la esperanza por el proyecto revolucionario expresada en la
convicción que es la Revolución la que garantiza en el futuro las
conquistas logradas por el Gobierno Bolivariano para darle
satisfacciones materiales, dejando atrás el desaliento que pudiesen
persistir en las voces agoreras de los líderes de la oposición.
Afecto,
ideario revolucionario, subjetividad son las bases firmes de la
conciencia del sujeto histórico en la actualidad, aspectos inmateriales
que no toma en cuenta la burguesía a la hora de realizar sus planes
desestabilizadores que los conlleva al fracaso inmediato y que deja en
el pueblo una honda preocupación por las acciones criminales que enlutan
al pueblo.
Por el lado de la oposición también colocan
subjetividades diseñadas para profundizar la desestabilización como
fórmula de manipulación de masas que le hacen más daño a sus seguidores,
odio, miedo, sensación de insatisfacción, pesimismo hacia el futuro,
angustia y desaliento promueven los líderes opositores en sus discursos
con la maquinaria mediática como refuerzo para consolidar las
subjetividades.
Estas subjetividades de la oposición incubaron en
el seno de sus seguidores oleadas de migraciones de jóvenes hacia los
EE.UU. y España como preferencia de destino, aludiendo que en nuestro
país se acabo la esperanza, para luego tener que hacerle llamado a no
seguir emigrando por que necesitan esos votos para ganar las elecciones
de diputados a la Asamblea Nacional y los necesitan también para la
lucha desestabilizadora.
Es notorio el inmenso descontento en el
seno de la oposición hacia sus líderes quienes no logran articular una
propuesta creíble que pueda aglutinar sus fuerzas movilizadoras, no
terminan de develar un programa político para ofrecerle al pueblo
venezolano y no lo hacen porque no pueden presentar una propuesta
capitalista y neoliberal al pueblo pobre de Venezuela, por eso se dan a
la tarea de crear escenarios coyunturales ficticios o reales, que
afectan la cotidianidad de la ciudadanía y así aprovechar las
dificultades para insertar las subjetividades.
Es una oposición
que no hace política, si comparamos algunas experiencias de ejercicio de
oposición política en Latinoamérica, nos daremos cuenta que los éxitos
en política son satisfactorios cuando hay algún proyecto que presentarle
al pueblo, uno de estos ejemplos que podemos señalar es el caso del PT (Partido de los Trabajadores)
de Lula da Silva en Brasil, que tomaron la ciudad de Porto Alegre en
1988 como plataforma de lanzamiento de una propuesta democrática popular
de participación ciudadana, El presupuesto Participativo (1)
en los destinos de los recurso municipales que buscaba superar el
despilfarro, exclusión y malversación de recursos por parte de
anteriores Gobiernos derechistas municipales, emulando la experiencia de
La Comuna de Paris, Esta propuesta catapultó al PT hacia las
preferencias políticas y electorales en Brasil, la propuesta del
presupuesto participativo llevo al PT a obtener en los siguientes años
70 alcaldías ganadas por el voto popular y colocando al PT como la
primera fuerza política del Brasil y consecuentemente la ascensión de
Lula da Silva a la Presidencia de Brasil.
La vocación y el
carácter sectario, racista, machista y excluyente de la burguesía
venezolana, además de sus poderosos nexos con los EE.UU., son las trabas
por las cuales no pueden ofrecer un argumento serio en contra de la
Revolución Bolivariana ni presentar una propuesta coherente a las
aspiraciones del pueblo.
No pueden superar el fraccionalismo, el
liderazgo regionalizado, la fragmentación analítica de la realidad y eso
los conlleva a una constante maniobra antipolitica de atajos,
aventurismo y se proclaman la “UNIDAD” democrática.
Desestiman el
arraigo de la conciencia revolucionaria del pueblo, en sus fuertes
convicciones de afecto a la Revolución, al proyecto del Socialismo del
Siglo XXI, en la lealtad al legado del comandante Chávez y le dan
carácter transitorio al Gobierno Bolivariano.
Sin embargo el
Gobierno tiene debilidades que ponen en riesgo de retroceso a la
Revolución socialista, que pudiesen ser superadas en lo inmediato
combatiendo el burocratismo, la corrupción administrativa y algunas
desviaciones ideológicas de importantes cargos en el Gobierno que
promueven el reformismo económico.
Sin duda que ante una situación
económica que se presenta como compleja para la Revolución, lo menos
que necesitamos son funcionarios de altos cargos que traten de conciliar
posiciones aburguesadas para salir de la coyuntura otorgándole
privilegios a algunos sectores económicos de la burguesía, si bien no es
aconsejable la precipitación revolucionaria en un momento tan delicado,
tampoco lo es hacer concesiones que son difíciles de revertir.
Lo
correcto para salir de la coyuntura desestabilizadora es mantener al
pueblo muy informado acerca de la situación, desenmascarar la trama
manipuladora, señalar los responsables de la crisis de
desabastecimiento, asumir y señalar nuestras debilidades con
responsabilidad y compromiso ético, mantener la militancia
revolucionaria en alerta y movilizada y que coadyuve a superar los
malestares del pueblo.
Una vez superada con éxito la coyuntura,
continuar con el rumbo revolucionario que se ha trazado el pueblo
bolivariano y chavista, tenemos presupuestado profundizar la Revolución
Bolivariana y construir un modelo económico socialista, pero para ello
debemos saldar a lo interno con algunos factores que promueven el
reformismo.
Tiene usted, presidente Maduro, las condiciones
necesarias para ejecutar junto al pueblo en su debido tiempo las
acciones definitivas para la Transformación social.
¡¡TODO EL PODER PARA LAS COMUNAS!!
ali.anzola2013@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario