¿Democracia con estado policiaco?. Ángel Guerra Cabrera. La Jornada
Más allá del
asesinato por un policía del joven negro desarmado Michael Brown hay
causas más profundas para las protestas ocurridas por casi dos semanas
en la pequeña ciudad de Ferguson, estado de Misuri. Causas conocidas
hace tiempo por los que buscamos fuentes alternativas de información y
no nos creemos el cuento de la democracia estadunidense.
¿Gobierna
allí el pueblo? Los datos de la propia Ferguson lo niegan. Con dos
tercios de población afroestadunidense, 95 por ciento de su fuerza
policial está formada por blancos, el alcalde y cinco de seis concejales
son blancos y también los siete miembros de la junta de educación.
También
es negativa la respuesta si observamos la conducta de la autoridad
posteriormente a la primera protesta por la muerte de Brown. Vemos un
alcalde y un gobernador que, en lugar de usar la fuerza policial para
garantizar los derechos ciudadanos a la protesta pacífica y de dar
oportunidad al diálogo, la emplean como ejército de ocupación en su
propio territorio y permiten que se niegue a rendir cuentas de sus
actos. Con tal de no hacerlo, lanza una campaña de lodo contra el joven
asesinado acusándolo de hechos como el robo de cigarros en una tienda o
el hallazgo de mariguana en su sangre, que suponiendo que fueran ciertos
en nada atenúan los seis disparos del policía contra un hombre
desarmado y en actitud de rendición, según el resultado de una autopsia.
La
virulenta campaña de la fuerza pública contra Brown y el uso
desproporcionado de la fuerza contra las protestas pacíficas fueron el
gatillo de la indignación que provocó el estallido de ira y violencia en
Ferguson. La académica Chauniqua Young, del Centro de Estudios
Constitucionales y testigo de las protestas, afirma que muchos de los
que huían de los gases lacrimógenos eran padres con sus niños en
carriolas.
El mismo patrón de conducta acaba de repetirse con la
muerte de un joven negro que supuestamente portaba un cuchillo a manos
de dos policía de San Luis, a unos siete kilómetros de donde fue muerto
Brown.
Las policías de Estados Unidos tienen un largo historial de
uso arbitrario de las armas de fuego, especialmente contra negros o
latinos. Pero esto se ha visto agravado seriamente por la
guerra contra las drogasiniciada por Nixon y más aún, por la guerra
contra el terrorismode Bush.
En 1997 una ley autorizó al Pentágono a entregar gratuitamente material
sobrantea los cuerpos de policía de todo el país. Desde entonces las pequeñas ciudades de Estados Unidos son patrulladas por policías dotados de armas y arreos de guerra que tripulan exactamente los mismos blindados que usan las fuerzas armadas en escenarios como Afganistán e igual las grandes urbes son controladas por policía militarizada. De ello son muestra elocuente las no tan lejanas pero olvidadas imágenes de brutal represión contra el movimiento Occupy Wall Street. Los allanamientos, cateos y arrestos sin justificación con derroche de violencia se han incrementado, sobre todo en las comunidades negras, latinas y pobres.
Tampoco
es nueva la muerte de afroestadunidenses desarmados por agentes del
orden en un país donde 40 por ciento de la población carcelaria es negra
pese a constituir sólo 12 por ciento de la población total. El número
de negros en las prisiones superaba ya en 1997 al de esclavos existente
en 1850, vísperas de la Guerra Civil. Un estudio del Movimiento de Base
Malcolm X muestra que 313 hombre negros fueron muertos
extrajudicialmente en 2012 por policías, guardias de seguridad o
autodenominados
vigilantes.
Ello, en un contexto de grave y
generalizada violación de los derechos constitucionales básicos,
incluido el espionaje masivo de los ciudadanos. Estadísticas muestran
que una persona tiene ocho veces más posibilidades de ser asesinada por
un agente de policía que por un terrorista. Señales de un nuevo fascismo
se multiplican en Estados Unidos y la creciente desigualdad y
desempleo, las constantes guerras y la crisis general del imperio hacen
de combustible propicio.
Fred Branfman, que reveló la destrucción
de Laos por la fuerza aérea de Estados Unidos durante la guerra de
Vietnam ofrece una respuesta a quienes se preguntan cómo un presidente
negro liberal y profesor de derecho constitucional puede encabezar ese
estado de ilegalidad. “Bajo Obama Estados Unidos está lejos de ser un
estado policiaco… pero ningún presidente ha hecho más por crear la
infraestructura de un estado policiaco”. Branfman se quedó corto.
Twitter: @aguerraguerra
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