RETRASO INESPERADO EN LA SENTENCIA DEL JUICIO A ELPIDIO JOSE SILVA
El
tribunal alega que debe estudiar 12 decisiones del juez durante la
investigación a Blesa y que sus miembros tienen complicado reunirse
La defensa de Silva apunta a “una fuerte discrepancia” en el seno del tribunal como motivo de la dilación
El fallo parecía inminente a finales de julio y ahora no se espera hasta octubre
Pedro Águeda-eldiario.es
La sentencia que apartará de forma
definitiva a Elpidio José Silva de la carrera judicial o le permitirá
regresar a un Juzgado sufre un inesperado retraso. Los jueces esperaban
dictar el fallo antes de que comenzaran las vacaciones de agosto, pero
el mes de septiembre finalizará previsiblemente sin que haya sentencia.
Fuentes del tribunal han explicado a eldiario.es
que se trata de un fallo complejo en lo que a la acusación de
prevaricación se refiere, ya que se atribuyen doce decisiones
susceptibles de incurrir ese delito al juez Silva y deben analizarse una
a una. Además, alegan la dificultad para compaginar una gran carga de
trabajo diario de sus tres miembros con reuniones fuera de su sede de
trabajo: dos la tienen en la Audiencia Provincial, en el noroeste de
Madrid, y uno en el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, cuya sede
está en pleno centro.
La defensa de Silva ve en el retraso, sin
embargo, una “fuerte discrepancia” en el seno del tribunal. “El que no
haya sentencia a estas alturas demuestra que la interpretación de las
decisiones que tomó Elpidio José Silva no es un tema pacífico. Sólo por
la discrepancia se puede entender el tiempo que está tardando el
tribunal en fallar. Nosotros aceptamos, comprendemos y apoyamos la
dilación en ese sentido”, afirma Gonzalo Boyé, abogado del acusado.
Las fuentes del tribunal consultadas
evitan vincular el retraso al intento por evitar un voto particular. “Es
pronto para saber si lo habrá”, afirman. Admiten, por otra parte, que
antes del verano hubo un borrador, pero precisan que se trataba de un
documento de los muchos que se elaboran durante una deliberación y que
nunca estuvo próximo a que los miembros del tribunal estamparan en él su
firma.
Elpidio José Silva se enfrenta a una
condena de hasta 40 años de inhabilitación por prevaricación, retardo
malicioso en la administración de justicia y dos delitos contra la
libertad individual, por las dos ocasiones en las que envió a prisión
provisional a Miguel Blesa, dentro de la investigación al exbanquero por
la compra que realizó Caja Madrid de una entidad en Florida en 2008. La
Audiencia de Madrid anuló toda la instrucción y la Fiscalía se querelló
contra Silva. La defensa del expresidente de Caja Madrid y la de Díaz
Ferrán se sumaron a la acusación.
Fuentes de la acusación se muestran
convencidos de la condena a Silva porque hay decisiones de las que
adoptó el magistrado, como enviar a prisión a Blesa a petición de Manos
Limpias cuando el sindicato ni siquiera estaba personado, que consideran
no admiten mucha discusión jurídica. En cualquier caso, también se
muestran sorprendidos por los retrasos que está sufriendo el fallo.
Desde el mismo tribunal destacan que una
condena por prevaricación se fundamenta en demostrar de una forma
“clara” que Elpidio José Silva adoptó decisiones a sabiendas de que eran
injustas y que no se deben solo a un error en la interpretación de las
leyes. De ahí, la necesidad de analizar con detenimiento las doce
decisiones adoptadas por el juez, que le han terminado por sentar en el
banquillo, añaden.
El tribunal que juzga a Silva está
presidido por Arturo Beltrán, al que acompañan Eduardo Urbano y José
María Santos Vijande. El primero preside la Sección Quinta de la Sala de
lo Penal de la Audiencia Provincial de Madrid y el segundo presta
servicio en la Segunda. Santos Vijande integra la Sala de lo Civil y lo
Penal del Tribunal Superior de Justicia de Madrid. Santos Vijande
sustituye a María Tardón, después de que esta fuera recusada por la
defensa al haber integrado en el pasado la Asamblea General de Caja
Madrid.
Una sentencia absolutoria no supondría
solamente un varapalo para las acusaciones particulares sino también
para el Ministerio Fiscal. El fiscal jefe de Madrid, Manuel Moix, quien
se reservó la actuación en el proceso, dijo en la última jornada del
juicio que, con Silva en activo, “la justicia quedará desahuciada”,
aludiendo al título del libro escrito por el acusado, ‘La justicia
desahuciada’. El fiscal jefe promovió la querella contra Silva por
prevaricación y más tarde otra acusándole de haber filtrado los correos,
al tiempo que se oponía a que los correos publicados por los medios
pudieran ser utilizados contra el exbanquero.
En el caso de las diligencias por la
filtración de los correos, y en contra del criterio de la Policía, Moix
centra toda la acusación en una examante de Silva que le aseguró en sede
judicial que el magistrado hace “magia negra”. La mujer lleva dos meses
desaparecida, por lo que no ha comparecido cuando la jueza del caso la
ha reclamado.
Si Moix consiguiera una condena por
revelación de secretos, Silva podría ir a la cárcel. Recientemente, Moix
se posicionó a favor de que Esperanza Aguirre fuera investigada por una
falta y no un delito por el incidente que protagonizó con su vehículo.
También dictó una postura contraria a que fuera juzgado el director de
la Policía Municipal Emilio Monteagudo por el caso Madrid Arena. La
Audiencia Provincial de Madrid ha decidido que se investigue a Aguirre
por una falta y ha incluido en la lista de procesados a Monteagudo,
quien se ha visto obligado a dimitir.
LOS CORREOS DEL EXBANQUERO
Entretanto, Miguel Blesa ha vuelto a la
actualidad judicial por la última decisión del instructor del caso
Bankia en la Audiencia Nacional, Fernando Andreu. El magistrado ha
decidido incorporar a la pieza separada de las preferentes los correos
recibidos y enviados en 2009 por Miguel Blesa a través del correo
electrónico corporativo que tenía como presidente de Caja Madrid. Aun
sin conexión jurídica, el abogado Gonzalo Boyé considera que ese fallo
“desbarata las tesis acusatorias contra Silva y amplía aún más la
resolución que habrá de dictar el tribunal”.
Silva se incautó de más de 8.000 correos
de Blesa en su investigación al exbanquero. Las acusaciones del caso
Bankia habían solicitado su incorporación como elemento relevante para
demostrar una estafa planificada por Blesa y sus colaboradores a través
de las preferentes, pero hasta ahora la Audiencia Nacional había
rechazado utilizar esa prueba al haber sido declarado nula por la
Audiencia de Madrid. Al refinar la acusación el criterio para extraer
los correos útiles para la investigación de los preferentes, Andreu ha
accedido a incorporar una parte.