La Policía concluye que Bárcenas no era el único que movía dinero negro del PP
* Un informe de la Policía Científica acredita que la firma de un ingreso en B a Libertad Digital es de Álvaro Lapuerta
* Bárcenas entregó el documento a Ruz para demostrar que la financiación irregular trasciende a su designación como tesorero
* Lapuerta se mantiene alineado con la tesis del PP según la cual el partido fue víctima de Bárcenas
Pedro Águeda⎮El Diario⎮25/09/2014
* Lapuerta se mantiene alineado con la tesis del PP según la cual el partido fue víctima de Bárcenas
Pedro Águeda⎮El Diario⎮25/09/2014
La tesis de Luis Bárcenas
acerca de que él solo fue una pieza más del engranaje de la financiación
irregular del Partido Popular, heredada de AP, ha recibido un
espaldarazo en forma de conclusiones policiales. En esta ocasión, se
trata de un informe de la Policía Científica ratificando que la persona
que estampa su firma en un ingreso del partido a favor de la emisora
Libertad Digital es Álvaro Lapuerta.
La defensa de Bárcenas
entregó el pasado enero ese documento bancario al juez Pablo Ruz para
respaldar la tesis de que el antecesor de su cliente en la Tesorería del
PP también manejó los fondos en negro que entregaban al partido grandes
empresarios. Lapuerta fue tesorero cuando Bárcenas ya ocupaba el cargo
de gerente.
El informe policial, al que
ha tenido acceso eldiario.es, está redactado por la Unidad Central de
Criminalística y ya está en poder de Ruz. Para elaborarlo, los
especialistas de la Policía han tomado cinco documentos –cuya rúbrica
está acreditada como perteneciente a Lapuerta- con dos indubitados, esto
es, el resguardo de un ingreso de Caja Madrid relacionado con la compra
de 1.270 títulos de Libertad Digital, por valor de 139.700 euros y que
al pie de la página lleva la firma del antecesor de Bárcenas, y otro de
un impreso de solicitud de la Sociedad Libertad Digital también con la
rúbrica de Álvaro Lapuerta.
Al término de las 19 páginas
de explicaciones sobre su trabajo, los agentes concluyen: “Se estima
con las reservas expuestas, que las firmas dubitadas reproducidas
extendidas en los documentos foliados con los números 9290 y 9291 han
sido extendidas por el autor de las indubitadas analizadas, don Álvaro
Lapuerta Quintero”.
Esas “reservas expuestas” no
son más que las que se desprenden de haber tenido que realizar su
trabajo con una fotocopia, han explicado antes los agentes. Y en este
sentido, precisan: “Se ha podido apreciar finalmente, que mientras las
diferencias encontradas son irrelevantes, y perfectamente atribuibles a
las naturales variaciones gráficas que se producen de forma espontánea
en la escritura y firma de cualquier persona, fruto de las distintas
circunstancias del acto en el que fueron extendidas (diferencias que se
encuentran igualmente, entre las propias indubitadas analizadas), sin
embargo, las analogías son consideradas suficientes en cuanto a la
cantidad, y de una calidad alta”.
La carta con la que Bárcenas acompañó la entrega de documentos
fue la expresión de la guerra abierta con quien había colaborado
durante casi treinta años. Fechada el 31 de diciembre de 2013 en la
cárcel de Soto del Real, el extesorero aseguraba que los documentos
adjuntados confirman “el conocimiento y autorización por parte de Álvaro
Lapuerta de todos los pagos en B que figuran en las hojas de Origen y
Aplicación de fondos”, en referencia a las notas manuscritas por él
mismo de la caja B del partido.
En los papeles de Bárcenas
aparece un ingreso que coincide en fecha, cantidad, origen y
destinatario con el documento de pago a Libertad Digital que entregó al
juez.
En la misiva, Bárcenas
aseguraba que siete meses antes le fue a vistar a prisión un abogado
“por indicación del Partido Popular”, pero que defendía a Lapuerta. En
la conversación en prisión, este letrado trasladó a Bárcenas que
“mantuviese la dignidad con respecto a determinadas informaciones que
estaban apareciendo en prensa en aquel momento y que le afectaban a él
personalmente”, por Lapuerta. “Pues bien –añadía Bárcenas en su carta a
Ruz-, siete meses después sigo manteniendo el mismo comportamiento digno
de toda mi vida. Espero que él, por fin, esté a la altura moral que yo
siempre le supuse y detalle la realidad de unos hechos”.
El juez tuvo la versión de
Lapuerta siete meses más tarde. El pasado julio, el anciano compareció
ante el magistrado y otra vez se negó a declarar porque así se lo
aconsejaban los médicos. Pero todo lo que calló ante Ruz, lo expresaron
sus hijos en una extensa carta difundida a los medios
a los pocos minutos de que su padre abandonara la Audiencia Nacional.
“Lo que sucedió, ni más ni menos, es que el octogenario Lapuerta fue
engañado por la misma persona que engañó al presidente del Gobierno
(como él mismo reconoció en el Congreso) y al resto de los presidentes y
secretarios generales del PP”, decía la carta de los diez hijos de
Lapuerta.
Con este gesto, Lapuerta
sepultaba la posibilidad de que el otro guardián del dinero del PP
corroborara la versión de la financiación irregular en el partido
durante dos décadas. Su tesis es idéntica a la del PP: Bárcenas engañó
al partido.
Entre la carta de Bárcenas y
la declaración de Lapuerta se produjo el último interrogatorio al
extesorero hasta la fecha por parte de Ruz. Fue en marzo de 2014. En una
prolija declaración, Bárcenas aludió a que todas las delegaciones
regionales del PP tenían su propia contabilidad Bpara
las elecciones. Se detuvo en Lapuerta para defender, una vez más, que
su dinero en Suiza no procede de donaciones irregulares sino de su
habilidad con los negocios y la bolsa. El no podía haberse llevado el
dinero al país transalpino, excusó, porque Lapuerta lo controlaba
“todo”.
Bárcenas descendió al detalle y habló del ingreso a Libertad Digital en 2004,
poco después de la victoria del PSOE en las elecciones. El extesorero
aseguró que el ingreso con dinero negro lo ordenó directamente el
secretario general del PP entonces, Ángel Acebes. El medio fue un ariete
de la teoría de la conspiración entorno a los atentados del 11-M y de
la denuncia de la negociación con ETA, dos de los pilares de oposición
del PP durante la primera legislatura de Zapatero.
Según los papeles de
Bárcenas, el PP inyectó a Libertad Digital más de 400.000 euros en
dinero negro, procedentes de su contabilidad en B. La propia mujer de
Bárcenas, Rosalía Iglesias, participó en la operación de compra de
acciones con los fondos del partido.
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