El Libro Blanco y Los Derechos Humanos en Ucrania. Pablo Ruiz
En junio pasado el
gobierno ruso presentó a la opinión pública el segundo Libro Blanco
sobre las Violaciones a los Derechos Humanos en Ucrania que comprenden
hechos sucedidos entre abril y junio del 2014.
El informe, de 97 páginas, en ocho capítulos, hace un recorrido
detallado de la situación que esta afectando a la población civil, y que
en términos prácticos, a incidido a que miles de personas estén huyendo
de su propio país originando una crisis humanitaria sin precedentes.
Las autoridades de inmigración rusa han registrado ya a 168.000
refugiados, pero creen que son 730.000 ucranianos que han entrado al
país desde inicios del 2014.
El Informe, enumerando una serie
de hechos, acusa al gobierno de facto de Ucrania, encabezado por el
multimillonario Petro Poroshenko, de estar violando sistemáticamente los
derechos humanos. El documento indica que se han producido asesinatos
de civiles y secuestros de opositores políticos.
Dentro de la
decenas de casos que aparecen consignados en el informe se menciona la
tragedia sucedida en Odessa, el 2 de mayo pasado, donde un total de 48
personas murieron a consecuencia de los disturbios y enfrentamiento
entre personas a favor como en contra del gobierno y que terminó en el
incendio de la Casa de los Sindicatos de Odesa, situada en el centro de
la ciudad.
“Bajo la vigilancia de las autoridades locales,
decenas de personas fueron brutalmente asesinadas por militantes
ultranacionalistas y neonazis ucranianos”, indica el documento,
agregando, que “la única culpa que estas personas tenían eran sus
diferentes puntos de vista sobre el futuro de Ucrania. Sin embargo,
ninguna de los personas que cometieron este crimen ha sido castigada
aún”.
El informe también denuncia que hay “discriminación
lingüística, xenofobia, y un nacionalismo agresivo” donde, además, no
hay derecho a la libertad de pensamiento y de creencia, que hay
manifestaciones de intolerancia religiosa, así como amenazas a la
Iglesia Ortodoxa. A todo lo anterior, se evidencian restricciones a la
libertad de los medios de comunicación y al trabajo de los periodistas.
Resistencia al nuevo gobierno
Acusa el documento que el gobierno de Ucrania esta llevando a cabo
supuestas “operaciones antiterrorista” en lugares donde lo que hay no es
terrorismo sino resistencia civil al gobierno de facto el que tiene
características fascista y neonazi. Esto sucede actualmente en las
ciudades de Donetsk y Lugansk donde se libran batallas entre la
resistencia y el Ejército de Ucrania.
“La falta de voluntad de
las autoridades de facto de Kiev de respetar los intereses legítimos del
sudeste de Ucrania, y su tendencia a hablar desde una posición de
fuerza, a la gente, y que vienen con demandas legítimas, ha dado lugar a
una nueva escalada de la crisis”, dice el informe.
No nos callaran
A fines de agosto, el Ministro de Relaciones Exteriores de Rusia,
Sergey Lavrov, indicó que Ucrania esta viviendo una situación de “crisis
humanitaria” y que el gobierno de Rusia está preparando nuevos envíos
de ayuda humanitaria en coordinación con el Comité Internacional de la
Cruz Roja (CICR) y las autoridades locales.
“Esperamos que todo
salga según lo planeado y que todos los que necesitan ayuda, es decir,
prácticamente toda la población civil de la región de Lugansk y de
Donetsk, la reciban”, indicó en rueda de prensa.
Al mismo
tiempo, informó que “la Cruz Roja ha hecho hincapié en la necesidad
urgente de mejorar la situación, y pidió a todas las partes a abstenerse
de utilizar armas con efectos indiscriminados y de dirigir ataques
contra la población civil o instalaciones civiles, como casas, escuelas,
guarderías, instituciones médicas o vehículos sanitarios”.
También dijo que “se está tratando de echar tierra” sobre cuestiones
graves que han sucedido en Ucrania señalando los casos de los
francotiradores en el Maidan, en febrero pasado, la tragedia en Odessa, y
el uso de helicópteros con el logotipo de la ONU por el ejército
ucraniano.
Sobre las críticas contra Rusia, Lavrov indicó que
“no permitiremos que nadie nos calle” agregando que es necesario llevar a
la justicia a los que han cometido crímenes de guerra contra la
población civil.
Otros enfoques
Mientras el
gobierno ruso denuncia al ejército y al gobierno de Ucrania de
violaciones a los derechos humanos un informe de la ONU puso el acento
en acusar a los separatistas prorrusos de estar cometiendo violaciones a
los derechos humanos.
El documento fue calificado por las
autoridades rusas como “poco objetivo” y de ser “un encargo político”
para 'blanquear' a las autoproclamadas autoridades de Kiev".
Por su parte, la organización Human Rights Watch
acusó al Ejército ucraniano del uso indiscriminado de artillería y
cohetes contra la ciudad de Lugansk, en el este del país, lo que
constituye una violación al derecho internacional. Señalando, además,
que los insurgentes fueron responsables de algunos ataques contra las
áreas bajo control gubernamental.
Human Rights Watch también
llamó la atención a que “Ucrania somete a los inmigrantes y a la gente
buscando asilo a abusos, incluyendo prolongadas detenciones en pésimas
condiciones, a violencia, robo y extorsión, y, en algunos casos, a
retornos forzados para enfrentar tortura o persecución”.
Amnistía internacional, por otro lado, indicó que “es fundamental que
todas las partes en el conflicto de Ucrania respeten el derecho
internacional y hagan todo lo posible para evitar las bajas civiles. El
derecho internacional humanitario prohíbe terminantemente los ataques
indiscriminados que no intentan distinguir entre objetivos militares y
civiles. Las circunstancias que rodearon las trágicas muertes de civiles
deben investigarse imparcialmente sin demora”.
La organización
recordó que el 15 de julio, un ataque aéreo contra Snizhne, pequeña
localidad situada a menos de 25 kilómetros de la frontera rusa, mató a
11 civiles. Los aviones eran del gobierno de turno.
Ban Ki-moon,
Secretario General de la ONU, señaló que la continuidad de los combates
es una peligrosa escalada en la crisis añadiendo que la comunidad
internacional no debe permitirse que la situación se intensifique más,
ni que continúe la violencia y la destrucción. Agregando que es
necesario buscar una salida pacífica del conflicto.
Al cierre
de esta nota, un informe reciente de la ONU dice que unas 2.593 personas
han perdido la vida en el conflicto en Ucrania, unas 36 al día.
Lo cierto de todo, es que hay que detener la guerra, que es necesario
un “Alto al Fuego” de todas las partes en conflicto, y que hay que
buscar el dialogo y soluciones pacíficas.
Ver en inglés, Libro Blanco sobre Violaciones a los DDHH en Ucrania en www.derechoalapaz.com/libroblancoddhhenucrania.pdf
Revista El Derecho de Vivir en Paz
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