LA NECESIDAD DE UN REFERÉNDUM Y DE UN PROCESO CONSTITUYENTE
Presentación Asamblea Ciudadana Pro-referéndum
La noticia del deseo de abdicar por parte
de Juan Carlos de Borbón el pasado 2 de junio, desencadenó, de forma
espontánea, una gran manifestación republicana en todo el Estado esa
misma tarde. Resulta paradójico que haya sido el propio Borbón el que
haya abierto la espita tanto tiempo y tan cuidadosamente cerrada.
Porque el sentimiento republicano, lejos
de agotarse y desaparecer, ha cobrado renovadas fuerzas en los últimos
tres años. Ha sido un proceso lento, como todo empoderamiento político
desusado, que bien sabemos lo desusado del análisis político entre los
ciudadanos de este Estado a lo largo de los últimos 75 años. Doy gracias
al 15M.
Primero fue la dictadura, alienante para
ideas no coincidentes, devastadora del pensamiento original y crítico,
demonizadora de la historia de los vencidos y de toda su mitología. Pero
esa primera andanada de 36 años de pensamiento único no ha sido la
peor, ya que, al menos, quedaba la historia viva en la memoria de los
padres y los abuelos. La peor parte del ataque vino luego, en los 39
años de falsa normalidad democrática. Los tímidos intentos por
reconstruir una parte hurtada de la historia durante los primeros años
de esta tercera restauración borbónica, fueron cercenados de raíz con la
aquiescencia de muchos traidores. Solo los afortunados que vivimos unos
pocos años de libertad de cátedra, de levantamiento de los tabúes y de
reconocimiento de los héroes vivos, sabemos de forma clara y directa que
significó la II República Española. La República y el golpe de Estado
fascista que intentó derribarla hace hoy 78 años. Un golpe de Estado que
sumió a este país en una guerra cruel, alentada desde fuera de nuestras
fronteras y que terminó con la imposición de una dictadura militar
fascista, tolerada y sustentada por países que se dicen muy
democráticos.
Los padres y abuelos que vivieron esos
años son ya pocos, el tiempo ha seguido su curso inexorable y muchos de
ellos no están ya entre los vivos. Los que tenemos edad de saber
historias veraces, los que pudimos tener esos pocos años de espejismo de
cambio tras la muerte del dictador, somos pocos también. Pero existe
una clase de gente que no se conforma con la versión oficial, gente que
ha buceado en los recuerdos ajenos, en los libros prohibidos, en las
ideas denostadas. Gente capaz de salir con su bandera el día 2 de junio
por la tarde, pese a su juventud, pese a la presión del sistema. Y esa
gente es como una ola y no podrá ser contenida.
Frente a esta lectura romántica del
republicanismo español, que es la primera que me surge (me hago mayor y
sentimental, qué remedio) cabe hacer una lectura analítica:
1.-La República es una forma de Estado contrapuesta a la monarquía.
2.-Una República no presupone una ideología política determinada.
3.-La monarquía es una institución
enraizada en la Edad Media, símbolo del feudalismo y, por tanto, ajena a
la igualdad de derechos entre las personas.
4.-El hecho de que la jefatura del Estado sea hereditaria y no electa, contraviene las reglas básicas democráticas.
5.-El hecho de que el género femenino sea
discriminado en dicha institución, convierte a la monarquía en símbolo
de desigualdad para las mujeres.
6.-La legitimidad del anterior Jefe del
Estado, Juan Carlos de Borbón, le vino dada por el dictador Francisco
Franco, que lo impuso saltándose la línea dinástica, por lo que ni
siquiera le sirve esa justificación tan antidemocrática.
7.-El anterior Jefe del Estado nunca juró
la Constitución de 1978, sin embargo, si juró las leyes franquistas,
una causa más de su falta de legitimidad.
8.-La Constitución de 1978 no establece
las normas sucesorias a la jefatura del Estado, por lo que se puede
hablar de vacío legal.
9.-La Ley de abdicación y la coronación
de Felipe de Borbón deben considerarse una imposición sin legitimidad
constitucional y una traición al pueblo por parte de algunos que
aseguran defenderlo.
Por todo lo anterior, un numeroso
grupo de ciudadanos, partidos políticos y asociaciones (entre las que
nos incluímos mi partido, Alternativa Socialista y yo misma), tomando la
llamada“Declaración del Ateneo”* como eje fundamental, han decidido lanzar la campaña “Asamblea ciudadana pro-referéndum” **,
con la cual pretenden recoger un mínimo de 500.000 firmas a favor de un
referéndum sobre la forma de Estado, desde el día 16 de julio hasta el 6
de diciembre. En próximas fechas se harán públicos los lugares donde
poder firmar y entregar las firmas.
De forma paralela y complementaria, se va
a realizar este otoño un referéndum ciudadano sobre la forma de Estado.
El grupo promotor es Movimiento por la Democracia, pero el proyecto se encuentra ya extendido a numerosos colectivos de toda índole.
A todas estas iniciativas se suma el proceso soberanista catalán, enmarcado en la misma línea pro-constituyente.
El clamor por el derecho a decidir es ya imparable. La necesidad de iniciar un Proceso Constituyente no se puede obviar, pues el Proceso Destituyente ya está en marcha, iniciado por el propio rey el pasado 2 de junio de 2014.
Ana Barba,co-primer Secretaria de Alternativa Socialista
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