“No conseguirán que desfallezca”, dice el militar en huelga de hambre condenado por su libro
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- El teniente Luis Gonzalo Segura ingresó el 18 de julio en una prisión militar y fue derivado 48 horas después a un hospital por su deteriorado estado de salud.
- Su libro, ‘Un paso al frente’, va camino de la séptima edición, y denuncia presuntas corruptelas en el Ejército.
- Defensa se remite a un comunicado en el que expresa que el teniente se ha saltado los cauces oficiales para comunicar las quejas.
Fermín Cabanillas⎮El Diario ⎮28/07/2014
“Hoy sigo sin hambre, y sin
embargo me comería una hamburguesa con bacon; con doble de bacon mejor”.
Con esta frase comienza uno de los post del particular diario que,
desde un hospital militar, escribe hace dos semanas el teniente Luis
Gonzalo Segura. Llevaba poco más de 48 horas en huelga de hambre tras
ser internado en una prisión militar cuando fue enviado a un hospital,
donde asegura que está dispuesto a llegar hasta las últimas
consecuencias para demostrar que tiene razón en su denuncia.
Su delito ha sido publicar una novela en la que denuncia presuntas corruptelas en el Ejército español y
hablar libremente del tema en las presentaciones del libro, que ya va
camino de la séptima edición. Según sus mandos, él se ha saltado los
cauces normales de denuncia en el Ejército, y lo tiene que pagar con dos
meses de prisión militar, pérdida de destino y quién sabe si pérdida de
galones.
Para que su historia no
quede en el olvido, compañeros, personas anónimas y sus lectores, entre
otros, se han reunido en torno al perfil de Facebook ‘Un paso al frente’
-el título del libro- y cada día esperan la carta con la que el
teniente expresa cómo se siente en su reclusión. No es fácil, ya que no
dispone de teléfono, internet ni nada por el estilo, pero todo aquel que
le visita se lleva en la mente un párrafo que luego es plasmado en la
pantalla.
“Debido a la poca movilidad
que el cuerpo me permite, mis rodillas han empezado a enrojecerse;
definitivamente debo empezar a hacer algunos estiramientos para que la
sangre fluya con normalidad. A pesar de todo, mi ánimo no decae, se
encuentra intacto, y no conseguirán que desfallezca, ¿acaso no me
conocen? A diario mi familia, mis amigos me alegran el día trayendome
vuestras muestras de ánimo y apoyo”. Esto lo escribía este fin de
semana, mostrando un ánimo que tiene altibajos cuando postea cosas como
“Estoy decepcionado; ni Ministerio ni Rey, a quien pedí amparo, se han
interesado por mis denuncias, por lo que esta noche, la esperanza de que
lo hagan no tiene cabida en mis sentimientos”.
Sobre el rey, su editorial ha explicado a eldiario.es/andalucia que
la Casa Real ha dado acuse de recibo a la recepción del libro de
Gonzalo Segura y ha respondido con una carta tipo. Mientras tanto, miles
de personas siguen a diario el deterioro de la salud del teniente, un
deterioro contado por él mismo: “A fecha de hoy (sábado pasado) he
perdido 9 kilos, pero debido al porcentaje de grasa corporal que me
queda, inferior a la media, a partir de ahora las bajadas serán de
200-300 gramos al día según me informa el médico”.
El libro se sigue extendiendo
Ajenos a la polémica, o
quizá motivados por ella, los lectores siguen acudiendo a las librerías a
comprar ‘Un paso al frente’. Su editorial defiende que comprarlo “es
una de las pocas cosas que todavía pone nerviosa a la cúpula militar. Lo
han intentando de todas las formas posibles y el libro sigue creciendo y
su semilla extendiéndose entre la sociedad”, además de anunciar una
concentración en apoyo al teniente que tendrá lugar el 21 de septiembre,
a las 12 horas, en la Plaza de Oriente de Madrid.
El Ministerio de Defensa se
mantiene en su postura inicial. Nunca se ha dado el caso de que se
levante un arresto a un militar, y no parece que este vaya a ser el
primero.Eldiario.es/andalucia se ha puesto en contacto con la sede central de Defensa en Madrid, que se remite a un comunicado.
Entre otras cosas, recuerda
al teniente que “está sometido a las Reales Ordenanzas y a la Ley
Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de la Fuerzas Armadas,
que en su artículo 11 marca los límites de la libertad de expresión de
los militares. Las faltas recogidas en el artículo 8.18 y 8.32 del
Régimen Disciplinario actualmente en vigor por las que ha sido
sancionado el teniente están tipificadas, precisa el Ministerio, como
graves y penadas con privación de libertad, a cumplir en un
Establecimiento Disciplinario Militar”.
Estas faltas, impiden “hacer
reclamaciones, peticiones o manifestaciones contrarias a la disciplina o
basadas en aseveraciones falsas; realizarlas a través de los medios de
comunicación social” o “emitir expresiones contrarias, actos
irrespetuosos o adoptar expresiones de menosprecio contra las Fuerzas
Armadas”.
Se ha saltado los cauces oficiales
Además, entiende que el
teniente se ha saltado el canal oficial de queja: “Existen cauces
tipificados para que los militares, cualquiera que sea su empleo, puedan
elevar quejas o reclamaciones ante hechos que puedan considerar
irregulares”, dice el comunicado, que añade una serie de recortes de
prensa en los que se recogen entrecomillados de Gonzalo Segura, con
frases como “En la Academia se aprende que los suboficiales son negros y
la tropa chusma…”, “queremos justicia (y no la vergonzosa justicia
militar actual)”, “no queremos que continúen los abusos, los privilegios
y las corruptelas” o “se acabaron vuestros manejos de partidas
presupuestarias como si jugaseis al Monopoly”.
Estas y otras aseveraciones
no han sido investigadas, como reclama el teniente, que lamenta que se
ha ido contra el mensajero, y está dispuesto a pagar con su propia salud
para que se vaya revirtiendo la situación que denuncia.
más INFO: Dos meses de prisión militar por una novela que “destapa” presuntas corruptelas del Ejército
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