Ucrania: Quien no vea no es ciego, es hipócrita
Se reanudan los combates donde cayó el avión de Malaysia Airlines. Gervasio Espinosa
Noticias de último momento distribuidas por agencias informativas dan a conocer que el Gobierno de Kiev, defendido por el propio de Estados Unidos de Norteamérica, reinició ayer, domingo 27 de julio de 2014, los combates contra las milicias populares de Donetsk y Lugansk que reclaman autonomía e independencia para, como Crimea, quedar comprendidas en la Federación Rusa. En Donetsk es donde cayó el avión de Malaysia Airlines derribado mientras sobrevolaba el lugar en tránsito desde Ámsterdam a Kuala Lumpur. Todo esto se sabe bien, no vale repetirlo.
El Gobierno
de Estados Unidos ayer acusó formalmente a Rusia y su Gobierno
encabezado por Vladimir Putin de ser los responsables del abatimiento de
la aeronave que resultó en el fallecimiento de más de trescientas
personas, la mayoría ciudadanas y ciudadanos de Europa. El Gobierno de
Holanda y los de otros países europeos se han sumado a las medidas de
bloqueo del tránsito de ciudadanos rusos y de relaciones comerciales,
solidarios con las provocaciones del Gobierno estadounidense.
El
Gobierno de Kiev, atravesado por una descomunal crisis política,
obediente con su gerente externo y fabricante de los dólares que ansían,
reinició los combates en la zona de Donetsk con el argumento de
“preservar para la investigación” el lugar de la caída del Boeing
malayo.
Pero, casualmente, las autoridades populares
constituidas en Donetsk ya están desde hace varios días colaborando con
el Gobierno de Malasia, al que entregaron las cajas negras que ahora se
analizan en Inglaterra, con el Gobierno de Holanda, al que entregaron
centenares de cadáveres que protegieron en vagones ferroviarios
frigorífico, y con la Organización para la Seguridad y Cooperación en
Europa (OSCE) que coordina todas esas acciones de investigación.
Hoy
mismo, el primer ministro de Malasia, Najib Razak –informan las
agencias internacionales de noticias–, aseguró haber logrado un acuerdo
con los representantes populares de Donetsk para garantizar el acceso al
lugar donde se encuentras los restos del avión, según lo había acordado
con el líder Alexander Borodai. Najib Razak dijo: «Espero que este
acuerdo garantice la seguridad sobre el terreno para que los
investigadores internacionales puedan realizar su trabajo».
¿Quiénes ahora obstaculizan ese acuerdo y pretenden convertir el lugar en tierra arrasada y borrar pruebas?
Son
el Gobierno títere de Kiev y su mandante, el Gobierno de Estados Unidos
de Norteamérica. El mismo, este último, que dirige la matanza en Gaza,
que desde hace medio siglo bloquea a Cuba, que pretende desestabilizar a
Venezuela, intimida a medio mundo y que, con su aparato “jurídico” –sin
ninguna duda parte del poder “republicano” del Estado–, pretende
retrotraer a Argentina a sus épocas más oscuras de la historia reciente.
No es ciego quien no quiera ver esta realidad.
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