martes, 22 de julio de 2014

Unidad Popular, listas donde manden los programas y no las marcas comerciales, para las elecciones municipales y las generales. Entrevista a Miguel Álvarez-Peralta (Ganemos Madrid) sobre los próximos pasos de las candidaturas municipalistas en la región “Decir ‘primarias abiertas’ es decir poco”

Entrevista a Miguel Álvarez-Peralta (Ganemos Madrid) sobre los próximos pasos de las candidaturas municipalistas en la región
“Decir ‘primarias abiertas’ es decir poco”


Ganemos Madrid comenzó con el nombre de Municipalia, un espacio para debatir posibles candidaturas municipales ciudadanas en la región. Tras un encuentro masivo el 28 de mayo con representación de movimientos sociales y partidos a la izquierda del PSOE, esta opción ha ido ganando peso, en parte por el efecto Guanyem. Desde entonces, cuatro grupos de trabajo preparan un segundo gran encuentro para septiembre. Miguel Álvarez-Peralta es profesor de periodismo en la Universidad de Castilla-La Mancha y participa en el grupo que debe pensar y proponer un método para la elección de candidaturas.
Pablo Iglesias ha hablado de “prescindir del fetichismo de las siglas” al montar candidaturas. ¿Esperabais un gesto así tan pronto?
Lo de menos es la marca. Lo importante es la construcción de foros donde la mayor parte de la ciudadanía se sienta representada y participe. En la medida en que las marcas y las siglas se conviertan en un impedimento para la construcción de estos foros, hay que renunciar a ellas. Hay que superar el fetichismo de la marca en un doble sentido, ni hay que rechazarlas automáticamente ni hay que reivindicarlas a toda costa. Debemos poner por delante el objetivo político, que ahora mismo es constituir un marco que impugne el actual régimen. Eso implica vincular a un sector que va mucho más allá de lo que hoy consideramos izquierda.
¿Qué trabajo está desarrollando el grupo de candidaturas ahora?
Es pronto para hablar de consensos, pero hay elementos que parecen irrenunciables. Hoy en día la opción de ejecutar unas primarias abiertas es irrenunciable para todo proceso que quiera sintonizar con la demanda de apertura democrática radical que está instalada ya en la sociedad. Desde que estalló el 15M está claro que uno de los ejes fundamentales es una democracia interna de las opciones que se planteen acceder a las instituciones. Eso pasa entre otras cosas porque la gente ya no quiere listas cerradas, no quiere candidaturas que le vengan prefabricadas en pasillos sino que quiere participar en la construcción de las candidaturas y quiere elegir persona por persona.
Pero ya sabemos que en las primarias pesa mucho la visibilidad mediática...
Decir primarias es decir poco, en realidad el cómo se presenten las candidaturas, cómo se hace campaña, cómo se dan los avales, cómo finalmente se pasa de las listas a la candidatura concreta, es lo que estamos discutiendo. Tenemos todo el verano por delante, todos esos mecanismos son los que ahora hay que ir articulando, pero no hay mecanismo perfecto. Efectivamente unas primarias abiertas permiten que aquellas personas que tienen más acceso mediático, más visibilidad o lo que sea, tengan más opciones. Pero de otra manera, ¿quién juzgaría lo adecuado de una u otra persona? De lo contrario habría que establecer comisiones o instancias intermedias que valoren esa idoneidad: más trámites burocráticos y al final más impedimentos. Hoy día funcionan herramientas, métodos y protocolos sencillos, claramente identificables.
Seguramente será pronto para hacerse esta pregunta. Pero, ¿y si Ganemos Madrid ganase?
Efectivamente el día siguiente es todo un reto. No sólo por las dificultades del aparataje político, que es opaco y artificialmente complejo precisamente como barrera para la participación ciudadana. Uno de los retos va a ser romper esa barrera. Para eso va a ser fundamental contar con los sectores especializados: investigadores, técnicos municipales, o partidos que no han participado del deterioro democrático que vive el país y ya han conseguido una representación. Con ellos habrá que contar también. Pero hay otros retos mayores: hoy día acceder a una institución local significa poco cuando está atada por una deuda ilegítima y cuando las reformas de la administración local les quitan competencias. Se plantea, por ejemplo, que los servicios de primera necesidad pasen a las diputaciones, un ámbito mucho menos democrático. El primer paso será movilizar amplísimos sectores. Va a tener que ser una movilización fuerte desde abajo que permita acumular fuerzas para un proceso constituyente. Ese empuje no sólo debe ser masivo sino que no debe ir a remolque de las candidaturas.
Es un peligro que existe.
Hay que hacer un llamado a renovar esfuerzos. Vienen tiempos en los que hay que ampliar frentes sin restar fuerzas a ninguno, y sobre todo, hay que vincular a más gente. Creo que la fuerza perdida por el 15M en los últimos dos años tiene que ver con el hastío de ver que no lográbamos parar los pies a este régimen, que aplicaba su programa sin ningún freno. Tengo la esperanza de que esa fuerza vuelva y permita abrir frentes sin restar energía a ninguno. Que se vacíen las calles sería peligrosísimo.

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