El pasado jueves 23 de julio ocurrió la más reciente manifestación en contra 
de la extradición de ciudadanos colombianos. Desde tempranas horas Bogotá, Cali, 
Medellín, Cúcuta y Bucaramanga, fueron el escenario de plantones, jornadas 
culturales y movilizaciones para apoyar el quinto punto de la plataforma general 
del Movimiento Nacional Carcelario e insistir en la necesidad de que el Gobierno 
decrete la Mesa Nacional de Concertación para avanzar en soluciones de fondo a 
la grave situación carcelaria que vive el país.
La jornada de movilización también respaldó el Proyecto de Ley 009, radicado 
el pasado 21 de julio y en el que se regula la figura jurídica de la 
extradición, iniciativa legislativa impulsada por la bancada del Polo 
Democrático Alternativo en Senado y Cámara de Representantes. La propuesta llama 
al Estado colombiano a cumplir con su responsabilidad de administrar y aplicar 
la justicia como corresponde.
“En Colombia la extradición ha aumentado dramáticamente durante los últimos 
15 años, con más de dos mil personas extraditadas sin ninguna garantía 
judicial”, afirmó una de las voceras de la campaña Por la Soberanía, No a la 
Extradición, durante el plantón realizado en la ciudad de Cúcuta. Además, los 
manifestantes coincidieron en que los constantes “errores judiciales” que han 
tenido que padecer personas humildes del país, requeridas en extradición 
principalmente por los Estados Unidos, son una clara violación a la dignidad 
humana. “La extradición no sólo afecta a las personas requeridas sino a sus 
familiares” afirmaron varios de los asistentes a la movilización en la ciudad de 
Bucaramanga.
Figura jurídica
Según la Corte Constitucional, en la Sentencia C-1106 del 2000, “el 
fundamento de la figura de la extradición ha sido la cooperación internacional 
con el fin de impedir que una persona que ha cometido un delito en el exterior 
burle la acción de la justicia, refugiándose en un país distinto de aquel en el 
que cometió el delito. (…) ha sido el interés de los Estados en lograr que los 
delitos cometidos en su territorio ya sea total o parcialmente, no queden en la 
impunidad. y (…) que permita garantizar los derechos de las personas que a ella 
(extradición) se encuentren sometidos”.
Pese a estas afirmaciones, los familiares y amigos de los presos bajo la 
consigna “la cárcel no es la solución, mucho menos la extradición”, denunciaron 
que en Colombia existe una política criminal que opera como mecanismo de 
represión social y política. Señalaron que la extradición fracasó en la lucha 
contra el narcotráfico y por el contrario profundizó la guerra al promover la 
impunidad.
Plan Colombia
Por otro lado, a pesar de la figura jurídica ya mencionada, la extradición 
responde en la mayoría de casos ejecutados a demandas particulares de los 
Estados Unidos y su 'estrategia de guerra contra las drogas' por medio del Plan 
Colombia. No obstante, el país sigue siendo uno de los mayores productores y 
exportadores de droga en todo el mundo.
Según el último informe mundial de drogas de la Oficina de las Naciones 
Unidas contra la Droga y el Delito -Undoc-, “América del sur sigue siendo el eje 
principal de salida de cocaína al resto del mundo”. Colombia, junto con Perú y 
Bolivia, sirven como países de salida y tránsito de cocaína con el resto del 
mundo. El informe añade que “las incautaciones de heroína en los Estados Unidos 
han aumentado desde 2008 (en 6,2 toneladas en 2013). Las autoridades han 
informado aumento en el tráfico tanto de México y Sudamérica y, en 2014, México 
informó que es un país de tránsito para la heroína producida en Colombia y con 
destino a los Estados Unidos”.
Otra de las mayores preocupaciones que representa la extradición es que 
permitió a varios jefes paramilitares evadir su responsabilidad al no realizar 
las declaraciones necesarias en el proceso de justicia y reparación a las 
víctimas del conflicto armado, ya que estando en Estados Unidos, por ejemplo, 
responden a los delitos señalados por narcotráfico y no por aquellos de lesa 
humanidad.
Desde hace más de 15 años el presupuesto de la nación se acondiciona para el 
sostenimiento y aumento de la guerra, lo que implica modificar la política 
carcelaria y penitenciaria, entre otros. Innumerables violaciones a los derechos 
humanos ocurren en las cárceles como consecuencia de tal modelo, en el que gran 
parte de la responsabilidad recae en el Plan Colombia que no ha permitido a la 
administración de la justicia autodeterminación para hacer el respetar estos 
derechos.
Se espera el avance durante los debates en el Congreso de la República de 
este Proyecto de Ley 009. Una iniciativa del movimiento social por la soberanía 
y la autodeterminación de la justicia colombiana. “Estamos reclamando soberanía 
porque la justicia debe ejercerse en Colombia, la extradición rompe la familia y 
viola las garantías judiciales, además se corre el riesgo de que haya maltrato y 
torturas a las personas enviadas a otros países. Por eso nos sumamos al Proyecto 
de Ley 009 que busca la reglamentación del código penal para reclamar 
condiciones de dignidad y soberanía” concluyó el Senador Alberto Castilla.
 
 
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