La propaganda disfrazada de información veraz
CONOZCA CÓMO LE ENGAÑAN LOS MEDIOS CON SUS DATOS "OBJETIVOS" (VÍDEO)
Por JUAN ANDRÉS PÉREZ RODRÍGUEZ /
CANARIAS-SEMANAL.ORG.- Ninguna información es neutral por más objetiva
que parezca. Y menos aun si el medio del que procede resulta ser un vocero del
imperio norteamericano, como lo es el diario New York
Times.
Sin embargo, ciertas noticias que fuentes como estas suelen difundir pueden
presentarse como imparciales e independientes respecto de la política de
Washington.
A un tipo de estas informaciones, diseñadas para fabricar el consenso y
provocar "cambios de opinión" en la previamente construida "opinión
pública", hace referencia el artículo de la Red
Voltaire, "Batallones de islamistas contra Donetsk
y Lugansk". El texto cuestiona otra comunicación de New York
Times por lo que no dice y evidencia como una artificiosa
construcción periodística es disfrazada de información neutral, para presentar
la propaganda con información veraz.
Según el diario neoyorquino, varios batallones de islamistas están
participando, junto al régimen de Ucrania, en los combates contra las Repúblicas
Populares de Donetsk y Lugansk. Citan, por ejemplo, los
batallones Cheikh Manur, Jokhar Dudaev y el
batallón Crimea. Los miembros de dichos grupos
–aseguran- están formados principalmente por chechenos, georgianos y uzbekos,
en los dos primeros caso, y por por tártaros en el tercero de
ellos.
La investigación del diario estadounidense, confirma, además la vieja relación
de estos combatientes islamistas con los nazis de la organización ucraniana
Pravy Sektor -Sector Derecho- y destaca que estarían cobrando
salarios del régimen de Kiev por su participación en la guerra contra las
repúblicas populares. Hasta aquí, el informe parece desinteresado y neutral. Sin
embargo, el mismo deja caer, y este es el dato que se introduce de soslayo
el New York Times, que no se han encontrado indicios
de implicación estadounidense en esta relación.
Excusatio non petita, accusatio manifesta.
Cualquiera medianamente informado sabe que el periodista
francés Thierry Meyssan, fundador de la Red
Voltaire, ha hecho público en sus artículos que la CIA viene
coordinando a nazis e islamistas desde el fin de la Segunda Guerra
Mundial.
“Si pasamos por alto cierta mezcolanza de
símbolos, lo cierto es que nazis y yihadistas tienen cosas en común: el culto de
la violencia y el sueño sionista de dominación mundial. Y son, por lo tanto,
compatibles con todas las demás organizaciones que Washington apoya, hasta con
el Frente de Izquierda Ruso de Serguei Udaltsov y con su amigo Alexei Navalny.
De hecho ya existen numerosos contactos entre ellos”- escribió
Meyssan en 2014.
Pero hay más datos que no “encontró” el NY Times y que sí ha
demostrado la Red Voltaire y su periodista fundador, y
que en el caso de Ucrania son aplastantes.
Por ejemplo, la CIA organizó
el 8 de mayo de 2007 el llamado «Congreso Antiimperialista» (léase anti-ruso)
en la ciudad del oeste ucraniano Ternopol, en el que participaron tan
tempranamente los nazis ucranianos y los islamistas del Cáucaso. En esa reunión
se designó como presidente del movimiento a Dimitro Yarosh, el
líder del partido fascista ucraniano Pravy Sektor.
Entre tanto, los islamistas tártaros, en diciembre de 2013, regresaron
casualmente de Siria, donde enfrentaban al gobierno de esa república árabe,
“para dar protección a los participantes en la revolución de color de la
plaza Maidán”.
Y aún hay otro dato más que se le escapó al periódico norteamericano. Los
actuales oficiales del Emirato Islámico en Irak y el Levante
son chechenos, por lo cual el ruso ha reemplazado casi por completo al árabe
como idioma dentro del estado mayor del existente Emirato Islámico
o Daesh.
Como vemos, bajo la supuesta credibilidad que inspiran los inobjetables datos
de una investigación periodística se miente por omisión y se libera de
responsabilidad a Estados Unidos de la simbiosis estalbecida entre extremistas
en función de sus intereses geoestratégicos.
Ya lo explicó el periodista escocés John Swinton en un banquete organizado para
miembros de esta profesión, cuando rechazó brindar por la libertad de prensa en
Estados Unidos.
“La labor del periodista es la destrucción de la verdad, la mentira flagrante,
la perversión de los hechos y la manipulación de la opinión al servicio de las
potencias económicas. Somos herramientas obedientes de los ricos y poderosos que
mueven los hilos entre bastidores. Nuestros talentos, nuestras capacidades y
nuestras vidas pertenecen a esos hombres. Somos prostitutas del intelecto. Todo
esto, ¡ustedes lo saben tan bien como yo” [1].
[1] “La
infiltración de la CIA en los medios de comunicación” de Maxime
Vivas.
VÍDEO
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