El Banco Palmas es un banco
comunitario ubicado en el Distrito Conjunto Palmeiras, cerca de Fortaleza, en
Brasil. Es un caso emblemático de economía solidaria y desarrollo local, basado
en su propia moneda, la Palma.
Como resultado de los procesos de desalojo de comunidades de
pescadores que se produjeron en los años 70 para dar paso a la
especulación en zonas de turismo de la costa, el Conjunto Palmeiras surgió en
forma de favela. No tenía agua, sistemas de canalización o transporte público y
la violencia era una de las más altas del estado de Ceará. Asimismo, la
comunidad, debido al desalojo forzoso, se había quedado sin su medio de vida, la
pesca.
Como en todas las historias de lucha, las bases se movilizaron. Los vecinos,
hartos de las condiciones infrahumanas en las que vivían tomaron las
riendas de su localidad y empezaron a crear sus propias
condiciones.
En 1981 formaron la Asociación de Vecinos del Conjunto Palmeiras (ASMOCONP en
sus siglas en portugués), que se encargó de crear los servicios que necesitaba
la comunidad.
Sin embargo, la generación de rentas seguía siendo una cuestión pendiente y
debido a que ahora el barrio ofrecía mejores condiciones de vida gracias al
trabajo de la ASMOCONP, la especulación atacó de nuevo. Gente con recursos
quería comprar las viviendas de los vecinos, que de nuevo se enfrentaban al
poder del dinero.
ASMOCONP lanzó en 1997 una investigación para conocer las condiciones
económicas del barrio. Se dieron cuenta de que el 80% por ciento de la población
no tenía empleo formal. Sin embargo, también se descubrió que el gasto era
relativamente elevado, en torno a 1.2 millones de reales al mes.
Para solucionar el problema de generación de renta local a la que se
enfrentaba la comunidad, ASMOCONP creó en 1998 un banco comunitario, el Banco
Palmas. Los bancos comunitarios son una figura que ha tenido amplia
repercusión en Brasil. Son gestionados por la comunidad, lo que permite
que los servicios financieros, además de ser accesibles, sean un
instrumento de desarrollo local.
El principal servicio del Banco Palmas son los microcréditos
y tiene de dos tipos: al consumo y a la producción. El microcrédito a la
producción es concedido en reales, la moneda nacional, y pretende mejorar las
redes de relación entre los productores y consumidores, los prosumidores,
mientras que el de consumo es otorgado en Palmas, la moneda social
del banco.
El objetivo principal de las Palmas era fomentar el consumo local en
el distrito, de tal manera que la riqueza no se volatilizara hacia
centros urbanos de mayor envergadura. Posteriormente, se pretendía que los
propios negocios de la zona buscaran también la provisión de productos y
servicios dentro del propio barrio.
La evolución del comercio y consumo locales ha sido increíble. En 1997 se
observó que el 80% de las compras del barrio se hacían fuera del mismo y tan
solo el 20% se realizaban localmente en el interior. En el año 2009 el consumo
externo descendió a un 7% y el consumo local había incrementado a un 93%.
"Cuando usas una moneda social, crees en las personas que la crean, está
basada en la confianza", afirma Joaquim de Melo, fundador del Banco Palmas.
"El banco comunitario no tiene dueños, los dueños son la comunidad, por lo
tanto no hay ninguna persona que se apropie de los beneficios del banco como
ocurre en el sistema capitalista, aquí la producción es solidaria y la
distribución también".
Joaquim de Melo tuvo problemas con el Banco Central de Brasil cuando comenzó
el Banco Palmas e incluso le llevó a juicio, que Melo ganó.
En la actualidad en Brasil existen 109 bancos comunitarios en 20
estados distintos y los servicios del Banco Palmas son solicitados por
los Gobiernos Locales para fomentar el desarrollo local. "El protagonismo de la
acción es de la economía solidaria", afirma Melo.
Artículo publicado originalmente en El Salmón Contracorriente.
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