“¡Nosotros llegamos en pateras: vosotros saldréis
nadando!”, le dijo un prisionero iraquí en perfecto castellano
POR ADAY QUESADA / CANARIAS SEMANAL.- Según sus superiores y también su expediente militar, el cabo primero del ejército español, José Antonio Durán Mendoza, tenía una trayectoria militar impecable.
De acuerdo
con todos los exámenes físicos y psicológicos, su salud era envidiable. Había
recibido, además, todo tipo de medallas, desde la Cruz del Mérito
Militar a la Medalla de Oro de la Cruz Roja hasta la
Medalla OTAN o el Distintivo de Mérito por Operación de
Mantenimiento de la Paz en Irak.
Al cabo
primera José Antonio Durán Mendoza, sin embargo, le tocó
participar en operación "Iraqi Freedom", en la que el
presidente Aznar se embarcó con los Estados Unidos.
Fue allí, en Irak, donde Durán vivió la batalla de
Najaf, cuya experiencia cambiaría todas su vida.
“Al
llegar a España se le diagnosticó un trastorno ansioso depresivo de matiz
paranoide con origen reactivo a las experiencias vividas en Irak”, ha
contado quien fuera su abogado . A consecuencia de su salud fue dado de baja
por el Ejército de Tierra.
Posteriormente, en una entrevista concedida por el cabo primera Durán
Mendoza a un medio de información, confesó los motivos de sus traumas
psicológicos. " A lo mejor el daño no lo hacen solo las balas, ni los
cartuchos. Hay cosas que te pueden causar más dolor, como los daños colaterales.
Eso me ha sembrado el pánico, porque yo tengo hijos, y por aquellas fechas eran
niños. Ver a niños morir de hambre, o con parásitos, duele mucho"
.
Durán
confiesa que lo ocurrido en Najaf "pudo con él".
"Yo aterricé en Irak el 13 de diciembre de 2003, - precisa - el día
que fue capturado Saddam Hussein. Fui allí a lo que tuviese que
venir… y lo que vino pudo conmigo. Mi cabeza no pudo aguantarlo"
.
"De
noche no dormía. - continuó narrando el militar español en la
entrevista- No es que me despertase, es que no dormía. Lo que yo he visto
no se lo deseo a nadie. Llevaba tres días y apenas habíamos tomado el mando
cuando ya nos tiraron tres morterazos en Diwaniya. Aquellos
recuerdos me siguen saliendo todos los días" .
"Una
cosa que no olvidaré - prosiguió- fue el momento en que un soldado
estadounidense le soltó las bridas a un prisionero y le dejó hablarnos. El
prisionero nos dijo: “¡Nosotros llegamos en pateras: vosotros saldréis
nadando!”. Cuando te hablan así, en perfecto castellano, te cagas de miedo"
.
A partir de
estas dramáticas experiencias el cabo primera Durán, ex
miembro de la Brigada XXI de Infantería Mecanizada de la base de
Bótoa, estuvo sometido a tratamiento psiquiátrico. Confesó a quienes
le escucharon que no había podido superar la experiencia vivida en
Irak.
El cabo
primera del Ejército español había ido a Irak a combatir a
Saddan Hussein porque según juró y perjuró el presidente
Aznar ese país poseía armas de destrucción masiva y constituia
un peligro para la seguridad de los españoles. Luego los acontecimientos
demostraron que tanto Aznar como Bush nos
habian mentido a todos. El pasado 26 de junio, cuando apenas tenía 43 años, el
soldado Durán, amargado por aquellos recuerdos, se quitó la
vida. Ahora, por fin, podrá descansar en paz.
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